ANNA POV
- No me convence, me hace ver demasiado pálida - Sharon era la chica más indecisa que había visto en toda mi vida, y yo lo era mucho, pero es que ella... Llevábamos unas cinco horas en el centro comercial, ¡CINCO! Aún no me explicaba cómo era posible. El CC era grande sí, pero no habían tantas tiendas. Ninguna de las tres había comprado aún el vestido y por lo tanto tampoco los zapatos. Me estaba estresando y demasiado.
- Sharon, eres pálida, a no ser que el vestido lleve incorporado rayos UVA no te va a hacer parecer morena - dijo Claire rodando los ojos.
- Sí, quizá tienes razón - se encogió de hombros y entró a cambiarse. Claire y yo esperábamos fuera.
- Claire, ¿quedan muchas tiendas? - pregunté desesperada.
- Oh no tranquila, dos o tres, pero son las mejores, ahí encontramos el vestido perfecto seguro, no podemos irnos sin ¡el baile es mañana!
- Espera, ¿qué? ¿Podríamos haber encontrado un vestido ya en alguna de esas tiendas y las habéis dejado para el final? ¿POR QUÉ?
- Tranquilízate Anna, no montes una escena... - dijo Claire negando con la cabeza - ya ha pasado, en cuanto Sharon salga vamos a por nuestros vestidos y tacones, y nos vamos a casa - dijo sonriendo ampliamente. Suspiré.
Cinco minutos después Sharon salió del probador y fuimos a la tienda favorita de Claire para estas ocasiones, o así lo dijo ella. Entramos y se me cayó la boca al suelo. Aquella tienda era impresionante. Aún no entendía cómo no habíamos empezado por ahí.
- Lo mejor para el final - dijo Claire como si hubiera leído mi mente.
- Venga vamos, me muero por ver a fondo esta tienda - dije emocionada y olvidándome del cansancio. Una hora deambulando entre vestidos y más vestidos. Encontramos cada una el vestido perfecto junto con los tacones y el bolso de mano: Sharon escogió un vestido palabra de honor lila con pedrería en la parte superior (*multimedia* 2), Claire eligió un vestido blanco palabra de honor con una cinta ancha en la cintura a modo de cinturón de color rojo (*multimedia* 3), y yo, enamoradísima de mi elección, me quedé con un vestido palabra de honor también de color celeste y negro (*multimedia* 1). Pagamos y nos fuimos contentísimas a casa.
- Hombre, al fin apareces, ya pensábamos que no ibas a venir a cenar - dijo mi madre. Miré la hora y era realmente tarde: las once y media. Me disculpé y cené. Cuando acabé fui corriendo a mi habitación a hacer los pocos deberes que tenía y a dormir. Lo último que vi antes de cerrar los ojos fue la camiseta de Jake.
*bip bip, bip bip*. Las seis y media. Me levanté rápido y me metí en la ducha. Hice la rutina de todas las mañanas, y después de desayunar salí corriendo de casa. Me había entretenido peinándome y llegaba tardé.
- ¡Eh, rubia! Ya pensaba que no ibas a venir hoy al colegio - ¿Jake? Me giré violentamente.
- ¿Qué haces aquí? Bueno, no importa, llegamos tarde, vamos - dije metiéndole prisa.
- Encima que tengo el detalle de venir a buscarte por la mañana... Como sois las mujeres, no tendrás la regla, ¿no?
- Pero qué dices tú ahora, déjate de tonterías y corre un poco más.
Llegamos al instituto justo cuando tocaba el timbre del primer período de clases. Por suerte, el profesor de inglés aún no había llegado. Nos sentamos en nuestros sitios y estuvimos cinco minutos intentando ralentizar nuestra respiración.
- Buenos días, ¿tienen clase con el señor Parker? - una profesora entró en el aula.
- Sí - contestó alguien.
- Pues hoy no ha venido, está enfermo así que esta hora la tienen libre - Jake y yo nos miramos con los ojos como platos. Tanto correr para nada. El tonto se empezó a reír.
- Esto es tu mala suerte rubita... Casi llego tarde por tu culpa.
- Cállate, nadie te dijo que vinieras a buscarme.
- Mentira, tu mirada me lo pedía a gritos y mi trabajo es complacer a las mujeres, tú incluída aunque no parezcas una...
