ANNA POV
Las vacaciones de invierno llegaban a su fin. Después del fin de semana en la nieve llegué a casa y mi habitación había sido cambiada al completo gracias a mis padres que aprovecharon mi salida para darme una sorpresa. Aunque debía hacer muchos deberes, me pasé gran parte de las vacaciones tumbada en el sofá con Jake. Nos habíamos vuelto muy buenos amigos y, aunque teníamos que aguantar constantemente comentarios de los del grupo ("a ver cuándo reconocéis ya que estáis juntos", "os hemos pillado, dejad de disimular"), nosotros no hacíamos caso.
- Rubita, se han acabado las palomitas - me dijo Jake poniendo un puchero. Yo era totalmente inmune.
- Y a mi qué me cuentas, ya sabes dónde está la cocina - la película estaba acabando y tenía que saber quién era la madre de aquella niña.
- Es la mujer de la que está divorciado el protagonista - murmuró.
- ¡Estúpido! Deja ya de joderme todas las películas sólo porque tienes hambre. La próxima vez te haré ochenta cubos de palomitas a ver si así te callas de una vez - me quedaba sin aire de lo que estaba gritando. Maldito spoiler de mierda.
- ¿Tienes la regla? - le pegué una patada - ¡Auch! Ya veo que sí, cálmate o te denunciaré por violencia de género...
- Tú sigue así que algún día me pillarás en mis días y te mataré.
- No serías capaz y lo sabes.
- No me pongas a prueba - tenía a Jake a escasos centímetros cuando le pegué con el cojín en la cara. Siempre estábamos con ese juego.
- Yo de ti no seguiría haciendo esas cosas rubita, no vaya a ser que un día seas muy lenta y te calle esa boquita - dijo con una sonrisa torcida (*multimedia*).
- Jake, vuelve al mundo real, eso nunca va a pasar, siempre seré más rápida.
- Ya veremos... - y aprovechando mi despiste me quitó el mando.
- ¡Oye! Es mi casa, yo controlo la tele. Cuando vamos a tu casa no me dejas ni acercarme a él.
- Es lo bueno de tener esta cara, que puedo hacer lo que quiero.
- ¿Qué cara? Yo no le veo nada de especial - dije fingiendo. Me miró levantando una ceja.
- Pues yo a la tuya sí que le veo algo - dijo acercándose de nuevo - es demasiado fea... - ofendida, levanté el puño con toda la intención de pegarle en el brazo pero él, viendo mis claras intenciones, me cogió las manos y se puso encima de mi inmobilizándome.
- Jake... ¿qué haces? - pregunté tartamudeando. Si normalmente ya me ponía nerviosa cuando me rozaba, en esa situación estaba que me moría. Entonces, riéndose, me dio un beso en la mejilla y se sentó.
- No hasta que tú me lo pidas, ya te lo dije - hizo alusión al momento de la cabaña. Me cogió y me sentó en su regazo. Me gustaba estar así, me hacía sentir muy cómoda y segura. Apoyé la cabeza en su pecho. Era mi lugar favorito.
- Nunca te lo pediré - insistí. Pocas ganas me quedaron de defenderme cuando empezó a acariciarme el pelo.
- Algún día dejarás tu orgullo a un lado - estaba muy seguro de sí mismo.
- No es orgullo, es realidad - cerré los ojos. Pronto me quedaría dormida.
- Va, duérmete. Cuando lo hagas te subiré a tu habitación como siempre y me iré a casa - se había convertido en una rutina extraña, pero era nuestra. Intentaba luchar contra mi sueño, pero aquella mañana había salido con Claire y Sharon y estaba agotadísima.
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Better than revenge
Teen Fiction"- Jake, es que es muy difícil esconder mis sentimientos... - dije con voz pastelosa acercándome aún más a él. Noté por el rabillo del ojo que todos nos miraban. Cuando estaba a pocos centímetros de su boca paré en seco y cambié la cara y el tono...