JAKE POV
Tenía una enorme sonrisa en la boca. Intentaba aplacarla hundiendo la cara en la almohada pero ahí seguía. Incluso intentaba irritarme por sonreír tanto por un beso. ¡UN BESO! No tenía 12 años ya. Pero con ella todo era especial. Cursiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, gritó mi voz interior. Empecé a reír como un estúpido.
- Jake, ¿qué te pasa? - preguntó mi hermanita pequeña abriendo la puerta de la habitación. Le hice ademán para que se acercara y eso hizo. La senté en mi regazo.
- ¿Qué te parece Anna? ¿Te gusta? - le pregunté muy interesado en su respuesta.
- Sí, mucho, es muy guapa. ¿Y a ti? - me preguntó de vuelta. Ella ya sabía que sí pero quería oírme decirlo. Para ser pequeña era muy lista.
- Claro que me gusta y sí que es guapa, sí - sonreí inconscientemente.
- Tienes cara de tonto cuando hablas de ella o cuando está por aquí - dijo frunciendo el ceño.
- Emily, creo que deberías ir a dormir ya.
- Pero no tengo sueño... - puso uno de sus característicos pucheritos.
- Venga va, y te llevo en brazos.
- Yupi, vale, vamos - la llevé como a una princesa y la dejé en su cama. Volví a la mía y me tumbé a pensar en Anna.
FLASHBACK
En cuanto la oí decir esas palabras me lancé como muchas veces había deseado hacer. Siempre había fantaseado en cómo sería darle un beso, pero mi imaginación no se acercaba ni de lejos a la impactante realidad. Lo que sentí con Anna era incomparable a todas mis experiencias anteriores, fueran las que fueran. Sin duda, aquello había superado todo lo demás. Estaba tan nervioso que era incapaz de pensar en nada claro. Finalmente, me dejé llevar. Miles de sensaciones recorrieron mi cuerpo. Por una parte, sentía que las piernas no me aguantarían de pie mucho más aunque a la vez tenía unas ganas inmensas de echar a correr. Por otra parte, tenía algo en el estómago que me incomodaba muchísimo, me lo revolvía y me ponía muy nervioso. Quizá estaba enfermo. Son las mariposas, idiota, me reprendió mi mente en un acto de lucidez. Oh Dios mío, no me jodas que me está pasando toda esa mierda de las pelis y los libros, me lamenté. Amigo, hace mucho que estás perdido, mi subconsciente, consciencia, otro yo o lo que eso fuera estaba dispuesto a no dejarme en paz. Poco a poco me separé por la única cosa que me motivaría romper el beso: verle la cara. Necesitaba saber cómo se sentía al respecto, si la había decepcionado, si se había dado cuenta que no sentía nada o si era una broma pesada suya.
- ¿Y bien? - pregunté patéticamente. Yo nunca había sido así. Ella me miró fijamente y sonrió. Sin saber qué significaba exactamente aquella sonrisa, le sonreí de vuelta por mero acto reflejo - vamos a dar una vuelta - dije ofreciéndole mi mano la cual cogió. Unas pequeñas corrientes eléctricas viajaron por mi brazo con su toque, como siempre pasaba. Era agradable.
Llegamos a un parque y nos sentamos en un banco. Teniendo en cuenta que era invierno, hacía bastante frío por lo que la abracé cuando tiritó levemente. Se sonrojó y sonrió.
- Oye Anna, sobre lo que ha pasado... - empecé a explicarle.
- Da igual Jake, podemos hablar de esto mañana. Ahora estoy bien así - dijo apoyando su cabeza en mi hombro. Cerró los ojos y me quedé mirándola embobado como un tonto - ¿nunca te he dicho que me intimidas cuando me miras de esta manera?
- Pero si tienes los ojos cerrados - repliqué. No pensaba dejar de mirarla.
- No seas tonto Jake, aunque no te esté viendo noto que me miras - negó con la cabeza sonriendo.
- Ah... - respondí inseguro - bueno, ¿y esto dónde nos deja? - la rubita suspiró, se apartó y abrió los ojos.
- Jake, es mucho más complicado que eso, así que vamos a acabar de pasar bien la noche y lo hablamos mañana tranquilamente.
- Podemos ir a desayunar a algún lado - sugerí.
- Me parece bien - aceptó sonriendo. Aquello me quitó un peso de encima, supuse que el hecho de que hubiera aceptado de buen grado significaba que todo iba bien. No sabía desde cuando me preocupaba tanto por aquellas cosas.
Estuvimos un rato más en el parque hablando tranquilamente pero pronto tuvimos que irnos ya que el frío se hacía insoportable. La acompañé a su casa como siempre hacía pero, a diferencia de otros días, me despedí dándole un beso como Dios manda. Todo sonriente me fui hacia casa
FIN DEL FLASHBACK
Reconocía que la rubita me gustaba. Era estúpido seguir negando esa evidencia, pero no iba a enamorarme. No lo decía por decir, simplemente era un hecho científico, yo no estaba hecho para eso. Ay, por favor, no me vengas con gilipolleces, tampoco te gustaba nadie nunca y mira. Deja de ser tan idiota o la cagarás, desde luego aquella parte de mí se había posicionado totalmente en mi contra. Además, si cuando piensas en el beso y en ella tienes la misma cara que el icono del whatsapp que tiene dos corazones por ojos (♥.♥), y seguía, sin parar. Decidí dormirme para callar mi voz interior y para lograr despertarme al día siguiente para ir con la rubia a algún sitio. Pensando algún luegar especial al que llevarla me quedé dormido.
- Vamos, despierta, son las diez, levanta - había alguien saltando en mi cama. Quería dormir más pero darme cuenta de la hora me hizo levantarme de un salto. Mi hermana Emily casi cae al suelo del susto.
- Gracias por despertarme, Em - le revolví el cabello.
- Ah, de nada, ¿vamos a jugar? - preguntó esperanzada.
- Ahora no puedo enana, tengo que ir a por tu amiga Anna.
- ¿Tu novia? - esas palabras primero me asustaron por lo reales que parecían después de la noche anterior, pero después me gustaron, no sonaban tan mal.
- Anda baja a ver la tele, dibujos o lo que sea que den a estas horas. Voy a arreglarme un poco - dije mirando el desastre que era en el espejo del baño.
- ¡Jake se va a arreglar para ver a su novia! - gritó mi hermana por el pasillo mientras bajaba las escaleras corriendo. Maldito demonio.
Intenté poner un poco en orden mi pelo con agua y algo de cera. No sabía si llamarlo obra de arte, pero diría que no quedó tan mal. Me lavé los dientes y la cara, y conseguí parecer un poco más humano. Fui a mi armario y cogí ropa de abrigo (*multimedia*). Bajé las escaleras con la intención de salir de casa. Le mandé un mensaje a la rubita diciéndole que ya iba.
- ¿Es cierto lo que dice tu hermana? - preguntó mi madre curiosa desde la cocina.
- Em... no, no, no, no, sólo voy a salir con Anna - era un inútil disimulando en cuanto se trataba de ese tema. Qué me había hecho aquella chica.
- Oh, vaya. Te dejo tranquilo, no te voy a molestar más, pero que sepas que se ve buena chica, me gusta, y además es muy guapa - dijo mi madre.
- Vale mamá, lo he pillado - la corté algo incómodo. Me despedí y salí de casa.
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Better than revenge
Teen Fiction"- Jake, es que es muy difícil esconder mis sentimientos... - dije con voz pastelosa acercándome aún más a él. Noté por el rabillo del ojo que todos nos miraban. Cuando estaba a pocos centímetros de su boca paré en seco y cambié la cara y el tono...