BOXEADORA 4'ta Temporada©™Completa

Capítulo 39†Casamiento †

Nos habíamos ausentado de todo el mundo.Nadie estaba enterado de que nos íbamos a casar.Y era mejor así porque le ponía un toque aventurero. Algo que ya estaba muerto en nuestra relación y ya era hora de revivirlo.
Tomé su mano y empecé a arrastrarla mientras corríamos debajo de la lluvia y una vez que llegamos a la iglesia decidí por forcejear la puerta y adentrarnos al lugar.
Me aguanté una risa y di unos golpecitos en la puerta de la habitación del monaguillo.

Sarah tenía el cabello mojado pegado al rostro,sus brazos se cruzaban por el frío que sentía y el tiriteo se hacia presente entre las dos.
De pronto se encendió la luz principal y la puerta se abrió dejando ver a un muchacho joven vistiendo unas ropas blancas junto con sus pantuflas del mismo color haciendo juego.
Se puso sus anteojos y al verme acalló un grito.

—¿Paola?,¿qué haces aquí?—Preguntó adormilado y sonreí.
—Verás Gustavo,vengo a pedirte una ayuda—Respondí mientras me quitaba mi chaqueta de cuero.

La sacudí un poco para quitarle el agua y luego cubrí la espalda de mi chica.

—Pero ¿en qué te puedo ayudar a las cuatro de la madrugada?—Preguntó Gustavo cruzado de brazos y lo miré sonriente.
—Quiero que nos cases, ¡ay vamos! tú ya sabes como es todo el proceso y estudias para eso ¿no?llegar a ser un sacerdote—.Susurré de cerca y veía como negaba con la cabeza.
—No estoy apto para eso aún, no puedo hacerlo —dijo serio y empecé a hacerle puchero mientras mis manos se juntaban.
—¡Oh vamos!,eres un buen hijo de Dios y él está orgulloso de ti, y en éste momento quiere que ayudes a tus hermanas,se bueno— Pedí con voz aniñada y provoque su risa.
—De acuerdo, me has convencido compradora, ahora regreso—.Susurró mientras levantaba las cejas.

Vi como cerraba la puerta en mi narices y me voltie a ver a mi futura esposa.

—Tengo mucho frío Pao—Dijo Sarah entre dientes y frote su espalda mientras sonreía.
—Te prometo que esto será algo rápido y luego nos iremos de Luna de Miel —Comenté mientras quitaba el cabello de su frente.

Sus manos se posaron en mi pecho y me quedó viendo con el ceño fruncido.

—Pero ¿con qué dinero nos iremos?—Preguntó preocupada y sonreí.
—¿Me gusta ahorrar sabes?,no más preguntas porque arruinaras la sorpresa—.Susurré sobre sus labios y ella me robó un beso que me dejó mareada.

Escuchamos el eco de las pisadas en la iglesia y nos giramos a ver.
Mi amigo Gustavo el cuál conocí en esa pelea que tuve con mi hermana,nos esperaba sonriente en el altar. Tomé la mano de Sarah y nos miramos fugazmente,comenzamos a caminar y una vez que nos acomodamos mejor,pudimos dar comienzo a la ceremonia.

Miraba nuestras manos entrelazadas y era como si nunca se hubieran separado,habían nacido para estar agarradas en completo amor y dedicación pero sobre todo con comprensión.
Su mirada se encontraba con la mía y una sonrisa sincera se formaba en su rostro. Me sentía tan feliz que solo vivía para y solo para ella.

Las palabras del sacerdote iban dando por finalizada la ceremonia y quité la cajita de color de rojo de mi bolsillo. La abrí y nos pusimos nuestros anillos mientras entonábamos al mismo tiempo "Para siempre",como si ya lo hubiéramos acordado decir.
Nos abrazamos y nos besamos con mucho cariño.Sus ojos estaban aguados y sonreí mientras frotaba mi nariz con la de ella.

—¿Y bien?..¿ya puedo irme a dormir?—Preguntó mi amigo y no pude evitar reír.
—Claro que sí, debes irte,nosotras tenemos un viaje que hacer—Me giré y luego golpie su brazo de broma—Gracias por todo—.Respondí sincera y él asintió.

Tomé la mano de mi esposa y empezamos a correr,quizás así evitaríamos la tormenta.
Media hora después me di cuenta que se me había acabado el dinero y ella no debía saberlo.Ya le había prometido llevarla de Luna de Miel y lo cumpliría.
El muelle tenia los barcos atados por cuerdas y empecé mirar para dentro, tratando de que el interior me seduzca.

—¿Qué estás haciendo Pao?—Sarah preguntó en voz baja y fruncí los labios mientras rompía la cerradura de la puerta.

La abrí y la miré alegre. No podía creer lo que haríamos.

—Querida esposa súbase a nuestro barco,nos llevará de viaje a nuestra Luna de Miel—.Dije en voz baja y provoque su sonrisa.

Se metió y se sentó en los asientos de cuero marrón.
Y por mi parte desate los nudos y liberé al barco del muelle.Lo empujé lo bastante y luego alcancé a subirme a la cubierta.
Tomé mis alambres y las puse estratégicamente en la cerradura en donde irían las llaves. Pero como nos las tenía tenia que hacer arrancar el motor como sea posible.
Una vez que logre encenderlo me vi tan sorprendida de conducir un barco solo para nosotras.Cuando estuvimos lo suficientemente lejos del muelle,toqueteando los botones logré prender los faroles y también las luces del interior.
De pronto sus manos me abrazaron y sonreí alegre.

—¿A dónde iremos amor?—Sarah susurró en mi oído y tiré la cabeza hacia atrás para besarla.
—Al fin del mundo —Contesté sonriente y se irguió.
—Bueno iré mirar que hay abajo—.Dijo mientras levantaba una puerta chica del suelo de madera pulida.

La vi bajar unas escaleras y luego seguí mirando hacia el frente. Temía encontrarme con la prefectura naval con la denuncia de haberle robado a un rico.

—Paola deberías bajar,éste lugar es el paraíso, hay una cama grande con sábanas de seda,y tenemos champagne y chocolates para festejar —.Escuché decir y sonreí mientras apretaba un botón rojo que decía "Stop".

Me giré y me encontré cara a cara con ella,mirándome con sus ojos brillando de perversión mientras sostenía en una mano una caja de bombones importados y en la otra sostenía la botella con fuerza.
La abracé sutilmente y besé su oreja.

—Te amo esposa —Susurré en su oído y luego la quedé mirando.

Me besó y luego sonrió cómplice.

—También te amo esposa complaciente —Respondió mientras se giraba para bajar las escaleras.

Tomé su cintura y fui ayudándola temiendo que se haga daño.