problemas.

2.6K 161 7
                                    


C U A R E N T A  Y   S I E T E
s e b a s t i a n  s t a n .

problemas.

La mañana era hermosa aquel día, los rayos de sol se colaban por las ventanas iluminando el cuerpo de Sebastian como si el mismísimo sol se tratase, retratándolo, acentuando los músculos de su espalada que se movían en sincronía con sus brazos agitando la masa de hot cakes que preparaba, era hermoso, un cuadro digno de ver, y no podía no verlo todas las mañanas, admirando.

-Deja de acechar y ordena la mesa –ordeno en voz jocosa.

-Uh, daddy, por supuesto –gimoteé.

Su risa no se tardó en escuchar mientras caminaba hacia nuestro comedor; y procediendo a cumplir las órdenes de mi novio, puse la mesa, ese era el trato, él cocinaba, y yo limpiaba, y dos años de eso eran lo mejor que me había pasado en la vida.

El desayuno transcurría con total normalidad, risas, recuerdos y uno que otro chiste de doble sentido inundaba la estancia, y mientras me detenía a admirarlo por millonésima vez, sonreí.

-¿Tengo vainilla en la cara? –curioseó- Porque si la tengo y por eso me miras como un gran bizcocho al que quieres devorar, puedes hacerlo con total gusto.

-Solo veía tu gran ceja que cada vez cubre más tu cara –él rió- sip, eso es, en definitiva, ¿sabes? Tal vez yo podría arrancarla de allí –su boca se abrió con deseo de contestar, pero el sonido de mi teléfono lo calló rápidamente- Espera un momento, cejón.

Me levanté con apuro y contesté sin más, sabía que era Sia del otro lado de la línea, aquél era su tono de llamada. Sia era mi mejor amiga y socia, ella era la mejor ingeniera civil que conocía, y hacía ya un par de años nosotros habíamos fundado nuestra propia compañía de diseño y construcción, ella construía, y yo, como arquitecta diseñaba.

-Tienes tres segundos para que la bomba explote –fue lo primero que menciono al descolgar la llamada. Eso solo significaba una cosa, una muy buena noticia.

-El perímetro está asegurado. –respondí con alegría.

-¡TENEMOS EL TRABAJO DE CYRUS! – gritó, demasiado fuerte así como a ella le gustaba, pero que Bastian odiaba profundamente.

-No puede ser, no puede ser –repetí- Debes estar bromeando, la competencia era demasiado alta.

-Lo sé, lo sé, pero acabo de recibir una llamada de la secretaria del señor Cyrus, diciendo que quiere hablar en persona contigo para que le muestres tu diseño –respiró- y existe un ochenta por ciento de que nos den el trabajo.

Si al mañana había comenzado genial, sostente mundo, porque mi felicidad desbordaba mi pequeño cuerpo por miles de millas.

Al colgar, solo pude asimilar sentándome en la mesa mirando directamente a Sebastian con impresión, y él, bueno, él me miraba suplicando que le dijese que estaba pasando; pero simplemente las palabras no salían de mi garganta, abría y cerraba la boca simultáneamente en busca de contarle lo sucedido, pero no era capaz simplemente de hacerlo.

-¿Todo bien? –curioseo preocupado- Me estas asustando.

-La oportunidad de mi carrera se está pre-presentando ahora –tartamudee incrédula, sus manos hicieron un ademán para que continuase- Cyr-El señor Cyrus O'Connell nos está dando la oportunidad de construir la villa de casas en Ámsterdam, ¿recuerdas que te lo había comentado? –él asintió.

-Whoa, no sé qué decir eso es impresionante –tan rápido como se levantó me estrujo entre sus brazos y sus labios pararon en mi frente- Estoy muy orgulloso de ti.

Nuestros labios se fundieron rápidamente en un beso tierno, estaba paralizada, realmente era la oportunidad de mi vida, era un trabajo enorme que haría que mi carrera explotara, ya no sería simplemente la arquitecta, sería LA ARQUITECTA, y eso me emocionaba y ponía mi humor al mil; pero no todo era miel sobre hojuelas, porque tan rápido como mi adrenalina subió, un pequeño recuero hizo que esta se posase en menos cien.

-¿Y esa cara? –Sebastián me miró aturdido.

-Y-yo, yo lo lamento –sisee- Es que, ahm, yo. –no podía escupir las palabras, sabia lo que se avecinaba, y era una tormenta muy, muy mala- Tenemos que verlo este viernes –lo solté.

-¿Este viernes? –asentí- ¿El viernes que te había dicho hace más de dos meses que íbamos a ir a los Oscars? –asentí nuevamente con miedo- ¿Pero que, demonios?

La cara de Sebastian se tornó roja, estaba enojado, muy enojado, le había prometido que iría con él a la gala, Sebastian quería presentarme "adecuadamente" a los medios como su pareja, y aquel hecho lo habíamos discutido cientos de veces, por el pequeño hecho de que yo no quería ser reconocida por ser su apreja, y bueno, él pensaba que lo hacia por el simple hecho de no hacer, según sus palabras, formal la relación.

-Lo siento, Bas, pero no es mi culpa –suspiré intentando calmarlo- solo que cuando el señor O'Connell le dijo a Sia cual día era mejor para nosotras, ella dijo que el viernes, pero –oh no, maldito vomito verbal.

-¿Entonces todo esto fue por Sia? –gruñó- claro, lo debí suponer, al víbora de tu amiga iba a idear todo para que nosotros no pudiésemos ser felices.

-No, las cosas no fueron así. –intenté seguirlo, él se dirigía con paso apresurado a nuestro cuarto- Él necesitaba que fuera el día más pronto posible y ella creyó que lo mejor era el viernes, lo más seguro era que ni siquiera Sia se acordaba de los Oscars.

-Oh vamos, ambos sabemos que todo esto fue orquestado por ella y por ti para no ir conmigo –su voz cada vez era más dura, y sus brazos no dejaban de revolotear mientras hablaba- Deberías ser sincera y admitirlo.

-No voy a admitir algo que no es cierto –escupí enojada- ¿Y a dónde vas?

-Lejos –gruñó, la vena de su frente parecía que explotaría en cualquier momento- Espero que te vaya genial con tu víbora.

La puerta arremetió fuertemente al cerrarse, Sebastian se había marchado; nunca lo había visto tan enojado, y nuca se había ido en medio de una discusión, me sentía tonta, pero no podía dejar pasar mi oportunidad de brillar por una estúpida entrega de premios, de un mundo al cual no pertenecía.

----

Bueeeeeno, pero bueno, ¿qué es lo qué esta pasando contigo amigo? (yo reclamándole a Seb)

Espero que les haya gustado, sobre todo a ti, Sam; no se preocupen, habrá segunda parte con muuuuucho salseo, así que espérenlo con ansias J

-Lía.

ONE SHOTS / SEBASTIAN STAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora