Capítulo 80

833 40 10
                                    


Gastón

Mi atención se concentró en ella y la forma en que él la miraba, parecía preocupado. Ramiro tomo su rostro entre sus manos mientras hablaba, ella estaba de espalda así que no pude ver su reacción, de repente ella lo empujo a un lado y salió corriendo de la cafetería, algo andaba mal. Me puse de pie rápidamente y sin importarme nada la seguí, corrí tras ella tratando de alcanzarla, necesitaba saber qué le sucedia

Ella corrió tratando de no chocar con nadie, hasta que se topó con Juli, me detuve pues estaba lo suficientemente cerca de ellos como para ver como Juli la refugiaba entre sus brazos, ella trato de escapar hasta que finalmente se rindió, pude notar como sufría pequeños espasmos provocados por el llanto, odiaba verla así y no saber qué le sucedía. Decidí acercarme y descubrir que rayos estaba pasando, Juli al notar mi presencia me dirigió una mirada amenazadora

– Ni se te ocurra – Dijo de forma amenazadora

Yo solo me quede ahí mirándola llorar mientras él trataba de tranquilizarla ¿Qué era lo que estaba mal? ¿Por qué estaba así? Necesitaba respuestas, no podía soportar verla sufrir de esa manera. Juli se puso de pie con ella entre sus brazos, yo los seguí, pero él me detuvo

– Aléjate de ella

– ¿Qué? – Pregunte con incredulidad

– No te quiero cerca de ella – Dijo señalándome con un dedo – Desde que llego no has parado de hacerle daño – Sentí un fuerte dolor en el pecho, sabía que tenía razón – Creí que en verdad la amabas, pero ahora empiezo a dudarlo

Sus palabras se me clavaron en el pecho como un puñal, ¿qué sabia él respecto a mis sentimientos por ella? No tenía derecho alguno de hablar sobre ello, me moleste y lo mire de forma amenazadora

– Yo no le hice nada – Dije no muy confiado, quizá todo esto era por el beso que le había dado a Marcia frente a ella

– Permíteme dudarlo – Dijo con un tono burlón – Siempre que estas cerca terminas lastimándola

Era verdad y eso me hizo bajar la mirada, Nina tomo el brazo de Juli atrayendo su atención, no dijo una sola palabra, pero pude ver en su mirada que trataba de tranquilizarlo para evitar una pelea

– ¿Te hizo algo? – Pregunto Juli acariciando su cabello

Ella solo negó en silencio, Juli se quedó un rato más mirándola, parecía que estaban hablando sin palabras y no pude evitar sentir dolor al saber que ella y yo jamás tendríamos una conexión como esa de nuevo

– Esta bien – Dijo él relajándose un poco – Puedes acompañarnos

Caminamos en silencio hasta la habitación que Nina compartía con Luna, durante todo el trayecto no había parado de llorar, sus ojos estaban rojos e hinchados, odiaba verla así y no poder hacer nada para solucionarlo. Necesitaba abrazarla y refugiarla entre mis brazos, pero Juli no me permitía acercarme demasiado a ella, aún creía que yo había sido el culpable de su llanto

Juli

No sabía qué demonios estaba pasando, pero debía ser grave, Nina no había parado de llorar y no decía palabra alguna. Estaba seguro de que Gastón tenía la culpa de todo esto, pero no tenía pruebas como para echarlo de ahí, así que solo me limite a mantenerlo lejos de ella. Al llegar a la habitación le pedí que durmiera un poco, ella solo asintió en silencio y se recostó en su cama, Gastón se dirigió al armario de Nina y comenzó a buscar algo, no tenía ni idea de qué era lo que estaba buscando hasta que vi que saco un pequeño oso de felpa y se lo entrego, los ojos de ella volvieron a llenarse de lágrimas, tomo al oso y lo abrazo tan fuerte que creí que terminaría rompiéndolo o algo así

Gastón y yo la contemplamos mientras ella trataba de llorar en silencio, necesitábamos hacer que hablara, que nos dijera que le pasaba, pero cada vez que lo intentábamos ella lloraba aún más. Después de un tiempo se tranquilizó, tenía los ojos cerrados y parecía que al fin se había dormido

– ¿Podemos hablar? – Dije mirando a Gastón

Él solo asintió en silencio y ambos salimos de la habitación tratando de no despertarla

– ¿Qué sucedió?

– No lo sé – Dijo mirando al suelo

– ¿Qué le hiciste? – Insistí

– Yo no le hice nada – Dijo a la defensiva – ¿Por qué crees que yo tengo la culpa?

– Porque siempre es así – Dije molesto – Desde que llego no has parado de lastimarla – Él solo guardo silencio – Si en verdad la amaras, como dices hacerlo, entonces deja de dañarla

– La amo – Dijo mirándome de frente – Y te juro que no tengo ni idea de qué es lo que le pasa

– Sí, claro – Dije con sarcasmo – ¿Se supone que tengo que creerte?

– Te estoy diciendo la verdad – Era obvio que estaba molesto – Sé que me he equivocado, pero no soporto verla así

– Entonces deja de lastimarla

– Por milésima vez, yo no...

Se quedó callado cuando escuchamos como algo se rompía dentro de la habitación, lo miré alarmado y ambos nos apresuramos a entrar, Nina ya no estaba en la cama, corrí al baño que tenía la puerta abierta mientras Gastón me pisaba los talones y entonces la vimos. Nina estaba parada frente al lavamanos, el espejo que había sobre el estaba roto y la mano derecha de Nina estaba llena de sangre mientras lloraba en silencio, corrí hacia ella alejándola de ahí esquivando los restos del espejo roto que estaban esparcidos por el suelo.

Lleve a Nina con cuidado hasta su cama, Gastón trajo el botiquín de primeros auxilios para comenzar a curar la herida que tenía en la mano. Con delicadeza tomo su mano y comenzó a limpiar la herida, jamás debimos haberla dejado sola, no tenía ni idea de qué demonios estaba sucediéndole, pero era bastante obvio que la superaba. Gastón termino de curar la herida y le vendo la mano, debo reconocer que se veía muy preocupado por ella, quizá decía la verdad y él no tenía nada que ver con lo que le sucedía

Después de guardar todo en su lugar Gastón volvió con nosotros, se puso de cuclillas frente a ella, tomo su rostro entre sus manos y la obligo a mirarlo

– Necesito que me digas qué pasa – Susurro acariciándole la mejilla – Por favor...

Nina no pudo decir palabra alguna ya que comenzó a llorar más fuerte, escondió su rostro en mi pecho y me abrazo con fuerza, era obvio que le dolía hablar de lo que sea que le esté pasando, yo solo la estreche entre mis brazos y con una mirada le pedí en silencio a Gastón que la dejara tranquila, quizá cuando se calmara nos contaría todo

Él paso una mano por su cabeza tirando de su cabello, esta situación lo estaba frustrando, de repente camino hacia la mesita de noche al lado de la cama de Nina, tomo algo de ahí, me pidió que la cuidara y salió de ahí sin decir nada más.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora