Capítulo 118 Final

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40 años después.

Desde la ventana podía ver las hojas caer del árbol, la Primavera había llegado y era un motivo para festejar.Y era un día muy especial porque nuestra familia vendría a visitarnos.Con mucho esmero había preparado una tarta de chocolate junto con masitas dulces,arreglé la mesa y luego froté mi cintura, realmente la edad me estaba matando.

-Pao ¿acaso te has comido el sándwich de jamón crudo con queso?-Preguntó Sarah desde la cocina y reí al girarme.

Ahí estaba ella con las manos en la cintura, movía su pié sin cesar,y se la veía molesta por lo que no me aguanté y dejé salir una risita.

-Sí fui yo,tenía hambre en la madrugada amor- Contesté sincera y ella caminó hacia mi.

Lo que más amaba de ella eran sus arrugas que decoraban sus ojeras,algunas marcas de expresión en las comisuras de los labios,y que a pesar de todo no halla perdido su sonrisa, me tenía muy feliz.
Una vez frente a mi,acarició mis brazos y sonrió al ver mi tatuaje algo estirado por mi vieja piel.

-¡Glotona!,sabes muy bien en que lo preparé por si acaso nuestro nieto quería comerlo -Susurró y luego empezó a reír cuando la abracé a mi cuerpo y besé su cuello.-¡Oye Pao!,no te pongas juguetona.

Me reí y luego peiné su cabello perlado hacia un costado, luego arreglé su blusa y me quedé seria.

-¿Qué ocurre mi cielo?-mi esposa preguntó nuevament, ésta vez preocupada de mi gesto facial.

Me alejé y caminé lentamente hacia la ventana, dos autos se detuvieron sobre el cordón de la calle y parpadie al ver que apagaban las luces.

-Hace tiempo que no nos vemos, han estado viviendo en el exterior, seguramente que no querían venir a pasar las fiestas con nosotros tampoco -Respondí angustiada y sentí sus brazos rodearme.
-¡Ay Rodriguez!,nuestros pequeños ya han crecido hace rato, y debes entender que ya tienen su familia hecha y no digas esas cosas porque sabes muy en el fondo que nos aman y respetan mucho -Sarah dijo con voz calma y sonreí.

Me giré y la abracé con fuerza mientras escondía mi rostro en su cuello, cada día me ponía más melancólica y había aveces en que lloraba de noche, sin saber el por qué.
Sus manos acariciaron mi espalda y luego suspiré al sentirme tan relajada.

-¡Mamá!¡¿están en casa?!-Escuchamos llamar a alguien y me separé a tiempo.

Caminamos por el pasillo tomadas de la mano y me quedé sorprendida al ver a un pequeño caminar mientras movía su chupete y agitaba su trasero cubierto con un pañal celeste.

-¡Aarón!,¡pero mira que hermoso estás!-Exclamé alegre mientras lo levantaba del piso y lo ponía en mis brazos y llenarlo de besos y mucho cariño.
-Mira que lindo es,se parece mucho a Michael de pequeño -Sarah dijo con voz contenta y asentí mientras acariciaba el cabello de nuestro nieto favorito.
-¿Qué están haciendo con mi niño?-Preguntó alguien y miré al frente.

Apoyada en el umbral de la puerta estaba nuestra hija ya crecida Sofía. Caminamos con el pequeño en brazos y una vez fuera la abracé con fuerza.No evité llenarla de besos que la hicieron reír y sonreì al verla tan tierna con esa carcajada.

-¡Te ves preciosa!,mira Sarah, tu hija es todo un bombón -Exclamé divertida y vi como Sarah inflaba el pecho de orgullo.
-Bueno tiene mis genes,eh sido muy bonita en mi juventud o caso contrario no te hubieras vuelto loca por mi- Respondió sonriente y me reí al levantar las cejas.

Es verdad,Sofía ahora de mayor se podía ver que era muy parecida a Sarah, tiene el cabello rubio miel, ojos claros como los míos, una sonrisa encantadora y es muy sincera con sus palabras,una cualidad que solo heredó de ella.
Le entregué a su hijo y luego miré hacia todas partes buscando a los demás demonios.

BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora