Capítulo 58 "Detención,Lost"

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Estaba aburrida de que me digan lo mismo a cada segundo. Ya había pasado por esto,y lo detesto.
No hago otra cosa que echar la cabeza hacía atrás y dejar que mi saliva baje lentamente por mi garganta.

—¡Rodriguez no me estás oyendo!—.Gritó el detective y lo quedé viendo seria.
—¿Qué quiere que le diga?,¿que me arrepiento?,pues no señor, de verdad que estoy muy feliz—.Comenté sarcástica y el tipo apretó las esposas en mis muñecas,haciéndome doler.
—Eres una violenta y gracias a tu escenita el señor Swason está paralizado de la cintura para abajo.Eres peligrosa para tu propia familia—.Respondió éste molesto y sollocé.
—No puede dejarme aquí, no debería estar presa, no tengo la culpa que aquél desquiciado me halla sacado de las casillas —Susurré provocando su sonrisa.

Se levantó y arregló su traje. Tomó su vaso de café y suspiró.

—Vas a quedarte un tiempo aquí hasta que reflexiones. Luego serás examinada por el instituto mental y allí me dirán si estás en condiciones de seguir—. Respondió seriamente, provocando mi llanto.

Lo vi salir de la sala y un oficial cerró la puerta con llave.

Gruñí y golpie la mesa con mis puños de la furia que sentía.
•••
Tres días, después de haber estado en la granja de mi Tía Inés decidimos volver.Los niños estaban cansados y apenas cruzaron la puerta principal decidieron irse a su habitación y echarse una siesta.
En cambio yo decidí ir a buscar a Paola,que no la encontraba hurgando entre sus papeles importantes,como justo la dejé antes de salir.Apenas prendi el interruptor de luz di un grito de susto al ver a mi madre llorar descolocadamente mientras sus manos tapaban su rostro.

—¿Qué ocurre mamá?,¿por qué lloras?—Pregunté asustada mientras me acercaba.

Se limpió las lágrimas y apretó los dientes.

—Es tu padre, él.... quedó parapléjico—Empezó a decir con la voz quebrada y fruncí el ceño—y es culpa de Pao —.Sentenció con enojo y me alejé.

Negué no creyendo de lo que me hablaba.Esto no estaba sucediendo, había un error,una conspiración macabra detrás de todo esto.

—Eso es mentira, mi Paola jamás haría una cosa así,ella es buena persona y no cometería una locura —Respondí pasándome los dedos por el cabello enmarañado a causa del viento que entraba por la ventana.

Se acercó bruscamente y me sacudió de los brazos con fuerzas.

—¡Despierta de una vez hija!,acepta el hecho que Paola es una violenta y temo que un día te haga daño e incluso a los niños—Sollozó y gruñó— ¡es perjudicial y por culpa de ella mi marido jamás volverá a caminar!—Gritó alterada haciendo que los niños salieran asustados de la habitación que comparten.
—Mami ¿qué ocurre?,¿por qué grita la abu?—Preguntó Franco con cara de dormido y me solté del agarre de mi madre.
—¿Qué hacía mi padre con Paola?,¿se lo has preguntado?,no sé que mierda tengan contra ella pero sé que jamás atacaría a alguien si no es por defensa propia—.Respondí angustiada mientras empujaba sutilmente a los niños hacia la habitación para que siguieran descansado.
—Perdí mi zoquete mami,tal vez lo olvidé en la casa de la tía — Sofía dijo en voz baja mientras se sostenía de mi brazo.

Una vez tapados con las mantas,besé a cada uno y me puse de pié.

—Mamá ya viene, si necesitan de algo,ya les enseñé como usar un teléfono, me llaman y vendré lo más rápido que pueda—Comenté rapidamente viéndolos asentir.

Era hora tenía que irme y buscarla.
•••
Una hora después me encontraba viendo a Paola detrás de una pared de cristal polarizado. Ella no me veía y sus puños no dejaban de tironear su camiseta blanca, sucia y olorienta.Así lucía mi chica y sollocé de bronca al notar la mano del detective posarse en el picaporte impidiendo que abriera la puerta.

—Está en observación, vendrán en un momento la gente del hospital y le harán unas preguntas de rutina. Con eso sabré si le debo dejar ir tranquila a casa o de lo contrario ponerla en rehabilitación por violencia descontrolable y difícil de manejar—Comentó apenado viendo mi cara deformarse por el dolor que sentía.

Sollocé y me alejé mientras mi mano derecha frotaba un costado de mi vientre.

—¿Qué le pasa?,¿se siente bien?—Preguntó alarmado y relamí los labios.

Un dolor punzante sentía y una sola cosa llegó a mi mente. Volvía a pasar y me odiaba por ello.
Me apoyé en la pared y respiré entrecortado mientras lo miraba con ojos llorosos.
Entendió lo que me ocurría y de nervios tocó todos los botones de aquél aparato cuadrado que había encima de la mesa.
Me sentía en total desventaja, por dentro rezaba a todo santo para que me protegiera, trataba de respirar hondo y así poder calmar aquél molesto dolor que me quitaba el aire.
De pronto empecé a sentir un líquido por mis piernas y bajé la mirada.Mi pantalón blanco comenzaba a tornarse rojo y grité horrorizada oyendo de lejos a Paola gritar detrás de aquél cristal.

[¡Sarah!,¿Sarah eres ?,¿qué pasa?,¿dejenme salir?!]

Al parecer unos de aquellos botones que el detective había presionado por equivocación, era el micrófono, por lo tanto mi esposa había escuchado nuestra última mala suerte. Nuestra desgracia.

 Nuestra desgracia

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BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora