ojos café. |parte 2|

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C I N C U E N T A  Y  S E I S

s e b a s t i a n  s t a n .

ojos café. |parte 2|

La noche de ayer, un terrible accidente envolvió las calles de Nueva York, cuando un auto aparénteme sin pasajero arroyó un vehículo. El impacto fue tan fuerte, lo cual provocó que el vehículo plateado rodara unos cuantos metros, quedando boca abajo con su conductora, poco tiempo después la ciudadana....

- No mires eso. -su voz profunda interrumpe.

Sus ojos eléctricos me reciben, fríos, enojados; su cuerpo termina de cruzar el umbral de la puerta y se sienta junto a mi en la pequeña cama de hospital.

- No recuerdo nada de eso -murmuro con dificultad- ¿Por qué, por qué iba sola por ahí? En la noche -mi voz apagándose cada vez más.

No entendía nada, simplemente había despertado en esta cama de hospital encontrándome con el cuerpo de mi novio tumbado en un lateral, ese accidente ni siquiera se había sentido como una pesadilla, parecía haber sido borrado de mi memoria.

Sus ojos me escanearon mientras una de sus manos tomaba mi mejilla, acariciándola, reconfortándome.

- Ya sabes lo que dice el doctor, cariño -susurró depositando un beso en mi frente- no te sobre esfuerces para recordar, te hará mal.

Sebastian se mantuvo conmigo toda aquella tarde, contándome sobre su nuevo proyecto en el cine, y en como lo habían aceptado en este, le sonreí con dolor, él se sentía tan lejano para mí, no se sentía como mi adorable pareja.

Algunas veces simplemente uno se desenamora.

La noche cayó rápidamente y con ella Sebastian, quedándose dormido en uno de los incomodos sillones de la habitación. Mis ojos no dejan de observarlo, intentado descifrar algo, intentado creer que estoy loca y que el accidente simplemente me tiene desconcertada y que lo amo, que amo aquella persona que respira tranquilamente.

Mis pies se sienten fríos una vez salgo de la habitación, estoy descalza y una sutil manta cubre mi cuerpo, quiero salir de allí, escapar de aquellas cuatro paredes blanquecinas que me ahogan, quiero correr, correr lejos de aquí.

De pronto mi trasero choca contra el suelo por el impacto, un brazo se entiende delante de mí ayudándome a parar y allí están, aquellos ojos castaños que inundan mis sueños.

- Te tengo. -susurra con una sonrisa.

Parpadeo repetidas veces intentado descifrar de donde reconozco aquella voz, de donde son esos ojos profundos y de donde he sentido esas fuertes y agradables manos que desprenden un cálido agarre.

- Ho-hola -tartamudeo como estúpida- ¿Te conozco?

Él sonríe.

- Soy Oscar -besa mi muñeca con delicadeza- Isaac.


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Bueno ya, pero es que lo amo ¿vale?

-Lía.

ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora