Levanté mi plato de la mesa y me dirigí a la cocina,apenas entré me encontré con Sarah lavando la vajilla.Se la veía tan lejana que me preocupó y tuve que acercarme.
—¿Qué tienes?—Pregunté en voz baja mientras me situaba detrás de ella.
—No vuelvas a hacer algo así, es mala educación—Respondió enojada y me reí.
—No mientas,te gustó mi toqueteo —Dije sonriente y besé su hombro.Se tensó y se dio la vuelta. Claramente ésta era una de esas tantas discusiones.
—Enserio Paola, te dije que no lo hagas,debes tener respeto no solo hacia mi si no también a nuestra invitada—Se quejó entre dientes provocando que haga una mueca de disgusto.
—¿Sabes cuál es el problema?,a ti te sigue calentando mi hermana,es por ello que la defiendes a capa y espada—Susurré de cerca,sintiendo luego mi mejilla roja.Sus manos mojadas llena de la espuma del detergente tomaron el cuello de mi camisa y gruñó.
—Eres una maldita celosa,¿lo sabías?—Comentó por lo bajo y asentí estando de acuerdo.
—Obviamente porque tú eres mía y solo mía, no pienso compartirte con nadie —.Respondí orgullosa mientras mis manos se aferraban a sus caderas.
—Creo que ya debo irme,gracias por la invitación y muy rico almuerzo Sarah, te lo agradezco —Escuché decir a Patricia y me hice a un lado.La vi dejar el plato encima de la mesada y se acercó a besar la mejilla de mi esposa.
—Fue un placer,puedes volver cuando gustes,cuidate —Contestó Sarah en tono alegre y la miré seria.
—Adiós Pao—Se despidió mi hermana antes de salir, cosa que no recibió de mi lo mismo.Si antes estaba sonriendo de pura maldad ésta vez se notaba que lo iba a cumplir. Al verme en el reflejo de la bandeja de plata pude admirar mis pupilas dilatadas de la furia que sentía, y las venas de mi frente se marcaban más de lo normal.
Dejé todo como estaba y salí de la cocina,caminé hacia el gimnasio que había armado,y me encerré allí, era mi mundo,lo que me ayudaba a desquitar mi frustración.Me acosté en la tabla y moví los hombros para evitar fracturas y ya cuando me sentí lista puse las manos a cada lado del fierro y comencé a levantar las pesas a la altura de mi pecho, subía y bajaba mientras contaba mentalmente.
Minutos después le siguió saltar la soga envolviendome en el sonido de mi respiración agitada y eso era la único que me importaba de ese momento. Spoonful de Benjamin Booker sonaba a todo volumen y empecé a imitar la batería,a medida que me acercaba a la mesa en donde tenía mis vendas y guantes de boxeo.
Una vez puestas y ajustadas bien con el cordón decidí por bajar la bolsa y acomodarla a una altura normal.
Puñetazos iban y venían al mismo tiempo que recordaba como ella la veía a mi hermana, tenía miedo muy en el fondo de que si me descuidaba me iba a engañar con ella. Tampoco podría ser su sombra pero sé que mi hermana cuando se propone algo lo termina consiguiendo.
Me enfurece tener que compartirla cuando la que se casó fui yo y no esa estúpida que se cree la gran cosa por boxear profesionalmente.
No me había dado cuenta que dolían mis dedos hasta que alguien desconectó el enchufe de la radio.
Me giré y me quedé viéndola agitada,sus brazos estaban cruzados a la altura de su pecho y su pié se movía impaciente.
<<Bienvenido sermón>>.—Te estaba llamando desde hace cuarenta y cinco minutos —Sarah se quejó mientras que por mi parte la miraba fijamente.
••••
Narra Sarah.Me había cansado de llamarla,la necesitaba para que cuide a los niños para que yo acompañara al médico a mi madre,pero ella se había encerrado en su gimnasio como una maldita obsesa.
Su cuerpo musculoso estaba cubierto de sudor,haciendo que su blusa sin mangas se viera pegoteado, las hebras de su cabello se pegaban en su frente y sus ojos que suelen ser claros cielo en éste momento estaban oscuros.
No dejaba de recorrerme con la mirada mientras su pecho subía y bajaba por su agitada respiración.—Quería avisarte que saldré con mi madre,cuida de los niños ¿quieres?,son unos salvajes cuando alguien no les está encima echando el ojo —Comenté mientras me hacia una coleta.
Sonrió y empezó a caminar lentamente hacia donde me encontraba. Me alejé unos pasos y cuando quise protestar ya me encontraba acorralada contra la pared.Se quitó la blusa y la tiró al piso, sus manos se posaron en mi cintura y me aferró a su cuerpo.
Mi cabeza giraba, sabía que su olor natural mezclado con su colonia Invictus me volvía loca y se me era difícil escapar. Sin pedir permiso me besó con desespero, donde hubo una batalla de lenguas ganándose como premio gemidos y jadeos,sabia excitarme con un simple beso y la odiaba por hacerlo justo antes de irme.
De pronto mordió mi labio y se alejó, dejándome mareada.—Yo los cuido,no hay problema —Susurró antes de darse la vuelta y caminar hacia la radio y volverla a encenderla.
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BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa
RomanceLa historia sigue la relación de Lena,Paola y sus hijos,Gabriel y la pequeña bebé Lara. Su nueva familia estará llena de amor,comprensión y muchas sorpresas, así como el apoyo mutuo para cumplir sueños. Por otro lado estará narrada la histor...