Capítulo 100

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Después de lo que parecieron siglos, al fin termine mi examen de Biología molecular, era el último que me faltaba para estar al corriente en las clases, entregue el examen, junte mis cosas y salí del salón, las vacaciones me habían sentado muy bien, ya era mitad de semana y aún me sentía con mucha energía, espero que me dure hasta el final del semestre, por suerte sólo sería un mes más y sería oficialmente libre, aunque me gustaría hacer una especialidad

Por ahora he estado algo ocupado, Matteo nos insistió a Juli, Ramiro y a mí a formar parte del comité organizador del baile, así que tres veces a la semana nos reunimos con los chicos por las tardes para organizarlo, por suerte Nina también estaba ahí, así que pasaba la mayor parte del tiempo al lado de mi novia, y eso no era todo, hace tiempo nos habían dicho en el taller de música que haríamos una combinación con el taller de baile donde los de música bailarían y los de baile cantarían, así que Juli nos estaba ayudando con eso, tengo que admitir que es bastante bueno

– ¿Y qué harás después de graduarte? – Me pregunto Juli mientras nos dirigíamos al taller de música

– Quiero estudiar alguna especialidad

– Yo igual – Dijo con una sonrisa – De hecho... ya encontré una en Inglaterra, así podré estar más cerca de Jazmín – Realmente estaba muy clavado con ella – Quizá tu podrías hacer lo mismo. Busca una especialidad cerca de Massachusetts para estar más cerca de Nina

– No creo que sea necesario

– ¿Por qué no? – Me pregunto con el ceño fruncido – Dime que no estas planeando dejarla partir nuevamente

– Por supuesto que no – Nos detuvimos en la puerta del salón – Simplemente, creo que el destino está de nuestro lado...

Él me miro aun sin comprender, yo solo me dirigí hacia nuestros amigos y después de saludarlos dirigí toda mi atención a la chica más linda del lugar, mi novia. Estuvimos platicando un buen rato hasta que llego el profesor y lamentablemente tuvimos que separarnos, las chicas se fueron a un lado y nosotros a otro, Juli nos estaba enseñando una coreografía que nos favoreciera a todos mientras Nina les enseñaba una a las chicas

Ver bailar a Nina era hermoso, se movía como una experta haciéndome imposible apartar mi mirada de ella, mientras ensayamos note que no era el único desconcentrado mirando a su novia, así que por decisión unánime decidimos suspender el ensayo para verlas bailar, quizá mañana podríamos recuperar el tiempo

Tomamos asiento frente a ellas para poder observarlas bien, Nina estaba de espalda dándoles instrucciones a las chicas para que mejoraran los pasos, así que aproveche y saque mi teléfono para grabarla, me gustaba grabarla para recordarla cuando la extrañara, aunque ahora que había surgido la oportunidad de hacer sus prácticas en un bufete cercano ya no sería necesario, pero igual me gustaba hacerlo

Nina volteo y al vernos ahí, frente a ellas con cara de idiotas enamorados, sonrío. Sin decir una sola palabra continuaron ensayando, repasaron la coreografía como diez veces hasta que por fin quedaron rendidas y se unieron a nosotros. Guarde mi teléfono y me acerque a ella con una botella de agua para que se hidratara

– Les va quedando muy bien – Dije abrazándola por la espalda

– Estoy sudando – Dijo tratando de zafarse

– No me importa – Dije reforzando mi agarre – Igual eres perfecta

Bese su mejilla y ella se rindió, me separe un poco y la tome de la mano haciéndola girar hasta poder verla a los ojos

– Hoy estoy muy feliz

– ¿A sí? – Dijo con una sonrisa – ¿Y se puede saber por qué? ¿Ya terminaron su coreografía? – Le dedique una sonrisa forzada negando en silencio

– No exactamente, digamos que... al menos ya iniciamos – Ella me miro divertida – Estoy feliz porque todo va bien. Estamos juntos de nuevo – Ella se acercó y me dio un pequeño beso – Ya hice mis exámenes pendientes, las clases están por terminar y ahora... – Me miro esperando que continuara – Ahora el destino nos ofrece una oportunidad para no separarnos. Aunque el doctor Wellington no me agrada mucho, debo agradecerle por ofrecerte un lugar en Linklaters, que supongo aprovecharas

– Aún no me he decidido – Dijo alejándose un poco – Necesito pensar...

– ¿Qué tienes que pensar? – Dije incrédulo – Es una gran oportunidad para estar juntos ¿acaso no te gustaría quedarte a mi lado?

Ella no respondió, sólo me miro por un instante, tomo mi rostro entre sus manos y me beso, deslizo una de sus manos hasta mi cabello acercándome más a sus labios mientras yo colocaba mis manos en su cintura, sonreí al pensar que no tendría que separarme de ella y podría disfrutar de sus besos por un largo tiempo más

– Te amo – Susurro sobre mis labios

– Y yo a ti – Dije acariciando con el dedo índice su pequeña nariz

Después de darnos algunos besos más nos reunimos con los chicos, nuestro siguiente taller era Literatura, así que tome la mano de mi novia y nos dirigimos al salón, la mayoría de nuestros compañeros ya estaban ahí, Nina comenzó a hablar animadamente con algunos de ellos y yo aproveche la oportunidad y cambie su libro. El profesor llego unos minutos después y todos tomamos asiento en nuestros respectivos lugares, el día de hoy leeríamos Cumbres Borrascosas, era un clásico

Nina tomo el libro y yo sonreí

Quería invitarla al baile, pero no se me ocurría ninguna forma de hacerlo, hasta que después de pensarlo por horas al fin apareció una idea

Nina abrió su libro y comenzó a leer, yo era el único en aquel salón que sabía que lo que ella estaba leyendo no era el clásico de Emily Brontë. El libro contenía una propuesta para ir al baile, aunque no soy muy bueno dibujando, hice mi mayor esfuerzo, le narre con dibujos aquel baile de bienvenida donde nos volvimos a encontrar y lo feliz que había sido al darme cuenta que era ella la chica del antifaz y no Marcia. Cuando termine creí que era muy cursi, pero ahora al ver la luz en sus ojos y la emoción cada vez que pasaba de página me di cuenta que nada sería demasiado para ella. Al final aparecía una frase ocupando dos páginas completas: ¿Te gustaría ir al baile conmigo? Y una pequeña flecha señalándome

Nina alzo la vista del libro y me miro con una sonrisa, tomo mi mano bajo la mesa y susurro un Si ese era mi monosílabo preferido, más aún cuando salía de sus labios, sino estuviéramos en un salón de clases la habría tomado de la cintura haciéndola volar por los aires y gritándole al mundo entero lo mucho que la amaba, pero por ahora solo me conforme con robarle un pequeño beso cuando el profesor no nos veía


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