Capítulo 85

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Gastón

No quería agobiar a Nina con todos los preparativos del viaje, pero cuando la vi así, llorando, no me atrevía a dejarla sola, así que le pedí que me acompañara con el último profesor al que teníamos que entregarle el permiso para que nos firmara el justificante y así poder irnos a Argentina tranquilos

Hoy por la mañana fui temprano a solucionar algunos pendientes antes de marcharnos, entre ellos estaban los permisos, pero antes tenía que hablar con Marcia y terminar con todo esto. Sé que por ahora Nina y yo no estamos juntos y que quizá nunca más volvamos a estarlo, pero creo que todo este tiempo me he equivocado al querer olvidarla, quizá deba estar solo y aprender a vivir con este sentimiento no correspondido

– Hola – Dije saludando a Marcia

– Hola – Sonrió – ¿Qué haces por acá? Es muy temprano

Después de salir de la habitación de Nina mi primera parada fue el dormitorio de Marcia

– Lamento si te desperté – Dije rascándome la nuca – Pero necesitaba hablar contigo

– ¿Qué pasa? – Dijo tomando mi mano – ¿Está todo bien?

– Si, tranquila – Sonreí – Es solo que... te quería pedir perdón por todas las veces que me refugie en ti intentando olvidar a Nina – Ella me abrazo – Ya entendí que no puedo hacerlo – Ella se alejó y me miro seria – Lo lamento, pero siempre la voy a amar, aunque ella no lo haga

Ella me miro molesta, y tenia toda la razón de estarlo

– No sé cómo lo hace – Dijo con una débil sonrisa, yo solo la mire sin comprender – Viene, se va, te ignora, te rechaza y tú aun sigues tras ella – Baje la mirada, yo también había cometido muchos errores – Pero te entiendo – La mire sorprendido – No sabes cuánto deseo poder encontrar algún día a alguien que me ame aunque sea la mitad de lo que la amas a ella, sólo quiero dejarte algo claro –  La mire esperando que continuara – Cuando ella regrese a Harvard yo ya no estaré aquí para consolarte

Me dio un beso en la mejilla y volvió a entrar a la habitación, esto no era lo que esperaba, pero me alegra haber podido ser honesto con ella

Después de todo eso fui a solicitar el permiso para poder irnos, por suerte nos lo otorgaron y me dijeron que necesitaba la firma de todos nuestros profesores para que el permiso pudiera justificar nuestras faltas. Por mi parte fue fácil ya que al ser de último semestre y con las vacaciones tan cerca no había mucho que hacer así que pude recolectarlas fácilmente. Con los profesores de Nina fue un poco más complicado ya que tenía dos exámenes programados para esta semana, así como algunos trabajos pendientes, pero después de prometer que entregaría los trabajos antes de regresar de vacaciones ellos accedieron, los exámenes se los aplicarían cuando volviéramos

El problema era el doctor Wellington, no lo había podido encontrar por la mañana, me dijeron que llegaba después de mediodía así que ahí era a donde nos dirigíamos. Algo me decía que esto no iba a ser fácil, pero tenía la esperanza de que se tentara el corazón con esta situación y no nos pusiera tantas trabas

Por suerte ya había llegado así que entramos a su oficina

– Buenos días jóvenes – Dijo invitándonos a tomar asiento – ¿A qué debo su visita?

– La próxima semana no podremos asistir a clase, así que le traemos el justificante para...

– ¿Planean adelantar sus vacaciones? – Dijo con una sonrisa

– No – Dije un poco incómodo – En realidad es por temas familiares

– No sabía que tenía un hermano, señorita Simonetti

Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora