Capítulo 101 *Freedom*

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Su coma persistía y a pesar de que no me oía ni que tampoco sabía lo que ocurría en la vida real,yo aún estaba ahí al lado de ella.
No tenía una idea de lo que estamos sufriendo, además de que mi hermana pensaba en cualquier momento aparecerse por aquí, junto a sus abogados y seguridad privada.

Una mano acarició mi cabello y abrí los ojos lentamente, allí mismo estaba mi suegra viéndome con una bandeja de comida en mano.

—Tienes que comer algo—.Sandra habló en voz baja mientras señalaba la carne con papas.

Me erguí y limpie un poco de saliva que se encontraba en mi mentón.
De reojo pude ver que Sarah aún dormía como la verdadera bella durmiente.

—No tengo hambre,no puedo hacerlo —.Respondí angustiada y la quedé mirando fijamente.
—Pero debes intentarlo, a ella no le gustaría que te pongas así —.Dijo mientras se sentaba a mi lado.

Froté mi cuero cabelludo y sollocé entre dientes.

—No hables en pasado,¡ella va a despertar!—Exclamé furiosa y mi suegra dejó la bandeja arriba del mueble.

Caminó hacia donde me encontraba y se sentó a mi lado,para luego apoyar su mano en mi hombro.

—Ya han pasado dos meses cariño y mi hija no responde, el mismo médico nos contó que debemos ser pacientes pero que también no hay que descuidar nuestra vida —Respondió con ojos llorosos y me alejé del sillón como si hubiera estado en contacto con veneno.
—¿Quieres que me dé por vencida?,¿eso quieres darme a entender? ¡Vete a la mierda Sandra,no te necesito!—Exclamé furiosa y mis puños se cerraron con enojo.

Se frotó un ojo y tragó saliva,aún podía sentir que toda esa mierda alguien se la había puesto en la cabeza.
Y se me ocurrió una sola persona en especial.

—Patricia está fuera y no quiere irse hasta saber lo que pasa con tu esposa.Créeme cuando te digo que hice lo demasiado para mantenerla alejada del hospital,pero esto ya me colmó el vaso—.Escuché decirme y levanté la mirada de mis rodillas.

Mis ojos fueron automáticamente inyectados de furia y rabia,mis dedos crujieron a cerrarse en un puño y luego me levanté de mi sillón.
Caminé el extremo hacia la puerta y luego la abrí saliendo al pasillo.Mi mirada viajó desde el pasillo izquierdo hasta el derecho y ahí la vi.
Saboreaba un delicioso café con una medialuna y cuando me vio acercarme su rostro cambió.

—Hey Pao, ¡buenos días!—Saludó Patricia con una risita entremedio de la oración y mi puño se estrelló en su nariz.
—¡¿Buenos días?!,¿acaso me quieres ver como un toro?—Otro puñetazo se estrelló en su estómago y otro la hizo volcar el resto de café en su ropa —¡Voy a descuartizarte maldita!—Grité agitada viendo a lo lejos que sus guardaespaldas se acercaban.

Una vez cerca mio me empujaron y apuntaron con armas haciéndome reír mientras tomaba aire inclinada.

—Tu y yo vamos a pelear,ésta vez no habrá cámaras,quiero derrotarte y demostrar que te has metido con lo más sagrado que tengo—Comenté angustiada y la tomé del cuello de su camisa,sintiendo luego el cañón en mi nuca —Te has metido con mi bebé y mi mujer, eso no te lo perdonaré nunca—Susurré angustiosa y la vi abrir los ojos de sorprendida.
—¿Qué?,¡oh Pao yo no sabia! —Respondió con mirada tristona y luego unas uñas se clavaron en mi ropa al jalarme.
—¿Qué mierda piensas hacer Rodríguez?—Mi suegra preguntó enojada y quité sus manos de mi camisa.

Levanté la cabeza y la vi con algo de superioridad.

—Lo que escuchó y no solamente usted si no tambien todos los presentes en ésta sala—Empecé a decir altanera y me giré a ver a mi estúpida hermana— Te reto a una pelea de boxeo, no habrá descansos ni sonará la campana,juro vengar todo lo que le has hecho a mi familia.

Sus ojos estaban aguados y luego empezó a reír mientras levantaba sus hombros.

—¿Y piensas que puedes ganarme? Paola nadie me gana,soy una luchadora profesional, ¡no me jodas!—Me amenazó con el dedo y mi mano apretó su cuello como autoreflejo.

Ya no podía ignorar el hecho de que cinco cañones me lastimaban el cuello con sus circunferencias rotas y de ocasionarme quemaduras leves.

—Esta noche voy a hacerte rezar para que Dios te tenga clemencia porque yo no la tendré y más te vale no venir por aquí de nuevo porque voy a romperte los huesos de las piernas —Solté entre dientes y me giré—Aquél galpón estará encantado de verte suplicar por dejarte en libertad y voy a reírme tanto de ti.

—Nos vemos allí, ten a mano el número de emergencias, lo vas a necesitar —Setenció mi hermana con orgullo y sonreí.
—y tú preparate para que Julieta jamás te vea como una madre, es tan hija mía como de Sarah—susurré antes de alejarme de su rostro.

BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora