Gracias por los 4M de lecturas *o*
El martes por la mañana subí al autobús, tiesa y recta, como un cadáver. Me encontraría con Felix después de lo que casi ocurre el día anterior y no me hacía una idea de qué expresión poner al verlo. El peor acompañamiento a mi duda trató en teorizar la reacción que él tendría hacia mí. Felix solía ser demasiado... inestable e impredecible, como la tarde anterior; al comienzo me decía tantas cosas lindas y luego me ignoró completamente. Sé que a esas actitudes debía ponerle un paro yo, pero la rebeldía de mi inquieto corazón olvidaba todas sus malas costumbres con solo una mirada.
Comprendía perfectamente porqué algunos adultos llamaban la adolescencia como «La edad del pavo», personalmente entraba a esa categoría sin debate.
Muchos chicos no toman tan enserio el sexo y ese paso a ser una persona "sexualmente activa", como el par de gemelas que se encontraban sentadas al final del bus, y a las que saludé con una tímida sonrisa. Yo, en cambio, quería que fuese algo especial, con una persona especial... aunque lo primero se dificultaba con creces.
Sentada en medio del gallinero, igual de tiesa como caminé hasta ellas, me quedé mirando la entrada del bus a la espera que el motivo de mis cosquillas en el estómago apareciera.
—¿Qué pasa, Floyd? —preguntó Fabi reclinándose sobre el asiento para mirar mi pálido perfil.
—Nada, ¿por qué?
Su gemela llevó una mano a la barbilla y achicó sus ojos examinándome con la sospecha latente. Tan evidente era que ni siquiera podía actuar con naturalidad, ni hablar de mis intentos de actuación pésimos. Decir «nada» quería decir «muchas cosas», mis amigas lo sabían bien.
—Nos estás ocultando algo —manifestó la gemela.
—No.
Hipé.
—¿Se trata sobre Felix? —curioseó Eli, uniéndose al chisme.
—Absolutamente negativo.
Otro «hip» delator. Poe escribió El corazón delator, yo escribiría El ataque de hipo que me delata siempre. Maldije internamente porque después de tanto tiempo seguía con aquella tragedia que no me permitía mentir, a nadie.
—Tuvieron relaciones —dijo Fabi con seguridad.
—¡No! —Todas esperamos el «hip» que no se oyó. Punto para mí, pues técnicamente no tuvimos sexo, solo besos y caricias que iban a encaminarse a ello—. No hemos...
—¿Casi? —interrumpió Nora.
Guarde silencio aplanando mis labios mientras me dedicaba mentalmente a buscar una ventana abierta y lanzarme a la calle sin medir consecuencia alguna.
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Un beso bajo la lluvia
Teen FictionLluvia y sol. Chocolate y menta. Multicolor y monocromía. Así son Floyd y Felix; dos amigos de la infancia que se reencuentran bajo las circunstancias menos esperadas y el día menos pensado. Pero lo que fue de una amistad ya no es más que recuerdos...