ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.

3 AM. |parte 2|

S E S E N T A Y S I E T E

s e b a s t i a n s t a n

3 AM. |parte 2|

Las repentinas luces que se cuelan por mis pestañas y llegan hasta el iris de mis ojos provoca que los abra con fuerza, parpadeando un par de veces para acostumbrarme a las incomodas luces rojas y azules que me aturden con fiereza.

Mi alrededor se ha llenado de un sinfín de personas que se acercan alarmadas a lo que parece ser un accidente que ha ocurrido un par de metros hacia la derecha.

Me levanto del suelo sosteniéndome con la palma de las manos que me impulsan clavándose algunas de las pequeñas rocas del pavimento, y la ausencia de dolor que provoca esto me deja anonadada, la droga parecer alcanzar un espasmo en mi sistema nervioso que retiene las sensaciones físicas, causándome una inmensa risa, sintiéndome poderosa casi como si fuera Superman en aquel momento.

Mis piernas me alejan del accidente y me encamino hacia mi hogar, con la esperanza de que mi novio no se enoje por llegar en aquel lamentable estado. Los últimos meses han sido difíciles, y el sentimiento de querer arreglar las cosas con él es latente, necesito luchar por un nosotros. Y superar las dificultades, justo como él me había propuesto.

Observo con detenimiento la placa urbana que me demuestra que estoy a solo un par de cuadras de nuestro departamento y con una sonrisa en el rostro me dirijo hacia allí.

- Se que lo solucionaremos. -sonrío para mí misma.

Mis ojos me engañan y al detenerme en una esquina casi puedo observar nuevamente la placa urbana repetirse, tallo mis ojos borrando todo rastro de ebriedad leyéndola nuevamente, y la sorpresa de que se repita me provoca una pequeña risa.

Dios, estoy tan mal que estoy caminando en círculos.

Me deslizo en la banqueta sentándome con la esperanza de recobrar un poco la cordura y poder llegar a casa, mientras observo a los transeúntes acercarse más y más a la ambulancia que aún se mantiene a unos cuantos metros de mí.

Siento que he pasado una eternidad en la banqueta y con la determinación necesaria me levanto de esta para encaminarme nuevamente a mi destino, siendo sorprendida por el cuerpo de un hombre que corre despavorido por mi costado casi tumbándome en el proceso; pero en cuanto su olor se cuela por mis fosas nasales una sonrisa instantánea aparece en mi rostro.

Sebastian.

Troto detrás de él con la intención de alcanzarlo y en cuanto se detiene aspiro lo mejor que puedo para recobrar el aliento, estoy emocionada por verlo nuevamente que puedo sentir como mi corazón late con fuerza y un sonrojo involuntario se cuela entre mis mejillas.

- Sebb. -susurro nerviosa una vez estoy cerca de su cuerpo- Iba justo a casa, te necesitaba ver.

Su cuerpo se aleja poco a poco de mi con pasos pausados acercándose cada vez más al accidente, asustándome y calando mis huesos con el frio de su cuerpo.

- Sebb. -susurro nuevamente acercándome a él con algunas lágrimas en mis ojos.

No quiero llorar, pero me quiebro de todas formas al ver como sus rodillas se estampan contra el suelo y un grito gutural sale de lo más profundo de su garganta, asustándome.

- Oh, ¿dónde estas mi amor? -solloza- Vuelve a casa, solo vuelve a casa.

Sus gritos taladran mis oídos provocando que cierre mis ojos por el dolor que me provoca. Mis manos se cierran en cada costado de mi cabeza apretándola, intentando apartar el dolor de sus gritos de mi mente y en como su sollozo se convierte en un llanto indescriptible.

Me acerco a pasos lentos hasta Sebastian con la intención de tomarlo del hombro para que nos marchemos a casa y pueda apartar todo el miedo que crece como la marea en mi pecho destruido.

- Si tu sangras, yo sangro igual. -su grito es cada vez más fuerte y su cuerpo tembloroso abrazar algo en el suelo- vuelve a casa.

Mis pies se detienen a un lado de su cuerpo llamándolo nuevamente con la voz llorosa que sale a trompicones de mi garganta y que él parece no escuchar. Lo tomo del hombro intentando levantarlo, pero la fuerza que ejerce mi mano es casi imperceptible, casi inexistente.

Su ancho cuerpo se separa lentamente del suelo y la presión en mi pecho se ensancha en cuanto la imagen del suelo me es permitida.

En la acera, la piel brilla ante los últimos atisbos de luna, mostrándose más pálida de lo que en algún momento fue, siendo cubierta por algunos de aquellos lunares que se esparcían con simpatía por toda su longitud; y aquel par de labios secos, aquel par de labios compiten por sostener el poco de carmín que mi cuerpo inerte se roba poco a poco.

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Inspirada/Basada en la canción de Where's My Love de SYML.

Jejeje, por si no lo han notado, estoy intentando hacer un "maratón" de historias basadas en 6 canciones que me encanta. Pero podría cambiar una de ellas por alguna canción que quieran, así que coméntenla abajo y si me inspira algo pues hará parte de mi mediocre maratón.

-Lía.