carta de corazón. |parte 2|

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V E I N T I D Ó S
l a n c e  t u c k e r .

carta de corazón. |parte 2|


Las hojas otoñales caen aleatoriamente por toda la ciudad; observo las calabazas con felicidad logrando recordar alguna que otra parte de mi infancia.

Han logrado pasar cinco años desde que no sé nada de Lance y aunque pudo ser doloroso en un principio, ahora es solo algo del pasado.

-¡Alee! -escucho el chillido de Sia, mi mejor amiga, quien corre a toda velocidad hacia mi- ¡Alee!

-No grites, logro escucharte perfectamente. -ella rió.

-Los gritos logran darle más dramatismo a mi monólogo. -Sia era la persona más alegre y entusiasta que conocía, y el solo hecho de estudiar teatro le daba como tres puntos más a su personalidad.

-Bien, ¿y que es lo importante? -sus ojos verdes me escudriñaron con perversidad asustándome en el proceso.

-Acabo de ver el chico más sexy del mundo, Alee -sus brazos se movían exageradamente dando un toque de dramatismo más profundo, justo como le gustaba.

-Sia, no es importante para mí. -replique.

Sus brazos se envolvieron en los míos y a medida que me abrazaba más fuerte, y me cortaba la circulación, avanzábamos hacia Coopers, una cafetería local.

Coopers tenía todo el ambiente ochentero, algo que claramente atraía a las personas aquel lugar, no podías irte de Amhert sin por lo menos haber ido a tomarte un café al lugar.
El lugar estaba hasta el tope, algo muy poco común realmente, si al caso cabíamos con Sia, y eso que nuestra contextura no estaba para nada mal.

Risas y bullicios era lo que más penetraba tus odios, ¿quién demonios hacía reír tanto?

-¡Tucker! ¡Tucker! -escuche en gritos.

Mi corazón se detuvo por nano segundos, era él.


Demonios.


Después de todo este tiempo él volvía, él estaba aquí, no era otra de mis alucinaciones.

Recordaba todas aquellas semanas enteras intentando saber sobre su paradero después de haber leído su carta, porque a pesar de que él era un idiota arrogante y narcisista me había enamorado de aquellos ojos océano eléctrico, y ahora él estaba a algunos metros de mi.

-¡Amigos! -los gritos cesaron- Debemos brindar porque nuestro Lance jode vírgenes Tucker volvió. -y el lugar estalló en gritos y risas.


Ese, ese apodo, yo... ¿era por mi?


Las lágrimas se acumularon en mis ojos tan fuerte como sus gritos, Lance reía y bebía entusiasta y el hombre que había gritado quien reconocí como Connor aplaudía y reía con ferocidad.

-Alee, Alee -unas manos escuálidas y pálidas zarandeaban mi cuerpo de un lado a otro- ¡Alee!

-Yo... yo no -gemí volviendo en mi- ¿Qué est-ta ocurriendo?

-Eso te pregunto yo a ti, Alee -ahora me daba cuenta que no seguíamos dentro de la cafetería- ¡Estas llorando, por dios!

-N-no, es su-sudor -limpie mi rostro velozmente, mis palabras se escuchaban lejanas y extrañas, como si una licuadora estuviese dentro de mi garganta.

-Seguro -Sia soltó mis hombros e intento recoger su cabello cobrizo en una coleta alta- ¿Qué ocurrió allá dentro? -negué con la cabeza- Te perdiste y cuando halle contigo estabas llorando y estática, ¡un hombre casi te cae encima!

-Estas exagerando -replique.

-No, no lo estoy. -su mirada era confusa y cansada, dios ¿porqué él había vuelto?


•••


A la mañana siguiente tome las primeras prendas limpias y un par de adidas y salí disparada hacia la casa de los Tucker, necesitaba respuestas y por mi nombre que las encontraría.

Una, dos, tres veces llame a la puerta y nadie contestó.

Enojada y sulfúrica volví mi mano puño y con toda la fuerza que tenía golpee esa puerta.

-¡Ya voy! -escuche un grito masculino dentro de la casa- ¡Dije que ya voy maldita sea!

Unos segundos después la puerta se abrió revelando a un Lance empapado y con una toalla cubriendo solamente sus partes íntimas.

¡Maldita sea!
Él estaba mejor de como lo recordaba, podía sentir como el calor subía a mis mejillas.

-¿Qué quieres? -gruñó molesto mirándome de arriba a abajo.

-Yo-yo necesito respues-estas -mi voz era un manojo de nervios, todo mi cuerpo estaba nervioso con su presencia.

-¿De qué demonios hablas? -gruñó, él nunca me había hablado de aquella manera, ¿quién era está persona?- No tengo que dar ninguna maldita respuesta, ni mucho menos a una niña como tú.

-¿Qué te ocurrió? -lo corte intentando elevar mi tono de voz algunas octavas- Te he estado buscando todo este tiempo, después de esa carta yo... yo intenté...

-Largo -su voz enojada corto mi discurso- No te quiero ver nunca más, ¿no entiendes que todo era un juego? -él rió- Esa estúpida carta, solo quería que cayeras como siempre sabes hacerlo.


No me permitiría llorar, no lloraría por él, no sería débil ante su expresión frívola y desquiciada.


-Eres estrésante -bufé- no puedo creer que te escogí porque creí que valía la pena, valía los riesgos, no se porque lo hice, es tan estúpido pensar en que lo he hecho.

-Eso es porque eres una niñita - rió escandalosamente- Eres simplemente un niñita -me guiñó un ojo provocándome nauseas, y cerró la puerta de golpe, y en mi cara.

Recogí mi dignidad del suelo y con la mente en blanco me marche.


///


lance point of view.

Dos años fundido, tres años en rehabilitación, ¿y para qué?

Romperme en cuanto la vi.

No podía continuar pensando en que en algún momento lo jodería, jodería cualquier cosa con ella, ¿pero a qué precio? Joderlo antes de que empezara.

¡Maldición!

Siento las lágrimas golpear atrás de mis ojos con veracidad. Dejo caer mi cuerpo al suelo y ahogo un grito de dolor.

No podría hacerle esto, no podría hacérselo a ella.

---

Milenios para terminarlo 😂
Este si es el fin, queridas.
No asesine a ninguno (cómo propusieron) pero no los deje juntos, espero les agrade la decisión.

¡Gracias por los más de 2k de leídos!
¡Las mejores!

-Lía.

ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora