ANNA POV
Me encontraba en la recepción esperando a Jake. Zack se había ido ya a comer para no encontrárselo.
- Cielo, tranquila, todo irá bien, recuerda lo que hemos hablado en el desayuno - Emma hacía referencia a la charla motivadora de Zack y ella unas horas antes.
- Eso intento, pero ¿y si sale mal? ¿Qué pasa si decide tirar la toalla porque cree que estoy con otro? - me inquietaba que eso pudiera pasar.
- Ya lo sabes, si hace eso es que no vale la pena, con todo lo que has pasado por él... - tenía razón, en parte.
- ¿Y qué pasa si por eso mismo decide que lo mejor es que sea feliz con otro? - Anna, calma, no empieces a tirarte de los pelos.
- Sht, ahí viene - y me giré para ver a mi dolor de cabeza personal.
- Hola - nos saludó a ambas bastante seco. Intentaba no mirarme y Em se dió cuenta por lo que rió. Le metí una patada por debajo de la mesa pero Jake me vió y tuvo que cruzar su mirada con la mía.
- Bueno, vámonos ya que sólo tengo dos horas para comer - lo agarré del brazo y lo arrastré fuera. Salimos fuera del edificio y subimos a su coche. El viaje fue silencioso y, a diferencia de hace años, también incómodo - hace un buen día - comenté mirando por la ventana.
- Anna, no intentes calmar el ambiente comentando el tiempo, no funcionará - fue muy borde, odiaba que me llamara por mi nombre, cuando él lo hacía era porque estaba enfadado conmigo.
- Agh, odio que me conozcas tanto, no puedo hacer nada - y me crucé de brazos.
- Ojalá no te conociera tanto - dijo mirando fijamente a la carretera. Sus palabras me dolieron.
- ¿Te arrepientes de haberme conocido? - pregunté en un susurro. Jake se giró de golpe y me miró con cara de culpable.
- No, no quería decir eso, es sólo que... si no te conociera tanto podría ignorar algunas cosas que me duelen - volvió a mirar hacia delante con la última frase.
- Ah... - no sabía qué decir sin mandar a la mierda todo el plan - ¿dónde me llevas?
- Es una sorpresa - sonrió por primera vez en todo el rato.
- Nunca cambiarás... - murmuré.
- Las cosas buenas no deberían cambiar nunca rubia - y me guiñó un ojo. Al fin volvía a estar como siempre.
- No seas tan creído que me bajo del coche eh - bromeé.
- Sabes que no te dejaría - sonrió de aquella manera que tanto me gustaba. Anna, céntrate por Dios, ya no eres una colegiala.
- Maldito, sólo porque eres más alto y más fuerte no tienes derecho de hacer conmigo lo que quieras, já - y miré hacia la ventana indignada.
- Ojalá... - susurró. No sabía a qué se refería ni si lo escuché bien, así que no comenté nada al respecto.
Unos cinco minutos más tarde aparcó en una calle preciosa. Era de ladrillo color terracota, habían plantas verdes que contrastaban con el color de las paredes y unos ventanales enormes.
- Yo... bueno, recuerdo que te gustaban los sitios cómodos y sencillos y yo, claro, he pensado que... o, sea que este podría ser un buen sitio - se tocaba el pelo frenéticamente mientras se explicaba, estaba muy nervioso. Aquello ayudó a que yo me relajara. Le puse la mano en el brazo para que no se preocupara y le sonreí.
- Es genial, de verdad - él sonrió mucho más tranquilo y me abrió la puerta del local. No había mucha gente por lo que sólo unos pocos lo reconocieron. Después de saludar, fotografiarse y firmas algunos autógrafos, nos sentamos en una mesa apartada (*multimedia*) - ¿sabes? Estoy teniendo un deja-vu con nuestra... primera cita - la verdad era que aquellos recuerdos me abrumaban. Necesitaba tener la mente despejada para no caer de nuevo, debía ser fuerte y asegurarme de que no volvería a hacerme daño antes de darle otra oportunidad.
