BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa

Capítulo 98

Sus ojos celestes me querían perforar el alma,podía notar una pizca de tristeza y mi estómago se encogió cuando ella tomó mi mano.

—Deberías sentarte, lo que tengo que comunicarte es algo importante —Mi madre dijo con voz alarmada y miré a Sarah rápidamente antes de seguir a mi madre,aún tomadas de las manos.

Una vez sentadas en los sillones y luego de que mi esposa se acomodara en unos de los cojines sobre el piso, mi madre habló con tono angustiado.

—Sé que aún tienes cierto rencor por lo que te hice de pequeña y créeme no soy una grandiosa madre.En realidad siempre fui un desastre pero quiero que sepas que ahora estoy aquí, y me alegra tanto verte ya adulta y formada con una hermosa familia,por ahora estoy aquí —Dijo angustiada y parpadie sin cesar, notando que lágrimas se formaban en mis pestañas.

Sarah se levantó lentamente del suelo y con la boca abierta me miró un segundo para luego cubrirse la boca.
No entendía nada y sentí mi corazón romperse cuando mi madre me tendió un papel.Lo tomé con mano temblorosa y al no saber el significado de aquellos números,volví la vista a mi madre.
Su semblante era turbio, como si aquello que tuviera que comunicarme sea muy doloroso.
Me acerqué un poco y tomé su mano con fuerza, notando como mis ojos se humedecían.

—No me queda mucho tiempo cariño, tengo cáncer— Susurró y mi entrecejo se frunció.

La palabra se repetía en mi mente una,otra y otra vez haciéndome sentir pequeña de nuevo,tal como una lo fui y sentí mi pecho contraerse.
Sarah me abrazó y yo solo podía mirar a mi madre fijamente, realmente esperaba aquél regalo pero recibí algo totalmente desconcertante.
Me sentí ajena a todo, el no poder hablar y hacerme entender me tenía quejosa todo el tiempo y hoy no era la excepción.

—Pao creo que deberías calmarte,no quiero que te alteres,¿de acuerdo?—Comentó mi esposa y la vi angustiada.

Me cubrí el rostro y luego me eché hacia delante, para luego devolver el café sin poder contenerme.
Mi madre pasó papel por mi boca una y otra vez,haciéndome sentir una estúpida.

"Quiero desaparecer"

—Cálmate cariño, todo saldrá bien,enserio que no debes preocuparte soy una mujer de madera—Dijo mi madre en tono gracioso y apreté los dientes.

"Sí claro,ahora eres pinocho ¿cierto?"

—Es hora de que te acuestes amor,ya te llevo la medicina —Sarah se quejó entre dientes y sollocé mientras abrazaba a mi madre.

No quería soltarla, mis dedos se clavaban en su espalda y pude empezar a oír a mi madre quejarse del dolor.

—Paola cariño, me lastimas, por favor suéltame—Susurró angustiada y con mayor fuerza me aferré.

Mis ojos rodaron a la parte trasera de mi cabeza y el famoso pinchazo se hizo presente. Ya sabia lo que pasaría luego,que me dirían y todo lo que suelen darme.
Mis brazos estaban flojos, podía oír el eco de las pisadas a mis costados, el chirrido de la puerta abrirse de una habitación y luego caí en la cama, con un cansancio extremo.

—¡Hey bebé!¿me escuchas?, estabas por tener un ataque y te di el medicamento justo a tiempo, tranquila cielo,ahora duerme—Susurraron en mi oído y asentí en forma automática.
—¿Qué le sucede?—Alguien preguntó angustiada y luego sus pisadas se alejaron.
—Son esos ataques que le dan, ya le tuve que cambiar la dosis a más alta—Respondió otra persona casi con rapidez y me quedé mirando la pared.

—Mamá,vuelve...conmigo —Susurré con dificultad y al hacerlo bajito nadie me oyó.

Me giré en la cama y estiré una mano intentando agarrar las siluetas que iban alejándose por el pasillo.
Sabía una cosa y era que estaba recuperando mi voz poquito a poquito y me sentía en total desventaja.

—Sarah....Sarah ayú..da—Dije entre balbuceos y me relajé completamente, sintiendo como mis párpados se cerraban con abrojo incluido.