Capítulo 104

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Llevaba durmiendo en el sillón y no habíamos tenido el privilegio de sentarnos a conversar.Tenía tantas cosas para decirle que aveces desearía tener una segunda oportunidad y arreglar todo.
Hoy fue el caso de intentarlo una vez más y tendría que poner todo de mi, porque al parecer ésta era una crisis de pareja.

Ella me estaba mirando desde la cocina, sostenía una taza de cerámica fría, siempre que estaba nerviosa se tomaba un café con un poco de crema en el borde.
Mis ojos se entretuvieron un segundo en admirar su   sevillet blanco y me senté en el sillón cuando ella caminó hacia mi.Luego se sentó a mi lado y quedé viendo a la pared.
La miré con ojos aguados y mordí mis labios con fuerza, tenía tanta bronca que no lo entendía, nada de esto tenía sentido.

—¿Por qué mierda quieres divorciarte de mi?—Pregunté angustiada y la vi cerrar los ojos.
—Cuida esa boca Paola,ya te lo dije, no quiero verte golpeada todo el tiempo y sé que vas aceptar cualquier trato de una carrera profesional a cambio de mucho dinero—Empezó a decir Sarah y tomó mi rostro —y lo harás por nosotros,y yo no quiero que sufras más de lo que ya lo haces.

Fruncí el ceño y luego quité sus manos con delicadeza, froté sus dedos y tragué saliva mientras pensaba las mejores palabras que decirle.

—Las hormonas del embarazo te ponen loca,y no te preocupes yo entiendo,ya lo pasamos anteriormente y podremos solucionarlo— Respondí sincera y ella se alejó de mi.

Se levantó del sillón de golpe y luego encendió la televisión. El canal de deportes estaba puesto y mostraba a una Paola Rodríguez toda golpeada,sudorosa y musculosa dándole su merecido a su hermana,y abrí los ojos de sorpresa.

—Ese brillo,el famoso brillo de esperanza que siempre peonías cuando te hablaban de boxeo. De cada pelea que tuviste que participar, bueno justamente ahora estás así y sé muy en el fondo que quieres volver a intentarlo—Mi esposa habló angustiada y luego se acercó para acunar mis mejillas con dulzura—Tarde o temprano algo malo pasará y créeme no voy a pasar el resto de mi vida lamentando tu muerte,no me pidas que te apoye en esa locura de volver a boxear.

Alejé sus manos y luego me quedé viéndola con angustia. No podía creer todo aquello que me decía.
Tantas cosas por hacer y decir,tantos proyectos y metas hoy llegarían a su fin y me sentía muy mal.

—Vas a alejarme de mi familia,de todo lo que construí con mucho esfuerzo —Empecé a decir entre sollozos y froté mi ojo derecho—no dejarás que conozca al bebé. ¡¿Qué tienes conmigo Sarah?!,¡¿hice algo mal?!—grité agitada y ella se cubrió los oídos mientras lloraba.
—Te amo esa es la pura verdad pero lamentablemente eres una caprichosa y solo le haces caso a tu ego—Sarah habló furiosa mientras golpeaba mi pecho —Aquí solo guardas rencor y mucho odio y quieres desahogarte a los golpes,¡maldición!—Chilló y luego la abracé con fuerza.

Forcejeó para intentar soltarse de mi agarre pero luego sus dedos se enredaron en mi cabello.Sabía que aún me ama y es por ello que trataré de protegerla hasta el final.
La miré y luego la besé con cariño y dulzura,de esos que te erizan la piel y te hacen sentir vivo otra vez.

—Loca,celosa,dulce y rebelde,¿por qué eres así?,¿acaso no tienes confianza en mi persona?—Pregunté en voz baja y ella sonrió con ojos llorosos.
—Sí confío en ti Pao, solo que no quiero perderte, no puedo hacerlo,¿me entiendes?,hay una familia de por medio,gastos en la casa cada mes y necesito que cuides de ellos cuando me toca trabajar —Sarah finalmente se dignó a hablar más razonable.

Asentí y luego llevé mis manos a sus caderas para luego aferrarla a mi cuerpo.

—Tengo esa manía de querer hacerte mía a cada minuto, quisiera que por esta vez dejaras de pensar en todo lo que sucede allí fuera.No voy a luchar por nuestro amor si tú no pones de tú parte.
Necesito que confíes en mi y me des otra oportunidad —Susurré de cerca y ella me besó en respuesta.

Mordía mis labios y provocaba que gruñera sobre los suyos intentando frenarla un poco.Mis manos buscaban con devoción aquél tirante,y cuando jale de él, inmediatamente su sevillet se abrió y dejó a la vista su cuerpo adornado con un bonito traje de ropa interior.
Ella sonrió y luego sus manos se aferraban de mi camiseta,realmente estaba intentando romperla y tuve que reírme cuando bufó por no poder controlar aquellas ganas que ambas nos teníamos.

—He comprado éste pescado ya que...—Dijo alguien entrando a la casa y nos giramos para ver de quien se trataba.

Al notar que era mi suegra alcancé a cerrarme el pantalón que Sarah había abierto fugazmente en un momento de extremo desespero.

—Ustedes van a dar vueltas la casa del infierno que están provocando —Sandra dijo en tono divertido y luego su cara cambió a una de perversión —Continúen que me iré a ver Netflix.

BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora