La historia sigue la relación de Lena,Paola y sus hijos,Gabriel y la pequeña bebé Lara.
Su nueva familia estará llena de amor,comprensión y muchas sorpresas, así como el apoyo mutuo para cumplir sueños.
Por otro lado estará narrada la histor...
Toqué el timbre varias veces y nadie aparecía. Era raro porque se veían luces encendidas dentro de la casa y quería saber el motivo que no me atiendan. Cuando quise mirar por la ventana se abrió la puerta de golpe y me giré.
—¡Oh eres tú!,¿qué quieres Sarah?—Lena preguntó agitada y se limpió el sudor de su rostro con un pañuelo descartable.
La quedé mirando. Hoy estaba distinta y lo podía notar solo por su forma de estar de pié, las manos cruzadas sobre su pecho, que era gesto de sentirse acorralada. Luego sus ojos estaban dilatados y sabía que alguna mentira me diría. Me acerqué y rasque mi frente tratando de usar las palabras correctas.
—¿Sabes dónde está Paola?,me había dicho que llevaría a Gabriel al cine,pero hace horas que salió y no volvió a casa,estoy muy angustiada—.Comenté con un nudo en la garganta.
Sonrió y se pasó una mano por el cabello.
—Exacto ella llevó a Gabi al cine y pasearon un poco.Luego lo trajo a casa,disfrutamos de una cena deliciosa....—se acercó y relamió sus labios —Durmió conmigo y la pasamos bien.Claro luego se fue para tu casa,que raro que no halla llegado—.Respondió sonriente con lo cual quería bajarle a golpes unos cuantos dientes. —No te creo ¿sabes?,¡dime ya donde está Paola!—Exclamé furiosa y provoqué su risa. —¡Ay vamos!,¿es que eres tonta?¿no me has oído?,ya te dije que luego de pasarla rico se vistió agarró sus cosas y se fue—levantó los hombros y suspiró —No tengo idea de lo que pasó con ella,entiende —.Respondió con el ceño fruncido y acto seguido me cerró la puerta en la cara.
Volví a tocar timbre pero ésta vez no me abrió y sentí como todas mis venas se hinchaban de furia. Me las iba a pagar, esto no se quedaría así. Caminé hacia el porche y por más que el tipo de seguridad me dijo que ya era hora de que me valla,le ignoré y empecé a tocar la puerta metálica. Debía encontrar alguna traba pero no había ninguna cosa,ni siquiera un botón para abrirla.Entonces se me ocurrió un última cosa. Me voltie y quedé mirando al chico que vestía con ropa oscura,un arma a la cintura portaba y me miraba serio.
—Abre la puerta—Dije acercándome y él negó con la cabeza. —No puedo señorita, no se me está permitido —.Respondió en voz baja y gruñí. —Abre la maldita puerta,te lo ordeno, no sigas sus malditos juegos, sé muy bien que Paola está aquí, lo presiento desde el corazón.¿Vas a ayudarme o no?—Pregunté enojada mientras golpeaba su hombro.
Se quedó viéndome pensativo y miró hacia los costados con miedo.Luego quitó una llave de su pantalón y apuntó hacia la puerta metálica.Tocó un botón del llavero e instantáneamente ésta se abrió y dejó al descubierto el auto.Pero no cualquier auto, porque era el de mi Pao. Me acerqué con un nudo en la garganta y con los ojos vidriosos toqué el farol con mano temblorosa.
—¡Es una hija de puta!,¡tiene a mi Pao!—miré al chico y me acerqué —llama a la policía y diles que hay un secuestro —.Susurré para que nadie me oyera.Solamente él y yo estábamos en esto.
Asintió y quitó su radiotransmisor y empezó a hablar a la policía.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
