BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa

Capítulo 43"Hermanas"

Se escuchaba Lonely Mound Of Clay de Big Search en la radio y eso me enfurecía más. De pronto todo enmudeció, había roto el aparato a pedazos a causa del bate de béisbol. Sin poder decir una palabra empecé a rodar por el piso sintiendo los golpes de mi hermana estrellarse en mi rostro.
Ésta vez no podía defenderme, y no podía creer que iba a perder ésta pelea,cuando soy la que gano siempre.

—¡Ya basta!—Gritó Sarah luego de haber dejado a la bebé en su cuna.

Empecé a reír y luego sus dedos apretaron mi cuello con fuerza.

—Mátame cobarde,no podrás borrar el hecho de que lleve mi apellido, es mi hija legítima y te jodes—.Susurré y volví a reír.
—¿Qué?—preguntó mientras se ponía de pié. Como lo presentía miró de una forma aterradora a Sarah,la cual ésta se alejó con miedo.—Y no me has consultado, ¿cómo te atreves?—Susurró mientras se acercaba.

Le metí la traba y la hice caer de boca al suelo,me subí encima y la tomé de los pelos,levantando su cabeza.

—Ibas a matratarla, ella no es como las putas que te tiras,es mi esposa y la vas a respetar.En segundo lugar ¿qué te hace pensar que te dejará verla?,la abandonaste cuando estaba embarazada ¿y ahora vuelves?,no jodas y vete por donde has venido—Susurré en su oído provocando su llanto.
—Está en su derecho Paola,así que te calmas y la dejas quedarse a almorzar—.Escuché decir a Sarah y la quedé mirando.
—Pero..Sarah—Susurré un poco dolida por su mirada furiosa.
—Son hermanas y se tratan como enemigas,madura de una buena vez y acepta el hecho de que tuve una bebé hermosa con ella,tal como los tuve contigo. Y por favor no vuelvas a envolverme en una mentira,sabes muy bien que por más que lleve tu apellido,tu hermana tiene el derecho de visitarla y todo lo demás que conlleva el título de ser padre—Suspiró mientras rascaba su frente y nos miró —Levántense y siéntensen que serviré la comida.

La vi meterse a la cocina y me quité de encima de mi hermana.Me quedé sentada en el suelo y frote mi nuca con energías.Estaba digiriendo esas palabras, tenía razón, pero muy en el fondo me dolían como cuchillos. Aunque sé que su relación había empezado cuando ya estaba con Lena,pero me hubiese gustado que jamás hubieran sido pareja. Que arrogante de mi parte y que avariciosa. Pero es que no quiero compartirla con nadie.

Nos quedamos mirando agitadas,aún nuestros huesos y músculos dolían por la fuerte paliza que nos habíamos dado y no evité reírme a carcajadas.Me quedó viendo con las cejas levantadas y me puse de pié.

—Escucha esto porque será la última vez que lo repetiré —Empecé a decir mientras veía como se levantaba y se acercaba para escuchar —Que tengas una hija con ella no significa que van a volver a tener algo juntas, por lo tanto no te vuelvas una egocéntrica porque a la mínima situación de coqueteo que vea que le hagas,te vas a olvidar de tu nombre y apellido—susurré sonriente notando como su mandíbula se tensaba.

Sonreí y luego me acerqué a poner la mesa.Escuchaba sus maldiciones por lo bajo y no evité reprimir una risa.
Me sentía una ganadora pero en luchas de palabras y frases sarcásticas. De ahora en más tendré que verle la cara seguido y eso me tenía en alerta contaste, porque Sarah es mía y solamente mía.
Minutos después estábamos sentándose a la mesa,disfrutando de un almuerzo delicioso. Los niños estaban en la escuela,por lo tanto éramos nosotras tres, en silencio porque ninguna quería sacar conversación.
Por mi parte sonreía con sarcasmo cada vez que pasaba el pan por la salsa roja y lo metía a la boca mientras miraba descaradamente a Patricia.
Su rostro estaba serio sabiendo que la provocaba,pero muy en el fondo sabia que no debía hacer un movimiento porque se jodia y no podría volver a ver a su hija.
Necesitaba marcar mi territorio y se me había ocurrido la mejor forma.Los toqueteos sexuales se me daban bien y me iba aprovechar de ello.El vino había hecho que mi deseo se escapara de mis poros y me ponía juguetona de vez en cuando.

Puse una mano en el muslo de mi esposa y comencé a subir lentamente provocando su mirada. Era una de desconcierto y la vez enojo. Pero eso no me detuvo en lo más mínimo y seguí con mis caricias.
Mis dedos jugaban con el borde de la tela de su falda y apreté los labios al notar su piel suave.
Sarah se removió de su silla y quitó mi mano mientras no alejaba su mirada del plato con carne,pollo y papas al horno. Y a todo esto Patricia estaba colorada hasta las orejas, y no podría descifrar si era por celos o por extrema calentura.
Sonreí y volví a poner mi mano ésta vez acariciando su muslo interno,sintiendo un calor muy evidente, sonrei sorprendida de que mis caricias hubieran subido la temperatura de mi esposa y luego cuando quise ir más allá ella se levantó de golpe y me quedó viendo.

—Vete a la mierda Pao— Susurró Sarah antes de dejarnos a solas comiendo.

Me reí y luego tomé lo que quedaba de mi copa.Estire los brazos e hice sonar mi cuello mientras masticaba lo poco de pollo que estaba en mi boca.

—Delicia de comida¿ uh?—Dije orgullosa mientras me ataba el cabello en un rodete.