Capítulo 7

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No se imaginan lo feliz que me hace pisar tierra firme de nuevo, no podía creerlo al fin había aterrizado el avión, nunca me había gustado volar, me ponía nerviosa y me daba miedo que algo fuera a salir mal, supongo que es culpa de todos esos documentales que he visto de catástrofes aéreas y así, no podía imaginarme abordando otro avión, lo bueno es que tenía seis meses para mentalizarme.

Luna me había prometido recogerme en el aeropuerto, tengo tantas ganas de verla y abrazarla, pese a que mantuvimos el contacto durante todo este tiempo no puedo evitar extrañarla. Sólo espero que no se le haya olvidado que hoy llegaba mi vuelo, con lo despistada que es no me sorprendería que llegara media hora tarde.

– Lo veo y no lo creo... – Escuche a alguien decir a mi espalda, era la voz de un chico y parecía que iba dirigida hacia mí, así que gire para ver de quien se trataba. – No puede ser, eres tú

Era Ramiro, pero... ¿qué hacía Ramiro acá? Bueno, sé que estudia música en Oxford, Luna me conto, pero ¿qué hacía en el aeropuerto? Como sea, es bueno ver al menos una cara conocida entre este mar de gente

– Creo que sí, aún sigo siendo yo – Sonreí

– Pero, ¿qué haces acá?

Por un momento creí que Luna no había podido venir y había mandado a Ramiro en su lugar, pero parecía tan sorprendido que deseche ese pensamiento de mi mente por completo.

– Lo mismo me pregunto – El sólo sonrió ante mi respuesta

– Bueno, yo pregunte primero, así que espero mi respuesta

– Bueno, yo estoy esperando a Luna – Sonreí – Quedo de recogerme acá, pero no la veo por ninguna parte – Dije un tanto preocupada

– No te preocupes, si Luna no viene yo te puedo llevar a donde sea que vayas – Se ofreció amablemente – Por cierto, ¿qué onda, vienes de visita? ¿Vacaciones? O ¿qué onda?

– No, no – Respondí, nadie sabía que venía de intercambio, solo Luna y Matteo – Yo vengo a estudiar.

– ¿A estudiar? ¿Acá? –Pregunto dudoso – ¿O sea cómo, recién empiezas la Universidad?

– No, no – Dije un poco avergonzada –Creo que no me explique bien, vengo de intercambio

– Oh... ya entendí, a la gran Nina Simonetti no le basto una universidad así que ahora viene a otra – Sonrió – Y se puede saber ¿a dónde es tu intercambio?

Tome aire, antes de decírselo, sé que Ramiro es amigo de... él, así que estaba algo nerviosa de decirle, pero tarde o temprano me vería ahí y más si Luna no llegaba, así que no tenía mucho sentido ocultárselo, así que tome aire y lo solté de golpe.

– A Oxford

– ¡¿QUÉ?! – Abrió sus ojos como platos, era obvio que no se lo esperaba – No puede ser, pero ¿cómo?

– Bueno, se me presento la oportunidad de realizar un intercambio a otra universidad y me otorgaron un apoyo económico que me ayudará a cubrir mis gastos – Explique, parecía más calmado – Y acepte

Ramiro pasó una mano por su cabello, no sabía que decir realmente no esperaba esa reacción de su parte. Parecía nervioso, preocupado, ausente

– ¿Sucede algo? – Pregunte un tanto preocupada – ¿Pasa algo malo?

– ¿Qué?, no para nada – Dijo restándole importancia – sólo no me lo esperaba

– Para ser honesta yo tampoco –Sonreí

– ¿Por qué no?

– Había hecho trámites a otras universidades, pero no había cupo, así que me quede en Oxford.

– Si, si, lo entiendo – Sonrió – Oxford fue tu premio de consolación

– ¿Qué?, No para nada

– Vamos... lo acabas de decir – Insistió – ¿Y en qué Universidad estudias?

– En Harvard

– Wow, vaya, así que Harvard – Dijo sorprendido – Creí que estarías en alguna universidad en Argentina, aunque bueno siempre has sido muy inteligente como para llegar hasta lo más alto

Sonreí ante su comentario y no pude evitar sonrojarme, no estaba acostumbrada a los halagos, siempre he sido una de las chicas que pasan desapercibidas en el fondo del salón sin molestar a nadie.

– ¿Y tú qué haces en el aeropuerto? – Volví a preguntar

– Ah, si eso. Pues resulta que no serás el único intercambio que conozco – Sonrió feliz

– ¿Ah no? – Pregunte intrigada, que bueno porque la verdad no quería ser la "nueva" a la que todo el mundo miraba intrigada – Y se puede saber ¿quién más vendrá de intercambio? ¿La o lo conozco?

– Si, si la conoces

– ¿Quién es?

– Que preguntona que esta señorita Simonetti – Sonrió ante mi intriga – Es Yam

– En serio? – No podía creerlo, habría más rostros conocidos, así sería mucho más fácil adaptarme – ¿Y dónde está?

– Eso mismo me pregunto yo – Dijo mientras recorría los alrededores con la mirada – Se supone que su vuelo ya debería haber llegado.

– Bueno, por ahí y fue al baño o a comprar algo y por eso no está acá

– Quizá –respondió resignado – Mientras la esperamos, ¿te apetece tomar un helado?

Acepte gustosa, amo el helado. Jamás imagine que Ramiro y yo algún día estaríamos así, hablando como viejos amigos, va ni siquiera éramos amigos en el Blake. Me ayudo con mis maletas y nos dirigimos a una heladería mientras aparecían Yam y Luna.

 Me ayudo con mis maletas y nos dirigimos a una heladería mientras aparecían Yam y Luna

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