Capítulo 34

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La luz del sol entraba por la ventana, tenía que levantarme para ir a clase, pero estaba tan a gusto, hace tiempo que no dormía tan bien como anoche, desde que llegue acá no me había podido dormir tranquila, quizá era porque me hacía falta Dutty, pero ahora lo tenía de nuevo conmigo, sonreí y me acomode mejor abrazándolo, mis ojos se abrieron de repente al notar que lo que estaba abrazando no era Dutty, al abrir los ojos noté que no estaba en mi habitación, esta habitación era la de Matteo, debí haberme quedado dormida después de estudiar. Baje mi vista hacia lo que sea que este abrazando y vi como respiraba, tenía una playera color gris claro y podía sentir su calor, lo toque, estaba duro, pero era agradable. Me mordí el labio inferior y alcé la vista

– Buenos días – Dijo Gastón sonriéndome

Me sonroje, ¿cuánto tiempo llevaba despierto? ¿A qué hora había llegado? ¿Por qué estábamos en la misma cama? ¿Dónde está Matteo? Me separe un poco de él para poder verlo a los ojos

– Lo siento – Me disculpe avergonzada – No sabía que estabas acá

– Es mi habitación – Dijo divertido

– Si, si – Dije rápidamente – Lo que quería decir es que no pensé que estabas justo acá – Dije señalado la cama

Él pareció entenderlo ya que se avergonzó un poco

– Lo siento, no quería incomodarte – Comenzó a alejarse para salir de la cama

– No, no – Instintivamente mis manos tomaron su brazo acercándolo de nuevo – No me incomoda – Él sonrió acercándose de nuevo – A fin de cuentas, es tu habitación, si alguien debería irse esa soy yo

– No – Dijo colocando una mano en mi cintura para evitar que me alejara – No me incomodas para nada – Sonreí, yo tampoco me sentía incomoda – ¿Cómo dormiste? ¿Descansaste? Lamento si te incomode, es que la cama es muy pequeña y yo no...

– Tranquilo – Dije colocando mis manos sobre su pecho, sentí como su cuerpo se tensaba – Dormí bien

– ¿Segura? – Dijo mirándome a los ojos

– Si

Se acercó lentamente hacia mi mirando mis labios, mi pulso se aceleró y mis manos comenzaron a jugar con su playera mientras sus manos acercaban mi cuerpo a el suyo rompiendo el poco espacio que había entre nosotros

– ¿Si? – Se acercó sin dejar de mirarme hasta que la punta de su nariz acaricio la mía

– Si – Dije en un susurro

Sus labios acariciaron los míos en un cálido y corto beso, me miro a los ojos pidiendo permiso, yo solo quería que continuara, necesitaba sentir sus labios de nuevo, busque su boca y la uní a la mía, él coloco su mano en mi nuca aumentando la intensidad del beso, mis manos acariciaron su pecho y su mano se aferró aún más a mi cintura, necesitaba esto, necesitaba besarlo, extrañaba sus labios y la forma en la que me hacían olvidarme de todo, la forma en que lograba que mi corazón latiera desenfrenadamente, seguí saboreando sus labios mientras su mano se colaba por debajo de mi blusa, sentí como mi piel ardía ante su tacto, me aleje

– Lo siento – Dijo colocando de nuevo su mano en mi cintura – Lo siento – Susurro colocando nuestras frentes juntas mientras rozaba mi nariz con la suya

No dije nada y él tampoco, nos quedamos así durante un momento disfrutando del silencio, sé que no está bien, pero estoy cansada de tener que fingir que no siento nada cada vez que me mira, me sonríe o me toca, no quiero arruinarlo, pero no puedo mantenerme lejos de él, no más...

Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora