BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa

Capítulo 41*Bestia"

Una vez abrigadas decidimos subir las escaleras.Al momento que llegué a donde se encontraba el timón me encontré con que el dueño del barco no estaba en el suelo,y juro haberlo dejado ahí con la frente sangrando.
La respiración agitada de Sarah me alarmó y me giré con miedo. Ahí estaba ella con la cabeza hacia atrás,porque el tipo la tenía de los pelos mientras un arma más pequeña que la anterior,le apuntaba la sien.
Mis ojos se abrieron del horror y me alejé unos pasos por temor a que le hiciese algo malo.

—Por favor,tranquilicese, no cometa una locura—.Comenté mientras sentía mi corazón latir con fuerza.

Él sonrió y luego sus labios fueron remojados con saliva,seguramente disfrutaba del momento.

—Me has robado y vas a pagarla caro por ello. La cuestión es que tu chica me agrada mucho y me excita su cuerpo esbelto.¿Crees que puedas prestarmela un rato?—.Preguntó sonriente y mi nervio se disparó.
—Enfermo,claro que no te dejaré que la toques —.Respondí angustiada y vi su sonrisa macabra.

Quitó el arma de la cabeza de Sarah y la empujó hacia un costado,ella cayó contra el suelo,y se quejó de dolor al golpearse fuerte contra un mueble.

Gruñi y me abalancé sobre el tipo sin dejar que reaccione o tome su siguiente decisión.Forcejeamos un segundos para tratar de quitarle el arma pero no me aguanté y decidí darle un puñetazo en la nariz.
Se cubrió la cara mientras lo veía sangrar, y fue tanta la emoción que soltó el arma al suelo.La tomé y disparé a su pierna,dos veces haciendole caer mientras aullaba de dolor.

De nuevo mis demonios habían salido y era difícil volverlos a encerrar. No es mi culpa que no pueda controlarlos.Porque si se meten con mi esposa,o mi familia puedo llegar a matar sin importarme el otro.
Mi puño golpeaba fuerte una y otra vez contra su mejilla y mi otra mano aprisionaba su cuello,dejándole sin aire. Mis gruñidos y bufidos salían sin control y apreté los dientes con furia cuando noté una sonrisa en su rostro machucado por los golpes.

—Paola por favor cálmate,¡vas a matarlo!—Gritó Sarah mientras me rodeaba con sus brazos.
—¡Pídele disculpas idiota!,es mi esposa a la cual insultaste ¡y eres hombre muerto!—Exclamé agitada mientras mis brazos se llenaban de venas marcadas por estar sujetándolo del cuello con fuerza.
—Vete a la mierda—Susurró el tipo y luego puso los ojos en blanco.
—Pao por favor.... ya dejalo, amor..—Dijo Sarah angustiada mientras sus manos apretaban mi pecho con fuerza aún encima de mi espalda.

Lo solté y grité furiosa mientras daba puñetazos a mis piernas,no podía sentir dolor,solo en mi cuerpo rondaba la venganza, el odio y ver la cara de ese tipo casi moribundo me hizo recordar tantas cosas que he vivido en cada pelea que he tenido.
Me senté en el suelo y puse mi cabeza entre mis piernas mientras trataba de serenarme.

Recuerdos venían a mi mente de gente gritando emocionados por cada pelea,golpes directos a mi cabeza, los labios sangrados en cada round y mi visión borrosa por los lagrimales me tenían absorta en otro mundo.Había perdido para siempre lo buena persona que solía ser,y jamás la iba a recuperar. Después de todo soy una salvaje que no puede controlar sus impulsos, un animal en todo sentido y siento que lo bestia que suelo guardar en mi interior hoy lo dejé en libertad y es imposible que se achique.
Mis manos se cierran en puños y mi respiración agitada vuelve a aparecer, sin darme tregua a empezar de nuevo,a intentarlo nuevamente.

—Pídele disculpas—. susurré mientras mis ojos entreabiertos miraban a ese hombre con su estado más horrible.
—Lo...lamento —Respondió entrecortado y asentí mientras mis lágrimas caían sin cesar.

Unas manos acariciaron mi rostro y sollocé mientras mis hombros se levantaban. Sus ojos aguados me miraban y sus besos depositados en cada párpado fue la medicina que me logró serenarme segundo a segundo. La abracé con fuerza y escondí mi rostro en su cuello,tratando de esconder a ese ser que me daba vergüenza hacer ver.
Sus manos acariciaron mi espalda y luego fue subiendo lentamente hasta donde se encontraba mi nuca.Sobo mi cabeza y largó un suspiro.

—Ya pasó amor,tranquila yo estoy aquí—Susurró Sarah mientras que por mi parte besaba su hombro—no pasa nada,¿de acuerdo?,vámonos a casa ¿si?,ya todo acabó.

La miré con ojos llorosos y asentí mientras mi puño limpiaba mi nariz.
Me levanté despacio y me sostuve del timón con fuerza. Hice girar los alambres que anterior mente había colocado en la ranura donde va la llave, y logré encender el motor del barco.

—Lamento haber robado tu barco,yo te lo iba a devolver —Dije angustiada mientras miraba el sol salir por el horizonte.

Sarah me rodeó con un brazo y luego su cabeza se apoyó en mi hombro.

—Se me antoja abrir ese champagne —Susurró provocando mi mirada.