- ¿Perdón? Alguien se está ganando un pisotón en el pie esta noche, y llevaré tacones así que lo más seguro es que te haga un agujero... - ya había "aprendido" a manejar el humor, la actitud y el carácter de Jake, simplemente no tenías que tomártelo en serio.
- Auch, hieres mis sentimientos... - y así estábamos siempre, de broma. De vez en cuando notaba las miradas asesinas de Angie pero las ignoraba.
Las siguientes dos horas de clases pasaron rápidamente. Nos encontrábamos en la cafetería hablando del baile.
- Chicas, ¿tenéis idea ya de cómo os vais a maquillar? ¿O cómo os vais a peinar? Es que no sé qué hacer - dijo estresada Claire. Empezó a darse en la cara con la mesa. Liam, riendo, la cogió para que no se hiciera daño y le dió un beso en la frente, roja por los golpes. Un coro de "awww" por parte de todos lo avergonzó. Nuestra actividad favorita era hacer pasar vergüenza a Liam e Ian. Bueno, la actividad favorita de Jake y yo, los solterones, ya que Claire y Sharon los defendían, cosa que los avergonzaba aún más.
- Pues yo aún no lo sé... Voto hacer una cosa: cuando vayáis a empezar a arreglaros avisad por facebook y hacemos una videollamada de skype las tres - dije orgullosa de mi idea.
- Oh sí perfecto - dijo Sharon sonriendo. Cambiamos de tema y empezamos a hablar de tonterías.
- Hablando de facebook - me dijo en el oído Jake - ¿piensas aceptarme algún día?
- Quizá después del baile.
- ¿Tengo que ganármelo? - dijo con la voz que usaba con todas las demás chicas. Rodé los ojos.
- No, porque si fuera así no tendrías ninguna oportunidad - dije totalmente indiferente. Así era nuestra relación de conocidos.
Sonó el timbre y nos fuimos a clase. Las últimas tres horas, a diferencia de las primeras, se hicieron eternas.
No aguanto más, rubia mátame, ¡MÁTAME! Jake me pasó una nota.
No seas dramático, quedan cinco minutos, aguanta como un hombre. Le devolví el papel.
Ahora sí que soy un hombre para ti eh. Rodé los ojos, arrugué el papel y lo guardé en mi estuche. Jake se empezó a reír.
- Señor Reeds, ¿qué es tan divertido? Dígalo en alto y así nos reímos todos - la profesora Montgomery no era conocida por su buen sentido del humor.
- Nada profesora, no se preocupe - y le guiñó un ojo. Este chico es increíble...
Y sonó el timbre. Jake y yo estábamos recogiendo nuestras cosas cuando la señora Montgomery se acercó a nuestra mesa.
- Como veo que ustedes dos se lo pasan muy bien juntos, quiero para el viernes de la semana que viene un trabajo sobre el temario dado hoy. Mínimo veinticinco páginas - iba a empezar a protestar cuando me interrumpió - si no quieren que sea de cincuenta cállense y váyanse a sus casas - y dicho aquello se fue.
- Eres un imbécil, ¡mira lo que has hecho! - empecé a pegarle en el brazo aunque parecía que no le hacía daño porque no paraba de reír - sí, tú encima ríete, que tu maldita risa es la que nos mete en problemas.
- ¡Qué va! Si te encanta esta risa, por eso siempre me haces reír...
- Que te den - le saqué el dedo corazón y me fui.
- ¡Te recojo a las siete cielo! - gritó cuando estaba a punto de salir por la puerta. Todos los alumnos que estaban cerca nos miraron con sorpresa. Me sonrojé y salí corriendo de ahí.
Sharon y Claire estaban fuera esperando. Llegué y nos pusimos en camino.
Llegué a casa y seguí mi rutina de los mediodías. Luego subí a mi habitación y dormí hasta las cinco para estar descansada por la noche. Cuando desperté, preparé el vestido, los tacones, el maquillaje, la plancha y las tenacillas, y me metí a duchar. Después de la ducha, puse Skype con Sharon y Claire y empezó lo bueno.
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Better than revenge
Teen Fiction"- Jake, es que es muy difícil esconder mis sentimientos... - dije con voz pastelosa acercándome aún más a él. Noté por el rabillo del ojo que todos nos miraban. Cuando estaba a pocos centímetros de su boca paré en seco y cambié la cara y el tono...