Capítulo 57: home is wherever I'm with you

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JAKE POV

- Señora Reeds, estoy esperando a que acabe de trabajar para recogerla e irnos a ver cómo ha quedado nuestra nueva casa después de comprarla y decorarla - llamé a Anna impaciente media hora antes de que su turno acabara. Llevaba en el maletero un par de bolsas con lo justo y necesario para pasar esa noche; los siguientes días ya nos encargaríamos de acabar de instalarnos.

- Jake, ¿y mi coche qué? - me preguntó divertida.

- El coche da igual, tenemos que ir juntos a ver nuestra casita - me sentía como un niño pequeño en navidad.

- Bueno, acepto sólo si te comprometes a pagar mi taxi mañana para venir - me ofreció.

- Eso está hecho - le repetí un par de veces más lo contento que estaba antes de colgar y despedirnos.

Estaba a quince minutos del edificio del periódico. En la radio sonaba Satisfaction de The Rolling Stones y yo cantaba emocionado. Cualquiera que me viera pensaría que estaba loco, pero no me importaba. Hice otra llamada para comprobar que todo estuviera listo.

- Buenas tardes señor Reeds - me contestó un hombre al otro lado de la línea.

- Hola Robert. Habéis acabado ya con los muebles, ¿no? - quería asegurarme. Ya me habían dicho que estaría todo preparado para ese día, pero no podía creerlo de lo rápido que habían sido.

- Todo perfecto - me contestó.

- Pues en una hora y medía más o menos estaremos ahí - colgué con una enorme sonrisa en la cara.

 Aparqué enfrente del edificio y subí a buscar a la rubita.

- Hola Emma - saludé a la simpática recepcionista.

- Hola Jake, es un placer verte. Anna estaba recogiendo, no tardará en salir - sonrió cálidamente.

Por el pasillo aparecieron ella y su jefe hablando animadamente sobre un artículo del periódico.

- ¿Lista? - le pregunté.

- Por supuesto - ella también estaba emocionada, sobretodo porque era una sorpresa para ella. La compré un mes y medio atrás en un impulso, pero yo sólo la había visto vacía. Después contraté un diseñador de interiores que se encargó de todo lo demás, por lo tanto, yo tampoco sabía el estado actual de la casa. Esperaba que le gustara, y a mi también, era nuestro autoregalo de bodas - Nos vemos mañana señor Austen, que vaya bien Emma - yo también me despedí y emprendimos nuestro viaje.

Estaba conduciendo y las manos en el volante me sudaban. El nerviosismo se apoderaba de mi por momentos. Faltaban diez minutos más o menos para llegar.

- Jake, ¿estás bien? - me preguntó la rubia sentada a mi lado. Asentí, no quería reconocer que estaba nervioso por si no le gustaba.

Poco después, llegamos y aparqué en la casita que se encontraba al lado de nuestro nuevo hogar. Anna me miró con una ceja levantada.

- ¿Qué? Mi bebé también necesitaba una casa nueva - dije acariciando el capó del coche. Ella negó con la cabeza riendo.

- No tienes remedio.

- ¿Entramos o qué? - le pregunté. Asintió frenéticamente y salimos del garaje. Nos quedamos fuera admirando la casa. Era una bonita casa de dos plantas. La fachada exterior jugaba con diferentes tonos grises de madera y piedra, y tenía un bonito tejado de color azul oscuro. Unos grandes ventanales captaron su atención.

- Dios mío Jake, es perfecta. Debe ser muy luminosa por dentro con tales ventanales.

- Cogí esta casa porque estaba en un buen barrio, a mitad de camino de ambos trabajos y me gustó por fuera porque pensé que pegaba totalmente contigo. Es preciosa sin ser escandalosa - sonreí. A Anna le brillaron los ojos y me arrastró por el caminito de piedras hasta la entrada de la casa. Ahí nos esperaba Robert.

Better than revengeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora