blue. (parte 3)

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ATENCIÓN
Contenido sexual explícito, leer bajo discreción.

C U A R E N T A Y S E I S
s e b a s t i a n s t a n .

blue. (parte 3)

Sus labios no soltaban los míos en ningún instante. Los devoraban con ferocidad, la intensidad y la pasión era exorbitante, sentía las piernas flaquear con cada segundo que transcurría.

Sus manos descendieron de mi cara hasta posarse en mis pechos, los acariciaba por encima de la tela con necesidad, un gemido salió desprevenido de mi boca.

-Dios, eres tan sexy. -gruñó excitado.

Con veracidad aparte su saco y camisa, quería ver ese escultural cuerpo que aquel adonis poseía, si, era muchísimo mejor a como lo recordaba.

Mi mano atrapó su miembro bajo el pantalón negro, los dientes de Sebastian se incrustraron en mi labio inferior, revivir la experiencia me estaba llevando a límites inimaginables

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Mi mano atrapó su miembro bajo el pantalón negro, los dientes de Sebastian se incrustraron en mi labio inferior, revivir la experiencia me estaba llevando a límites inimaginables.
Una de sus manos se desvió al cierre trasero del vestido, bajandolo lentamente, en este punto la ropa quemaba mi cuerpo, necesitaba deshacerme de todo obstáculo con su cuerpo. El vestido cayó a nuestros pies, los ojos curiosos de Sebastian recorrieron sin pudor mi cuerpo, un escalofrío recorrió mi espina dorsal, ojos eléctricos llenos de deseo, nunca me había sentido cohibida con mis curvas, y al ver la expresión de satisfacción de él había despertado un deseo imparable en mi.

Sus manos atraparon mis pechos descubiertos pellizcando mis pezones, gemí ante el contacto, se sentía jodidamente bien.

-¿Así te gusta, eh? -gruñó aún en mis labios.

Sus labios descendieron con besos fogosos y húmedos hasta llegar a mis redondos pechos, Sebastian mordía y succionaba, como queriendo sacar algún punto jugosos de mi en aquella zona débil; los gemidos de mi parte no se hicieron esperar, el placer era exquisito.
Una de las manos de Sebastian estrujó mi nalga derecha, para después azotarla con fuerza, un jadeó salió de sus labios estremeciéndome.
Sus labios continuaron bajando lenta y dolorosamente, succionando mi piel dejando leves marcas atrevidas, quería que no parará jamás, no podía definir lo que sentía, mi cordura estaba apunto de su extinción.

-¿Quieres que siga bajando? -gimió deteniéndose en mi abdomen.

-S-si, hazlo Seb-bastian. -mi voz era una maraña de palabras atascadas.

-¿Ah sí? -rió bajo- ¿Quieres que llegué aquí? -sus dedos tocaron mi centro haciéndome gemir, dios, aquella zona palpitaba por atención- ¿Quieres que te folle con mi lengua?

Asentí incontables veces, quería que me hiciera suya de todas las maneras posibles.

En el momento que su aliento entró en contacto con mi centro perdí toda la cordura que pudiese tener.
Su lengua se balanceaba de arriba abajo, gemí tan fuerte que temí que nos encontraran.

-Siempre sabes tan bien. -murmuró sobre mi centro enviando espasmos por todo mi cuero.

-No pa-pares. -gemí observándolo, mis manos se enredaron en su cabello y lo empuje hacia mi, sentí como sonreía sobre aquel punto tan débil.

Sebastian continuó jugando con mi núcleo, su lengua era lujuriosa y sabía lo que hacía, él siempre sabía lo que hacía. Sus manos atraparon mis pechos y continuaron masajeandolos al paso que lamía todos mis jugos.
Sentía que iba a llegar pronto, veía el orgasmo como un pequeño destello de luz acercándose hacia mi, pero de pronto se alejó rápidamente.

-¿Por qué te detienes? -gruñí.

-Tienes que venirte conmigo dentro, mi amor. -la mirada lujuriosa de Sebastian me dió escalofríos, ambos jadeabamos, y en el momento que su observé su miembro el más intenso gemido salió de mi.

Si miembro entró lentamente en mi, me sentía completa, extasiada, su cara de placer me llevaba a mundos inimaginables.
Los movimientos de Sebastian fueron lentos en un comienzo, entrando y saliendo mientras nos besábamos con pasión, luego el sexo rudo comenzó, sus movimientos rápidos me descolocaron de quien era yo, el destello de luz del orgasmo se vio venir, el miembro de Sebastian cada vez se hundía más en mi, yo solo gemía y mordía su hombro intentando aplacar el placer extasiado.

-Vente para mí, hermosa. -gimió en mi cuello dejando leves besos.

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¡A bañarse pecadoras!
😂😂
Espero les haya gustado, por fin terminé Blue, solo me queda decir que escribir +18 fue bastante complicado.
Así que no siendo más, me despido, perdón por la demora.

-Lía.

ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora