ANNA POV
Entramos al baile después de un largo rato en la cola. Jake me había comprado la entrada después de la discusión de siempre. Los del comité del baile habían hecho un gran trabajo con la decoración. Estaba ambientado en los oscars. Habían miles de focos, premios de cartón y obviamente la famosa alfombra roja que llevaba a un "photocall" donde un fotógrafo inmortalizaba a las parejas o grupos que querían llevarse un recuerdo.
- ¿No es bonito? - me susurró Jake desde atrás. Me giré sonrojada y con los ojos brillantes, y le asentí sonriendo - vamos donde los demás que ya se han adelantado, me he quedado esperando a que salieras de tu ensoñación - dijo riéndose. Le di en broma un golpe en el pecho y fuimos a buscar a los otros. Los encontramos sentados tomando algo.
- Vaya, pensábamos que no íbais a aparecer - dijo Ian moviendo las cejas insinuadamente. Sharon le dio un golpe en la cabeza - auch, ¿y eso por qué? - le preguntó sobándose el sitio donde había recibido el golpe.
- Por idiota - pero Sharon no aguantó mucho y le dio un beso. Estuvimos un buen rato allí sentados hablando tranquilamente. Entonces sonó "You gonna be my girl" y Jake y yo nos miramos, acordándonos de su actuación en mi casa una semana antes. Me cogió de la mano y me arrastró a la pista. Empezó a bailar haciendo el idiota y sobretodo haciéndome reír. Era muy divertido ver como fingía tocar la batería y la guitarra eléctrica. Cuando se cansó, fuimos al photocall, teníamos intención de coleccionar fotos nuestras de ese tipo. El fotógrafo nos hizo un par de fotos, en una Jake me cogía en brazos y en otra Jake me abrazaba por la espalda y apoyaba su barbilla en mi cabeza. Luego volveríamos a por ellas.
La noche se fue animando a medida que la gente llegaba. Vestidos de todos los colores invadían la pista de baile, y se escuchaban risas por doquier. La gente estaba animada y feliz, seguramente porque se había acabado el instituto para siempre. Pero ese ambiente tranquilo no podía durar mucho, no con ella rondando por ahí.
- Chicos, escuchadme un momento - la voz de Angie resonó por todo el lugar. No sabía qué quería pero no podía ser nada bueno. En la mano llevaba un montón de papeles. Observaba a la multitud buscando algo. Pronto lo encontró: ese alguien era yo - bien, como todos sabéis, probablemente este sea el último día que nos veamos la mayoría. Unos seguirán en contacto y otros no. Supongo que todos sois conocedores de lo mal que nos hemos llevado este curso Anna y yo - ¿qué está haciendo? Jake me miró preocupado - y bueno, como disculpa he pensado hacer una cosa por ella. Querida, vengo a sacarte de tu mentira - y entonces tiró todos los papeles que tenía. La gente empezó a cogerlos y a leerlos. De pronto todos me miraban con lástima. No entendía nada. Me abrí paso y cogí uno del suelo. Era una conversación de whatsapp entre Max y...Jake.
Max: Eh tío, ¿has visto la rubita que buena que está?
Jake: Claro que la he visto y te advierto que va a ser mía.
Max: Oh venga ya, seguro que yo la consigo antes que tú.
Jake: ¿Estás retándome? Después de tanto tiempo tendrías que haber aprendido ya que yo siempre gano.
Max: Oh hermano, no creo que esta vez lo tengas tan fácil. Me apuesto quince pavos a que me la tiro yo antes.
Jake: Va, yo me apuesto cincuenta a que me la tiro antes yo.
Max: Apuestas fuerte eh, hecho. Tenemos de fecha límite hasta final de curso.
Jake: Que gane el mejor.
Lo leí una y otra vez sin encontrarle sentido. Entonces Jake vino a mi lado y leyó el folleto. Levanté la cabeza y lo miré esperando una negativa. Pero nunca llegó. Se oyó la risa de Angie y esperé la de todos los demás. Pero ellos no rieron, sólo sentían pena. Noté como la gente se me empezaba a acercar a darme el pésame. Me los quité a todos de encima. Lágrimas empezaron a brotar de mis ojos. Miré a Jake una vez más. El muy cabrón no dijo nada.
