fuego abrazador.

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V E I N T I N U E V E 

b u c k y  b a r n e s  .


fuego abrazador.


¿Había algo que odiara más que el entrenamiento de las mañanas?

Si, si lo había.
Y ese exactamente era JamesBuchanan Barnes. Su expresión malhumorada y la manera exuberante en que los músculos de su espalda se movían al compás de sus movimientos era exasperante, y más exasperante era que él entrenara sin camisa.

-¿Enserio tengo que estar aquí? -bufé al entrar al gimnasio junto a la agente Romanoff.

-Si, enserio. -ella aventó unos guantes de box hacia mi, y en un intento de tomarlos caí.

-Vaya, apenas voy entrando y ya la pequeña Rosie se va cayendo. -la risa burlona de Barnes inundó mi sistema auditivo.

-Piérdete, soldado. -gruñí levantándome del suelo.

-Oh, oh -él mordió su labio suavemente- No sabes lo mucho que me pone cuando me llamas así.

Gruñí apretando mi mandíbula lo más que pude. Ugh, lo odiaba, odiaba cada parte de su ser. Era la persona más bipolar que conocía y aquello ponía mis nervios de punta.

El almuerzo llegó con pasos acelerados y como era miércoles correspondía mi día en la cocina. Amaba cocinar, y disfrutaba al máximo este pequeño espacio que tenía cada semana a las 10h. Mi padre me había enseñado desde muy pequeña a cocinar y tomaba cada recuerdo que podía cuando experimentaba en el mejor lugar De la Torre, la exquisita cocina.

-Aléjate Steve. -escuche un murmullo a lo lejos despertando mis sentidos espiratorios.

-Tenemos que hablar sobre eso, Buck. -la voz calmada de Steve era apenas un murmullo- Tienes que dejar de hacer estas cosas.

Sabia que era muy malo escuchar las conversaciones ajenas, pero yo era espía, y Barnes era el enemigo.

-¿Hacer que, Rogers? -brazo de lata se acercó peligrosamente a Steve señalándolo con un dedo- Tu tienes que dejar de espiar cada cosa que hago, y más entrar en mi habitación en medio de la noche.

-Solo quería saber porque tanto bullicio -Steve sonrió tímido- Lo siento.

-Nada de lo siento, solo deja de acosarme. -Barnes intento irse pero rápidamente Steve lo tomo del brazo humano.

-Deberías decirle tus sentimientos, o por lo menos lo que haces en las noches. -Barnes retiró agresivamente el agarre.

-Olvídalo, Steve. -luego de un último bufido brazo de lata se fue dejando a un sonrojado Steve en la sala.

Corrí rápidamente a la cocina para evitar que me descubrieran y una vez allí todo lo que había escuchado se aglomeró en mi cabeza.
¿Mr. Amnesia gustaba de alguien? ¿Qué era lo que él hacía de noche que ponía penoso a Steve?

Una vez termine la comida le pedí a Visión y Clint que me ayudasen a llevarla al comedor y en menos de segundos los Vengadores se encontraban alimentados hablando entre sí, todos menos Steve y James, quienes aún jugaban con su comida.

-Sr. Stark, se detecta una amenaza cerca a Siberia. -la voz de F.R.I.D.A.Y tomó por sorpresa a todos.

-Prepara el Quinjet, iremos allí. -Steve se levantó corriendo en dirección a las habitaciones y después de unos minutos salió con su traje y escudo.

Todos corrimos al transporte y una vez allí Clint tomó el mando del Quinjet después de pedirle la localización a F.R.I.D.A.Y.
Una vez llegamos al lugar el fuego abrazador nos dio la bienvenida, el calor era insoportable y el humo se colaba por nuestras fosas nasales cortándonos la respiración.

-Rose, debes controlar las llamas. -asentí y salí del Quinjet dispuesta a cumplir las órdenes del cap.

El fuego tenía tomado gran parte del bosque y al intentar que este se adentrara en mi cuerpo un recuerdo golpeó mi mente dolorosamente.

Una pequeña niña de mejillas rosadas con fuego en las manos lloraba intensamente, el dolor se reflejaba en sus ojos y al verme gritó con fuerza 
"Maté a mis padres, yo les prendí fuego, pero no quería, yo no quería hacer eso"

Intenté acercarme a ella pero gritó que me alejara, en un segundo intento un cuerpo se estrelló conmigo botándome al suelo, la niña desapareció y en unos nanosegundos un arbol chamuscado cayó en el lugar donde había estado tan solo instantes atrás.

-¿Estas loca, Rose? ¡Casi mueres! -la voz agitada de James me devolvió a la realidad.

-¿Qué está pasando? -mi voz era tan solo un susurro, mire a mi alrededor temiendo al incendio pero este no se encontraba.

-Te perdimos como por horas. -su voz era agitada- Te adentraste al bosque y el fuego iba detrás de ti, volviéndose uno con tu cuerpo, pero cuando el fuego cesó tu ya no estabas.
»Unos soldados de HYDRA nos atacaron de repente y peleamos contra ellos hasta derrotarlos, gracias al cielo no necesitamos la ayuda de Banner, pero Wanda está herida.

-Oh, dios. -mis manos se cernieron sobre mi cara. ¿Habían pasado horas? No sentí más de cinco minutos en lo que esa niña estaba enfrente de mi.

-Tenía que encontrarte. -él suspiró- Tony se llevó a Wanda y el resto montamos un grupo de búsqueda, no me perdonaría perderte, daría mi vida por ti, Rose.

Nuestros ojos se conectaron y las lágrimas no tardaron en salir de los míos aceleradamente, sus ojos al igual que sus palabras eran tan jodidamente bellos.

-Rose, yo -él se acercó- estoy locamente enamorado de ti. -sus labios se estamparon con los míos en un movimiento rápido, el calor del fuego que había sentido en el incendio lo sentía ahora mismo en mi boca, y se extendía por todo mi ser.

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Whoa, Whoa, Whoa.
Espero te guste corazón, y realmente lamento la demora.
Dejen sus comentarios sensuales, me emociona leerlos.
Gracias por los casi 13K en leídos, las quiero mucho.

-Lía.

ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora