ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.

N A V I D E Ñ O

b u c k y  b a r n e s

navidades de la verdad. 

Las navidades para los Vengadores era el momento esencial para sacar sus secretos a la luz, como aquella navidad pasada que Wanda y Visión nos habían dicho sobre su relación, o la anterior a esa, cuando Nat y Bruce se habían comprometido. Y este año no sería la excepción a las navidades de la verdad, como las había nombrado Sam y Peter.

Bucky caminaba de un lado a otro en la habitación queriendo entender que haría, realmente se encontraba preocupado, y no era porque la verdad de este año fuese mala o algo por el estilo, el problema recaía en que sentía que Steve se sentiría traicionado.

-Buck, necesitas calmarte. -intenté detener su caminar, en cualquier momento rompería el piso por estar de allá a allá sin parar.

-No lo entiendes, [T/N] -suspiró- No quiero que Steve pueda sentirse mal.

Me acerqué suavemente hacia él y con un beso delicado en sus labios el chico fuerte se calmó.

Cada integrante de la torre tenía un especial trabajo, el mío eran los postres junto al joven Peter, él me ayudaba con una sonrisa y no dejaba de mirarme como si supiese que podía esconderle.

-Así que, -él me prestó atención- ¿vendrá tía May?

-Si, pa- el Sr. Stark la invitó -su cara de torno de diferentes tonos.

-¿Ibas a llamarle papá a Tony? -reí.

-Yo, yo n-no -su mirada era tímida y las palabras tropezaban en su boca- Es solo que, lo qu-quiero mucho.

-Lo se, se nota. -él me sonrió- ¿Te cuento un secreto? Él también te ve como un hijo.

La mirada de Peter se iluminó en una fracción de segundo, y hablando del rey de roma Tony apareció.

-Mocoso, te necesito -Peter asintió y después de una sonrisa se alejó con Tony.

El estómago me daba vueltas una vez termine con mis quehaceres navideños, podía sentir que vomitaría en fracción de segundos, las arcadas se aproximaron y aparecí en el baño junto a un flash azul.

Vomité, y por alguna extraña razón las lágrimas aparecieron en mi.

-¿Te encuentras bien? -Pietro me miraba de arriba abajo preocupado sin saber que hacer, asentí aún con lágrimas en los ojos y luego de unos momentos me encontraba en mi habitación- Recuéstate, buscaré a la lata.

El resto de la tarde estuve tan mal que mi cuerpo yacía tumbado en la cama que compartía con Buck.
La hora de la cena se aproximaba y tomando todas mis fuerzas me aliste con lo mejor que encontré.

-¿Enserio iremos? -la voz profunda de mi novio alertó todos mis sentidos.

-Si, enserio -él hizo una mueca- estoy bien, y todos necesitan saberlo.

Bufido va, bufido viene tome mis tacones y salí del cuarto. Buck estaba enojado, bueno, más que enojado preocupado, pero él debía ponerse los pantalones en el sitio y decirle a toda la torre sobre lo que ocurría.

El comedor nunca se había visto tan festivo y hermoso como se encontraba esa noche, el sentimiento provocó una ligera lágrima que recorrió mi rostro.

Junto a chistes, charlas y aportes Asgardianos navideños de Thor la cena fue de lo mejor. Era el momento del postre y Buck aumentó sus nervios, también era momento de confesar nuestra verdad.

Partí la torta y un montón de pequeños dulces azules se asomaron del interior, todos miraron sorprendidos.

-Estamos embarazados. -soltó de repente Buck.

Primero hubo un silencio sepulcral, luego Peter gritó un "¡lo sabía!" Y los aplausos no tardaron en llegar.
El alma volvió a mi cuerpo en el momento que todos me abrazaron y a Buck cuando Steve con lágrimas en los ojos lo tomo en sus brazos y plantó un beso en su frente.

-Definitivamente estas son las mejores navidades de la verdad -rió Sam.

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¡feliz navidad chicas!

-Lía.