- No quiero volver a saber nada más de ti, nunca. Te odio y odio el maldito momento en el que te conocí. Eres lo peor que me ha pasado - y salí corriendo. No veía a donde me dirigía ya que las lágrimas me cegaban. Escuché las voces de Sharon, Claire, Liam e Ian llamarme con preocupación pero no hice caso. Sólo quería desaparecer.
Fui sin rumbo durante media hora. Llevaba los tacones en la mano y tenía las piernas manchadas de barro. Daba asco y no por estar sucia. Sin saber muy bien como, acabé cerca de la cafetería donde fui con Jake en la primera cita. Primera cita...já, primera oportunidad para meterse en tus pantalones, y tú le has dejado. No necesitaba a mi mente recordarme lo estúpida que había sido. ¿Cómo podía haberle creído? Me dejé caer al suelo, en la pared del edificio. Sollocé, lloré, grité sin parar, tampoco podía. Me sentía vacía. El pecho me dolía, me apretaba y me costaba respirar. Las lágrimas no parecían acabar nunca. Dicen que las personas tenemos un número de lágrimas limitadas para llorar por alguien, siempre llega un momento que por mucho que quieras, simplemente no salen. Ojalá fuera verdad porque tenía la sensación de que no iba a parar jamás.
JAKE POV
Estaba totalmente en shock. Angie me miraba con orgullo. La gente en general con desprecio. Sharon y Claire con rabia. Liam e Ian con decepción. Pero era la mirada de Anna la que se me había quedado grabada. Sus ojos verdes estaban llenos de lágrimas y me pedían a gritos que desmintiera lo que aquel folleto decía. Ojalá hubiera podido. El dolor de su cara se me clavó en el pecho y me dolió como nunca antes me había dolido nada. Se fue corriendo y fui incapaz de moverme. Vi a nuestro grupo salir detrás de ella. Aquel grupo que ya no sería nuestro nunca más.
De pronto, volví a la realidad, de una manera tan brusca que todo el mundo se asustó.
- ¡ERES UNA ZORRA! - le grité lleno de rabia a Angie. Si no fuera porque era una mujer, la habría matado.
- No cariño, la zorra era ella. Ahora que ya está fuera del mapa tú y yo podemos...
- ¡PODEMOS NADA! NUNCA ESTARÍA CON UNA CHICA COMO TÚ. ERES LO PEOR Y TE MERECES QUEDARTE SOLA - por muchas cosas que le gritara no me sentiría mejor.
- Mira quién habla, tú no destacas por ser un gran chico. Ya ves lo que ha pasado - sus palabras me dolieron porque eran ciertas. Me giré con furia y busqué a la otra persona que había participado. Cuando lo encontré, avancé directamente hacia él y le metí un puñetazo. Noté la nariz de Max romperse con el impacto pero me dio igual.
- Esto ni se acerca a lo que estoy sintiendo yo ahora, pero para igualarlo tendría que matarte - y una vez hube dicho aquello, salí de allí. Fue cruzar las puertas del colegio y las lágrimas que llevaba rato aguantando cayeron sin control (*multimedia*). Sabía que Anna estaría muy lejos por lo que intenté localizar a Liam o a Ian.
Tío, ahora no es el momento. La has liado mucho. Me contestó el último. Él siempre había sido el bromista y alegre del grupo por lo que me impactó que estuviera así. Y todo por mi culpa. Lloré y lloré como si fuera un niño pequeño. Harto de dar vueltas sin sentido me fui a mi casa. En el camino le pegué miles de puñetazos a todo lo que encontraba. Los nudillos me sangraban, pero no había nada que pudiera aplacar lo que sentía por dentro.
Llegué a mi casa y subí a mi habitación. Volví a acordarme de todo lo sucedido y le metí un puñetazo a la puerta atravesándola. Mis padres se levantaron alarmados por el ruido y al verme en el suelo llorando con las manos llenas de sangre y la puerta rota, me levantaron y me sentaron en la cocina. Mi madre me dio un vaso de agua pero no lo quise. Me hablaban pero no los escuchaba. Sólo podía oír a mi mente decir sabía que esto pasaría, eres un gilipollas.
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Better than revenge
Teen Fiction"- Jake, es que es muy difícil esconder mis sentimientos... - dije con voz pastelosa acercándome aún más a él. Noté por el rabillo del ojo que todos nos miraban. Cuando estaba a pocos centímetros de su boca paré en seco y cambié la cara y el tono...