sudor y besos.

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U N O

s e b a s t i a n     s t a n .

sudor y besos.

Me encontraba al borde del colapso físico, pero aun muriendo seguía entrenando como si mi vida dependiese de ello.

-¡Vamos |T/N|! Solo faltan unas cuantas. –Don intentaba motivarme con pequeños aplausos y sonrisas furtivas.

Llevaba unas doscientas sentadillas y podía sentir como mis piernas me pedían piedad desesperadamente.

Demonios, una más y moriría ahí mismo, a los pies de Don y con mi sudor recorriendo cada parte de mi cuerpo. Simplemente asqueroso.

-Ya son suficientes. –sentencio Don dándome un leve golpe en el hombro- Bien hecho, mañana seguiremos con tu entrenamiento. –su largo dedo índice me señalo y no evite sonreír ante sus cejas arqueadas.

-Cielos, Don; la chica va a morir si le sigues exigiendo de esa manera. –una voz grave y no reconocida por mí se escuchó en toda la estancia provocándome leves escalofríos.

-Sebastian, amigo. –replicó Don en forma graciosa- Creí que no volverías a este lugar nunca.

Ellos se saludaron con un corto abrazo y algunos golpes amistosos en la espalda. Después del pequeño saludo mis ojos encontraron al tal Sebastian en toda su gloria.

¡Santa madre del brócoli!

Sus ojos azules eléctricos me escudriñaron de arriba abajo sin ningún pudor, provocando un gran escalofrío por mi parte.

El hombre era alto, musculoso y con una mirada penetrante que podía hacerte llegar al orgasmo con solo mirarlo detenidamente.

Simplemente estaba esculpido por los mismísimos dioses.

-Sebastian Stan. –se presentó tomando mi mano y besándola.

-Ella es mi nueva primogénita Stan, |T/N| no confies en lo que este hombre te diga, cariño. –ellos rieron y sentí como empezaba a estorbar en aquel lugar.

-Creo que es hora de irme –murmuré abrazando a Don levemente- hasta luego, Sebastian.

Tomé mi mochila y mi botella de agua y salí con paso apresurado de allí, ese chico me ponía nerviosa, realmente nerviosa.

Busqué mi auto con la mirada y me acerqué hacia el a la par que buscaba mis llaves.

Escuche pisadas apresuradas y mi corazón se agitó rápidamente, podía jurar que saldría disparado de mi pecho.

Vi al amigo de Don acercarse hacia mí para después acorralarme contra la puerta de mi auto.

-Hola hermosa. –él sonrió y estampo sus labios contra los míos.

-¡Tian! –chille alejándolo- Alguien nos puede ver.

-Bebé, entiéndeme no te he visto en todo el día. –dio una sonrisa de lado y se apegó más a mí, como si fuese eso posible- Viéndote así sudada me recuerda que yo también te pongo agitada y sudorosa. –reí golpeando levemente su pecho- Agradece que no me deshago de esa ropa y te hago mía aquí mismo.

El calor subió rápidamente a mis mejillas e inevitablemente un gemido salio de mi boca.

-|T/N|, sexy |T/N| -gruñó sobre mis labios- te extrañe, bebé.

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¡Aquí mi primer imagina!
Oh cielos, realmente estuve pensando muchísimo sobre esto y me puse demasiado nerviosa en el momento que comencé a escribir, pero solo deje que fluyera y así quedo.
Realmente espero que les guste muchísimo.

Quiero Agradecer el apoyo de @@virinervo  , ya que ella es quien me ha estado apoyando en este gran proceso para mí.
Así que solo espero que se relajen y disfruten.

-Lía.

ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora