ANNA POV
Estaba esperando a que llegara Jake a picarme. Me había arreglado demasiado pronto y mientras el venía estaba dando vueltas por mi casa. Llevaba quince como mínimo. No paraba de imaginar miles de situaciones. Anna no te aferres a eso porque luego Jake no seguirá el guión y te perderás, improvisa. Es verdad, mi otro yo tiene razón. Mis padres estaban sentados en el sofá del salón viéndome pasar una y otra vez.
- Anna, ¿se puede saber que haces? - preguntó mi padre con cautela.
- Nada - monosilabeé.
- ¿Con quién has quedado esta tarde que estás tan nerviosa? - preguntó mi madre con curiosidad.
- Con nadie - respondí demasiado deprisa.
- Oh, vaya, entonces esta tarde no vas a salir, ¿verdad? - insistió.
- Sí, pero con Jake como siempre... - intenté disimular inútilmente. Me preocupaba más mi padre que mi madre, estaba sentado observando en silencio.
- Ay, me encanta ese chico. A ver cuándo nos lo presentas ya como tu novio oficial - mi padre se atragantó con el agua que estaba bebiendo y yo me ahogué con mi propia saliva.
- ¿PERO QUÉ DICES, MAMÁ? ¿TE HAS VUELTO LOCA DEL TODO? - empecé a gritar histéricamente. Anna tranquilízate, no es como si fuera la primera vez que quedas con Jake, me reprendí. Pero sí es la primera vez que lo veo después de haber reconocido que me gustaba...un poquito. Touché.
- ¿Cómo que del todo? Soy tu madre, no me hables así. Te lo paso esta vez porque estás enamorada y tienes las hormonas revolucionadas - mi padre y yo nos miramos con cara de pánico.
- ¡MAMÁ CALLA YA! ¡NO DIGAS ESA PALABRA MÁS EN MI PRESENCIA!
- Cariño, algún día tenía que pasar. Ya empezaba a pensar que eras asexual. Pero bueno, al fin te has enamora... - y el timbre sonó. Salvada por la campana.
- ¡ADIÓS! - grité y salí corriendo. Abrí la puerta y ahí estaba Jake. Su olor a one milion me impactó como una bola demoledora pero no dejé que eso me frenara. Lo arrastré lejos de mi casa en dirección a la suya antes de que a mi madre se le ocurriera salir a decir alguna burrada. Si alguien tenía que decir alguna aquella tarde, esa era yo.
- Hola, eh - dijo al rato.
- Ay, hola, perdón - respondí.
- ¿Por qué tanto griterío hoy en tu casa? - Mierda, bueno, Anna esta es la tuya, tú puedes, vamos.
- Mi madre ha empezado a desvariar, ya sabes... - insinué.
- No, no sé - maldito Jake, siempre va de listillo y para un día que no quiero decir ESO en voz alta no es capaz de pillar nada.
- Sí, hombre, está igual que April, Mina, Liam, Ian, Sharon, Claire... se les ha unido al club - me sentía patética, incapaz de decirle las cosas como quería.
- ¿Un club? - lo iba a matar.
- Joder, se cree que nos gustamos - solté cansada.
- Ah, ¿y eso no es verdad? - me preguntó quitándole importancia. Me empezaron a sudar las manos.
- ¡No! O sea sí, oh Dios mío qué estoy diciendo, no, sí, ¿no sé? Ay, somos amigos, ¿verdad? - ya hiperventilaba a esas alturas. El peor rato de toda mi vida. Moriría intentando decirle a un chico que me gustaba. Bueno, era una buena frase lapidaria.
- ¿Y eso qué tiene que ver? Podemos ser amigos y gustarnos - me estaba empezando a marear y me estaban entrando arcadas. Nerviosa era poco. Estaba al borde de un ataque al corazón.
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Better than revenge
Teen Fiction"- Jake, es que es muy difícil esconder mis sentimientos... - dije con voz pastelosa acercándome aún más a él. Noté por el rabillo del ojo que todos nos miraban. Cuando estaba a pocos centímetros de su boca paré en seco y cambié la cara y el tono...