- Vaya, he sido muy obvio, ¿no? - no sabía a qué se refería. Vió mi cara de no entender nada y se explicó - ha sido muy estúpido por mi parte pero, pensé que si desenterraba algunas cosas quizá tú... volvías a sentir algo - awww, qué mono se ve apenado, no sé cuanto más voy a aguantar - aunque, también he querido venir porque es un sitio muy "cuqui" - ambos reímos al acordarnos de aquello. Teníamos un pasado común y era una tontería ignorarlo, tarde o temprano acabaría saliendo.
Comimos mientras recordábamos muchas cosas, sobretodo tonterías. Anna, aún recuerda todas esas cosas, quizá no mintió cuando dijo que se había enamorado de verdad. Lo miré y estaba sonriendo. No había mucho que yo pudiera hacer. De pronto se puso serio como si se hubiera acordado de algo desagradable.
- Sé que quizá no tengo ningún derecho de reclamarte nada pero, necesito una explicación. ¿Puedes explicarme lo de... Zack? - una sonrisa muy forzada se extendió por su cara. Sabía que este momento iba a llegar así que suspiré y solté todo lo que habíamos practicado esa mañana.
- La verdad, cuando llegué aquí me sentí muy sola, no tenía a nadie ni familia ni amigos. Vine destrozada por... ya sabes - de lo que iba a decir, eso era lo único que era verdad - Entonces lo conocí, estudió periodismo en mi universidad y me ayudó a superarlo, ayudó a que el dolor y la decepción se... aplacaran - ojalá hubiera encontrado de verdad a alguien que me hubiera animado y ayudado.
- Yo... lo siento mucho, de verdad, nunca quise que acabara así ni que tú salieras herida. No sabes lo mal que lo he pasado, siempre culpándome - su rostro se crispó en una mueca de dolor.
- Pues no lo parecía, por la tele se te veía muy contento y feliz.
- Lo estaba por conseguir mi sueño, ¿a caso tú no lo estarías? - touché - pero nunca me quitaré de encima la sensación de verte salir corriendo del baile hace cuatro años atrás.
- Tranquilo, Zack se ocupó muy bien de mi - me estaba cabreando mucho al pensar en aquella noche.
- Ya lo veo - murmuró con rabia - ¿cuánto lleváis juntos?
- Dos años y tres meses - dije fingiendo estar muy segura de mí misma. Lo vi dudar y recé internamente para que se lo creyera.
- Entonces ya has... ya me entiendes, con él, ¿no? - miraba el mantel como si prefiriera no escuchar la respuesta.
- Sí - un monosílabo que provocó un puñetazo en la mesa por su parte - Jake, ¿pero qué...?
- Tú con otro, es que no me entra en la cabeza - se estaba volviendo loco.
- Qué pretendías, ¿ser el único? ¿Después de todo? - me cabreaba que así fuera en realidad. Me sentí muy estúpida.
- Eso quería, sí, no quiero que estés con ningún otro - la rabia se vislumbraba en sus ojos marrones.
- Pues para eso deberías haber actuado como un hombre maduro, no como un niñato. Deberías haber pensado antes las consecuencias de hacer una apuesta así. Y si ya era tarde deberías haber luchado, un poco siquiera. Si tanto me querías no me habrías dejado marchar - quería pegarle un puñetazo pero seguramente me haría más daño yo.
- Intenté evitarlo, pero no pude hacer nada. Te llamé, pregunté a todo el mundo por ti, fui a buscarte mil veces a casa, estaba desesperado, no me hacías caso y ni siquiera sabía si estabas bien - estábamos en terreno peligroso, debía controlarme antes de tirar por tierra el plan.
- Pues no fue suficiente - me dolieron esas palabras más a mi que a él.
- Lo sé, y no pienso cometer el mismo error dos veces. Sé que aún sientes algo, no lo niegues, así que por pequeña que sea esa oportunidad voy a aprovecharla, no voy a perderte de nuevo. Esta vez voy a luchar hasta el final, hasta que vuelva a estar contigo - y sentí como aquellas palabras simbolizaron una promesa.
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Better than revenge
Teen Fiction"- Jake, es que es muy difícil esconder mis sentimientos... - dije con voz pastelosa acercándome aún más a él. Noté por el rabillo del ojo que todos nos miraban. Cuando estaba a pocos centímetros de su boca paré en seco y cambié la cara y el tono...