Capítulo 2

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Mi nombre es Gastón Perida, estudio medicina en Oxford, estoy por comenzar el último semestre, es increíble lo rápido que pasa el tiempo, aunque en un principio no lo creí a así. Junto con Matteo y Ramiro me la paso de lo más, somos como hermanos, me han ayudado mucho en los momentos más difíciles de mi vida, por eso les deseo lo mejor. Cuando recién teníamos un año acá nos enteramos que Luna había hecho trámites acá, Matteo se puso como loco ante la posibilidad de tener a Luna de nuevo cerca, la verdad yo también estaba emocionado ya que si Luna había considerado Oxford como una opción eso quería decir que quizá ella también lo hubiera hecho ya que son inseparables o al menos eso era lo que recordaba, pero eso no paso, Luna hizo los trámites, entrevistas y exámenes y al final logro entrar, sin embargo su amiga jamás apareció, varias veces intente preguntarle a Luna a qué universidad se iba a inscribir su amiga, pero ella siempre me daba evasivas, así que al final me rendí, sé que aún se hablan y todo, siguen en contacto, pero nadie habla de ella. Su recuerdo cada día se volvía más presente y me atormentaba, así que decidí hacer lo único que podía hacer... conseguirme una novia.

Marcia es mi novia, ella me ayudo en los momentos más difíciles, yo siempre fui claro con ella, desde el principio le hablé sobre ella... le conté lo que fuimos, lo que jamás volveremos a ser, le dije que ella cambio mi manera de ver el mundo, mi manera de pensar y mi manera de actuar, le dije que había sido un imbécil al alejarme, le dije que la amaba... que quizá siempre la amaré. Ella solo me sonrió con un poco de lastima, me abrazo y me ofreció su apoyo. Durante ese tiempo había hecho de todo para olvidarla, pero no podía, por más que me concentraba en los estudios, tomaba más de tres talleres por la tarde, intentaba mantenerme distraído y ocupado con cualquier cosa, pero su recuerdo siempre aparecía en mi mente, así que me anime y me hice novio de Marcia.

Aunque al principio me costó olvidarla, poco a poco Marcia logro hacerse de un lugar en mi corazón, llego un momento en el que al llegarme un recuerdo de ella era rápidamente reemplazado por uno de Marcia, así que me deje llevar y tiempo después me olvide de ella. Ahora su recuerdo solo se presenta en ciertas ocasiones, cuando, sin que lo noten, escucho hablar a Luna con Matteo sobre ella. En fin, ahora ella forma parte de mi pasado. Mi presente es Marcia

– ¿Hola, qué onda? – Me saludo Ramiro

– Aquí tranquilo y tú qué cuentas? – Respondí con una sonrisa. Ramiro también estudiaba acá en Oxford, claro que el decidió estudiar Música, como Luna sólo que él estaba un año más arriba de ella. – Se te ve muy feliz.

– Yo siempre estoy feliz, la vida es bella, así que por qué no serlo?

– Claro, claro – Sonreí – Olvidaba que tu vida es perfecta.

– Aunque lo dudes Perida, mi vida es lo más. Sólo lo mejor para el mejor. – dijo con un tono arrogante.

– Qué onda chicos? ¿Qué hay de nuevo? – Saludó Matteo – A qué se debe esa sonrisa de tarado que traes en la cara? – Preguntó dirigiéndose a Ramiro

– Qué sonrisa? – Pregunto fingiendo estar ofendido – Para nada

– Vamos Ramiro... – Insistió Matteo – Te conocemos lo suficiente como para notar este tipo de cosas.

– Dale Ramiro – Sonreí mientras insistía apoyando a Matteo. Usualmente cuando Ramiro tenía una sonrisa como esa en el rostro era por una chica – Cuéntanos, ¿cómo se llama?

– ¿Quién? ¿Qué? ¿De qué me hablan chicos? – Respondió él fingiendo desconocer de qué hablábamos.

– Dale Ramiro – Sonrió Matteo – Sabes que puedes contarnos lo que sea.

– Si, lo que sea... – Dije conteniendo la risa que amenazaba con salir de mi boca – Sabes que nosotros podemos distraer al novio mientras tú le tiras el rollo.

Ramiro se limitó a sonreír ante el recuerdo de aquella vez que había intentado salir con Vero, la cantante de ElectroPower la cual tenía novio y al final trato de golpearlo. En definitiva, eso no le volvería a suceder, ahora con mayor experiencia sería más difícil que lo descubrieran si intentaba tirarle el rollo a una chava con novio.

– Nada que ver chicos... – Respondió Ramiro – Eso ya no va conmigo, es parte del pasado

– Pero re bien que te la pasaste con Vero Me burle de él.

– Ok, ok. ¿Si no es eso, entonces qué es? – Insistió Matteo, era obvio que insistiría hasta que Ramiro le diera una respuesta convincente.

– Lo que pasa es que me acabo de enterar que cierta personita que conocemos hará un intercambio acá el siguiente semestre – Sonrío

Matteo y yo intercambiamos miradas interrogativas, mi corazón se detuvo, pese al tiempo que había transcurrido, aunque lo negara seguía albergando una vaga esperanza de que por algún motivo o razón el destino volviera a cruzar nuestros caminos. Matteo noto mi cara pálida y al instante supo a qué se debía, quería preguntarle a Ramiro ¿quién era? Si era ella, pero por más que lo intentaba mis palabras no salían, estaban atoradas en mi garganta.

– Y quién es? – Preguntó Matteo mientras yo se lo agradecía en el alma.

– Y quién es? – Preguntó Matteo mientras yo se lo agradecía en el alma

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