Capítulo 50

841 34 2
                                    

Nina

– ¿Cómo te fue con Alex? – Dijo sonriendo – ¿Y qué onda entre tú y Gastón?

Yo tome asiento en mi cama y ella se sentó a mi lado, no tenía ni idea de cómo empezar, ella me miro y me sonrió, tome valor y me decidí a contarle todo

– ¿Recuerdas que Gastón y yo ayudamos a Ramiro con Yam?

– Si... ¿qué con eso?

Si no se lo contaba ahora no me atrevería a hacerlo nunca más, ella me miraba atenta así que se lo conté todo, desde el tiempo que estuvimos esperándolos hasta su supuesta confesión, vi cómo su sonrisa se hacía cada vez más grande a medida que le relataba la historia

– Eso es genial – Dijo abrazándome y dando pequeños saltitos en la cama – No lo puedo creer, ustedes dos se ven muy bien juntos, por eso él te miraba así

– ¿Mirarme cómo? – Pregunte con curiosidad

– Enamorado

Enamorado, imposible él sigue con Marcia. Mire al suelo recordando como al día siguiente se estaba besando con Marcía, al final ella tenía razón, si realmente me amara la habría dejado

– No creo que sea así – Dije con una sonrisa débil – Él esta con Marcia y yo... – Suspire – Tengo que olvidarlo...

– Pero dijo que te ama – Dijo ella confundida

– Pero sigue con su novia – Me puse de pie intentando desaparecer el dolor que me provocaba pensar en eso – ¿No lo entiendes? Si realmente sintiera algo por mí la habría dejado

– Quizá no ha encontrado el momento... – Me miro esperanzada

– Hay algo más – Dije volviendo a sentarme en la cama, ella me miro atenta – Al día siguiente su mamá y yo lo vimos besándose con Marcia

Me miro sorprendida tratando de comprender lo que le acababa de decir

– Yo... – Dijo confundida aún – No sé qué decir... – Me miro con un poco de lastima – ¿Por eso saliste con Alex? – Su pregunta me tomo por sorpresa – Querías olvidarlo

– No, no – Negué rápidamente, jamás le haría algo así a alguien – Yo no lo hice por él, lo hice por mí – Baje la mirada – Desde que Gastón y yo terminamos no he salido con nadie y siento que quizá es momento de conocer a alguien más

– Ay Nina – Dijo abrazándome – No me gusta verte triste, así que mejor cambiemos de tema – Dijo sonriendo – Cuéntame ¿Qué tal te fue con Alex?

Suspire, ese no había sido un gran cambio de tema

– Mal

– ¿Por qué? – Dijo preocupada – ¿Dijo o hizo algo mal?

– No, no, todo bien con él – Dije rápidamente, él había sido muy lindo conmigo

– ¿Qué paso entonces?

– Gastón – Me miro confundida

Le conté cómo Gastón le había dicho que me llevara de pic nic y me invitara a bailar bajo las estrellas, le dije también que no había podido dejar de pensar en él durante todo ese tiempo, le conté que Alex intento besarme, pero yo no lo deje, ella me miraba atenta, escuchando cada parte de la historia que le relataba, esto parecía una novela

Ella solo se limitó a abrazarme, necesitaba desahogarme con alguien y era bueno saber que contaba con ella. Desearía no sentir lo que siento por él, desearía poder olvidarlo por un instante aunque fuera uno pequeño, cerré los ojos y la abrace

Gastón

Nadie podría quitarme esta sonrisa de idiota, nadie, ni siquiera los chistes malísimos de Matteo. Después de salir de la habitación de las chicas nos fuimos a la nuestra, a penas entramos me recosté en mi cama mirando al techo, estaba feliz, aunque Nina se esforzara en negarlo yo sabía perfectamente que aún le pasaban cosas conmigo y no me iba a rendir hasta hacer que lo admitiera y se alejara de Alex

– Oye Gastón – Dijo Matteo mientras yo me sentaba en la cama – ¿Qué onda entre Nina y tú? – Sonreí – Cuando Luna y yo llegamos a la habitación se veían nerviosos, como si hubiéramos llegado en un mal momento

– Malísimo momento diría yo – Él me miro con curiosidad – Debieron haberse tardado mínimo unos cinco minutos más

– ¿Ah sí? ¿Por qué?

– Porque si no hubieran interrumpido la habría podido besar – Dije sin titubear

– Creí que estabas con Marcia – Dijo cruzando los brazos

Si, aún era su novio, pero no podía mantenerme lejos de ella, es como un imán y yo soy el metal, cada vez que me acerco a ella aunque sea un poco siempre termino queriendo más, desvié la vista ante la mirada acusatoria de Matteo, sé que no está bien lo que estoy haciendo, pero no puedo evitarlo, la necesito

– Eres como un hermano para mí, siempre te he apoyado en todo – Dijo con una voz seria – Pero más te vale que no juegues con Nina – Lo mire, parecía molesto – Si en verdad la quieres tanto como dices deja de jugar a dos puntas – ¿Jugar a dos puntas?

– Yo no estoy jugando a dos puntas

– Por supuesto que sí – Dijo poniéndose de pie – Besas a Nina mientras estás de novio con Marcia – Parecía realmente molesto – Para mí eso es jugar a dos puntas – Sonrió de forma irónica

Jamás lo había pensado de esa forma, pero yo no estaba jugando con ella, yo la amo y jamás haría algo así, admito que aún estoy con Marcia, pero en mi defensa puedo decir que la iba a cortar, ella es mi amiga pero no la amo, ella no me hace sentir todo lo que Nina me provoca

– Creo que en vez de alejarla de Alex, deberíamos alejarla de ti

Lo mire serio, al parecer me había equivocado y mi sonrisa de idiota se había borrado, ella no podía alejarse de mí, no de nuevo. Matteo salió de la habitación y cerró la puerta, yo solo me quede sentado en la cama analizando sus palabras. Aunque lo negara, sabía que él tenía razón, tenía que cortar con Marcia y jugármela por Nina, fui un idiota al perderla la primera vez, pero no planeaba dejarla ir esta vez. Mañana había un concierto de la Roller Band y todos íbamos a ir, ahí le pediré una oportunidad a Nina para demostrarle que la amo y nunca deje de hacerlo, si todo salía bien terminaría con Marcia, solo tenía que encontrar una forma de terminar con esa relación sin lastimarla, después de todo ella no tiene la culpa de que mi corazón nunca haya podido corresponderle


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora