Capítulo 8

905 35 1
                                    


Cuando Matteo me hablo de la supuesta carta, sentí cómo una corriente eléctrica recorría todo mi cuerpo, me comenzaron a temblar las piernas y a sudar las manos, me ilusioné, pero era mentira, todo era parte de una de sus bromas, no podía creer que justo él se atreviera a jugar con un tema como ese, sabía perfectamente que hablar de ella me ponía mal. Me fui molesto, tratando de calmarme, sentía que nada ni nadie podía calmar la tormenta que había en mi interior, bueno, quizá si había alguien... no, no tenía que alejar esos pensamientos de mi mente.

Camine hacia los dormitorios, quería estar solo para tranquilizarme. Al entrar a la habitación me eche sobre la cama, sólo quería dormir hasta mañana, olvidarme del mundo entero, o mejor dicho... olvidarme de ella. Me puse de pie y mire por la ventana, en algún lugar allá afuera estaba ella, quizá comiendo, durmiendo, leyendo o quizá escribiendo. Ese último pensamiento me dio una idea.

Necesitaba saber de ella, saque mi celular de mi bolsillo y escribí una dirección en el buscador, mientras pulsaba la tecla buscar cerré los ojos. Había algunos momentos donde pese a todos los esfuerzos que hacia no lograba sacármela de la cabeza, este era uno de esos momentos, así que hice lo que hacía en estos casos, leer a Felicity.

Al ver su página revise sus post más recientes, había uno del día de ayer, lo leí mientras la imaginaba escribiéndolo.

"Algunos cambios nos dan miedo, pero no dejes que eso te frene, vive y disfruta, recuerda que cumplir tus sueños no siempre será fácil pero siempre valdrá la pena"

#CumpleTusSueños #SueñaEnGrande

Sonreí mientras leía, tenía razón, luchar por lo que uno sueña no siempre es fácil, pero cuando lo logras te sientes vivo. Estaba a punto de cerrar la página cuando me llego una notificación, creí que era de ella, así que la abrí, ojalá nunca lo hubiera hecho.

No era de ella, pero era de ella. La notificación que recibí era de las redes sociales, en concreto de Ramiro, había subido una nueva foto, las fotos de Ramiro siempre me tenían sin importancia, pero esta vez debía encontrarlo sea como sea. Guarde mi teléfono en el bolsillo y salí de la habitación, ¿a dónde?, no sé, lo único que quería era encontrarlo y hacerle unas cuantas muchas varias preguntas.

– ¿Se puede saber a dónde va Gastoncito? – Dijo Matteo cuando me lo encontré en el pasillo

– ¿Has visto a Ramiro?

– No, ¿por? – Me preguntó – Creo que fue al aeropuerto a recoger a Yam

– ¿Llega hoy? – Dije sorprendido, Yam y yo no somos muy amigos, pero es una buena chica, no podía creer que había olvidado que hoy llegaba

– Si, hoy. Sino tuvieras la cabeza en otra parte lo sabrías

Sonreí sin ganas, era cierto sino estuviera tan distraído podría haberlo recordado, pero ¿y la foto que subió Ramiro?

– ¿Qué sucede bro? – Me pregunto preocupado Matteo – ¿Está todo bien?

– Si, si, tranquilo – Fue obvio que no me creyó porque en seguida me miro con desconfianza – Esta bien, es que...

– ¿Es que qué?, me estas asustando

– Nada, olvídalo

– Dale, dime de una buena vez qué sucede

Lo dude por unos momentos, pero la verdad es que necesitaba decírselo a alguien porque esto me está matando por dentro y si sigo así terminare por volverme loco.

– Es... ella – Mi voz salió como un susurro, realmente me dolía hablar sobre ella, sentía un nudo en la garganta, mis rodillas flaqueaban y mi corazón latía a mil por hora, odiaba cuando me pasaba eso, ella aún tenía ese efecto en mí a pesar del tiempo y la distancia – Nina

La expresión de Matteo cambio de preocupación a lástima y algo más, quizá culpa por haberme preguntado, se notaba que estaba incomodo, incluso yo me sentía incómodo hablando de ella en voz alta.

– Yo no sé qué decir – Se disculpó Matteo ante su falta de palabras

– No te preocupes, yo tampoco – Dije para que no se sintiera mal – Realmente me quede sin palabras cuando la vi

– ¿La viste? – Pregunto Matteo poniéndose pálido – ¿Dónde?

– Si, bueno no, pero si

– Detente, no te estoy entendiendo, ¿la viste o no?

– La vi, si, en una foto – Matteo se calmó un poco

– ¿Qué foto?

– La de Ramiro – Baje la mirada hacia mis zapatos

– ¿Ramiro? – Dijo sorprendido – No lo entiendo, ¿por qué Ramiro tiene una foto de Nina?

Eso era justo lo que yo quería saber, por qué Ramiro se había tomado una foto junto a ella, que yo sepa nunca fueron muy amigos que digamos, así que no entendía por qué ella habría aceptado tomarse una foto con él, además por lo que me había dicho Matteo él debería estar con Yam en estos momentos así que esa foto debería ser antigua, pero ¿cuándo se la tomaron? ¿Y por qué?

– Espera un momento – Dijo Matteo captando mi atención – Ramiro está en el aeropuerto... – Parecía como si estuviera tratando de juntar las piezas de un rompecabezas – ¿Puedo ver la publicación?

– Por supuesto – Dije mientras le pasaba mi celular – Es esa – Dije señalando la foto de ella con Ramiro

Él lo tomo y la observo detenidamente, se veía muy concentrado y de pronto la mirada se le ilumino, como si hubiera encontrado la respuesta a la pregunta.

– Claro... Ahora lo entiendo – Pensó en voz alta – Eso quiere decir que...

– ¿Qué? – Pregunte nervioso – ¿Qué es lo que entiendes? – Matteo me miro nervioso, parecía que había olvidado mi presencia, note que se puso incomodo

– Lo lamento Gastón – Dijo tratando de disculparse – Debí haberte dicho esto hace un tiempo...

– ¿Pasa algo malo? – Dije preocupado, nunca había visto a Matteo tan serio

– Necesito hacer una llamada y en seguida regreso – Se disculpó mientras sacaba su celular y marcaba rápido un número.

¿Qué era eso que Matteo tenía que decirme y lo puso tan mal? Espero que no sea nada grave porque estoy empezando a preocuparme.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora