Capítulo 92*Enojo*

780 46 9
                                    

Me acerqué a la cocina y vi a mi suegro apoyado sobre la mesa,de pié y de brazos cruzados sin una pizca de diversión en su rostro.

—¿Qué quieres?—Pregunté con tono molesto y me señaló con el dedo.
—Quiero que te alejes de mi hija,no eres buena para ésta familia—.Respondió severo y reí mirando hacia otro lado.

Me acerqué y quedé a centímetros suyo,admirando esos lentes de vidrio sucio que quería hacerle tragar de un golpe.

—Ella y yo creamos ésta familia,le guste o no su hija me sigue eligiendo y viceversa. Usted no puede decidir que es lo mejor para mi familia—.Comenté entre dientes y él me dio un puñetazo en la boca.

Me alejé y toqué mi labio lastimado, viendo luego mis dedos manchados de sangre.

—Vamos lucha conmigo Paola,no eres nada y lo sabes —Mi suegro se burló y gruñí mientras me giraba.
—No voy a pelear con usted,soy mejor persona —.Respondí angustiada y empecé a alejarme.
—¡Asesina!,yo no puedo creer como mi hija te sigue eligiendo —Lo escuché decir y me giré al verlo con ojos llorosos.

Apreté mis puños y grité mientras me abalanzaba sobre su cuerpo. Tomé en un puño el cuello de su camisa y gruñí entre dientes notando como mis venas se alteraban.

—¡Oh cielos!,¿qué ocurre aquí?,¡Paola sueltalo!—.Escuché decir a Sarah y sollocé con labios temblorosos.
—Díle a mi esposa lo que pasa por tu maldita mente ¡díle!—Grité agitada y él sonrió.
—No puedo creer como te casaste con una asesina como ella,no te merece y no deja de avergonzarme día tras día. No me sorprende que su propio hijo la deteste—.Respondió Raúl altanero y apreté los dientes al sentir la descarga eléctrica en mi columna.

Me alejé viendo todo borroso y me aferre del lavabo con fuerza, sintiendo ese dolor en todo el cuerpo. Sollocé y luego sentí mis piernas aflojarse, haciendo que caiga al piso.

—¡Mamá ven aquí!, ¡no sé que le ocurre a Pao!—Gritó Sarah mientras me sostenía de los brazos para dejarme quieta.

La estaba mirando fijo,mis pulmones quemaban por un poco de oxígeno necesitado, mis ojos ardían e intenté hablar y no pude hacerlo.

—Pao cariño,¿me escuchas?,voy a darte la inyección,tranquilizate te pondrás bien—.Mi suegra me habló lejanamente y entre cerré los ojos al notar el pinchazo en mi brazo izquierdo.

Manos me frotaban las piernas y brazos para ayudarme a recuperarme de la paralización y alcancé a levantar mi mano para señalar al pequeño que me miraba asustado y con lágrimas en los ojos.

—¿Quieres a Franco?—Me preguntó mi esposa y tomó mi rostro entre sus manos—¿Eso quieres?,cielos solo háblame—Pidió angustiada y parpadie.

Se levantó con prisa y tomó del brazo a nuestro hijo y lo trajo casi a rastras, poniéndolo a mi lado y tomé su manito con fuerza.

—Aquí está amor,¿qué quieres decirle?—Escuché lejanamente y abracé su cuerpito con fuerza, su respiración daba en mi cuello y pude sentir sus manitos apretujar mi camisa con fuerza,justo como lo hacia de bebé.

Balbucié sin poder hacerme entender y cerré los ojos al sentir un relajamiento total.Todo ahí desapareció de mi mente, y lo sabía.
•••
1 semana después.

Me estiré en la cama y abrí los ojos encontrándome a mi esposa comiendo tranquilamente de una bolsa de manís y me dio ternura verla tan concentrada.
La quedé viendo un rato y luego ella miró hacia la cama,se sorprendió de verme despierta y se levantó de aquél sillón que habíamos puesto justo al lado de la ventana.

Se sentó en la cama y acarició mi cabello mientras sus ojos me veían fijamente. Tenía ganas de besarla y decirle cuanto la amo y aprecio. Pero no lograba hacerme entender.

—Tienes que hablarme Pao,haz el intento, necesito oír tu voz—.Sarah pidió angustiada y me senté de golpe.

La besé con cariño y limpié sus lágrimas con el dorso de su mano provocando sus sollozos por lo bajo.Besé su nariz y noté su sonrisa,contagiandome de su alegría.
Metí mano en la bolsa y tomé un puñado de manís y los llevé a mi boca con rapidez.

—¡Hey ese es mi antojo Pao!—Exclamó divertida y la miré con la boca llena de sal y manís triturados.

Señalé que mirara al espejo y ella volteó haciéndome caso,la abracé por detrás y acaricié su vientre con mucho cariño y amor,viendo nuestro reflejo perfecto y armonioso.
Besé su cuello lentamente y la vi sonreír mientras me miraba con atención.

—Justo como mi sueño, te amo ¿lo sabes?—Preguntó con ojos llorosos y sonreí.

Tomé su mano y la puse sobre mi corazón, ella me quedó viendo y luego sonrió.

—También me amas,¿eso quieres decirme cariño?—Susurró sobre mis labios y la besé en la mejilla provocando sus risitas de felicidad.

—También me amas,¿eso quieres decirme cariño?—Susurró sobre mis labios y la besé en la mejilla provocando sus risitas de felicidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora