ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.

¿engaños y mentiras?

V E I N T I S I E T E 

s e b a s t i a n  s t a n . 

¿engaños y mentiras?

sebastian point of view. 

¿Sería esto verdad? ¿Ella estaba haciendo todo esto? No podía creerlo simplemente, no tan fácil, ella no era así. Esta no era la chica que yo conocía, no era la chica de la cual me había enamorado, esto era simplemente imposible. 

•••

-Buenos días, mi vida. -me besó en los labios y mi sonrisa se amplio una vez la visualice por completo, ella tenia puesto el vestido que le había regalado meses atrás. 

-Te vez muy bella, bebé. -comente mirándola de arriba abajo, ella sonrió. 

El desayuno transcurrió con risas y jugueteos por su parte, algo totalmente normal en nuestros desayunos. Hoy era mi día libre y ella no lo sabía, así que quería darle una buena sorpresa con eso; seguro que ella dejaría a un lado su libro por pasar un rato conmigo, así que no me preocupaba del todo. 

-Estaba pensando que tal vez hoy podríamos salir a algún lugar. -ella dejó los trastes y volqueó su vista hacía mi- ¿Qué? -curiosee en broma al ver su expresión. 

-¿No tenías una sesión de fotos hoy, Seb? -negué con una sonrisa- ¿O sea que tienes un día libre? -asentí tomándola en un abrazo. 

-Es genial,  ¿no crees? -su mirada se apartó de la mía al igual que la cercanía de nuestros cuerpos- ¿Qué ocurre? 

-Seb, yo, yo tengo algo pendiente que hacer hoy.  -se veía nerviosa.

-¿Qué? 

-Lo siento, nos vemos en la noche. -dio un improvisado beso en mi frente y se marchó tomando su abrigo. 

¿Qué demonios acababa de ocurrir?

No evite bufar y tumbarme de golpe en el sofá, ¿qué demonios le ocurría? Ella nunca en los cinco años de relación que llevábamos se comportaba de aquella manera. De hecho, podría asegurar que la chica que yo recordaba se hubiese puesto sumamente feliz, me daría un fogoso beso y estaría planeando que haríamos el día de hoy. Pero eso no había sucedido.

-Hey, Ant. –saludé una vez él había tomado el teléfono.

-Bastian, ¿En qué te puedo ayudar? –su voz era animada, sentí que mi día no estaba tan bueno como el de él.

-Pensaba en una tarde de chicos, ¿Qué dices?

-Dame quince y estaré en tu casa, adiós. 

  ••• 

La tarde había transcurrido con normalidad, Anthony y yo estuvimos todo el tiempo jugando con la Xbox y tomando cerveza sin importar el resto. La noche había caído en la ciudad de Nueva York y mi novia aún no llegaba.  

Demonios. 

Estaba solo y el frío que se colaba por las ventanas me hacia titiritar, no me gustaba sentir frío cuando estaba solo, me recordaba una soledad inmensa que había sufrido en Rumanía, y recordar no era lo mas bonito que yo podía sentir.