Devuélveme el corazón

Capítulo 9

– ¡No lo puedo creer! Debo haberme dormido en el avión y tener una pesadilla

Ramiro y yo nos giramos para ver quién era la persona recién llegada, Ramiro casi escupe su helado mientras yo deseaba con todas mis fuerzas que una grieta se abriera y la tierra me tragara viva. ¿Qué hacía Jazmín acá?

– ¿Qué haces acá?

– No, o sea la pregunta es ¿están juntos?

Ramiro y yo nos miramos y comenzamos a reír, que idea tan ridícula, obvio no, nosotros nunca estaríamos juntos, es más si hace unos años me hubieran dicho que estaría tomando un helado con Ramiro me hubiera muerto de risa.

– Obvio no – Respondió Ramiro – Sólo somos amigos.

– Amigos que toman helado...

– Estamos esperando a alguien – Dije cortando su comentario, comenzaba a molestarme un poco

– ¿Se puede saber a quién?

– A Luna y Yam

– Creí que Luna estudiaba acá

– Estudia acá – Respondió Ramiro – Lo que pasa es que quedo de recoger a Nina y no ha llegado

– Que sorpresa – Dijo Jazmín en tono burlón – Lunita siempre es la más distraída del mundo, me sorprendería que llegara el día de hoy. Entonces... ¿no estudias aquí? – Dijo dirigiéndose a mí

– No, no – Respondí – Yo estudio en Harvard, pero este semestre entre de intercambio a una universidad aquí en Inglaterra

– ¿En cuál?

– En Oxford – Jazmín sonrió ante mi respuesta

– ¡Ah... no puede ser! – Dijo brincando de la emoción – No lo puedo creer, y tu Ramiro, ¿en dónde estudias?

– En Oxford obvio

– Esto tiene que ser una broma, ¿no? – Jazmín seguía sonriendo – ¡Vamos a ser compañeros! – Corrió a abrazarnos, Ramiro y yo volteamos a mirarnos, ¿compañeros? – Me encanta, podemos compartir habitación Nina

– ¡Nina! – Grito una vez a lo lejos haciéndonos voltear hacia esa dirección – ¡Nina!

Los tres volteamos y vimos en frente a Luna y Yam, al fin habían llegado, ahora podríamos irnos de una vez por todas, este día había sido realmente largo, lo único que quería era llegar al campus y tirarme sobre la cama para dormir el resto del día sin que nadie me molestara

– Vaya, al fin aparecen – Saludo Ramiro – Estábamos a punto de terminarnos el helado de todo el aeropuerto – Dijo exagerando

– Jaja... – Respondió Yam – Veo que no has cambiado nada Ramiro

– Y así me amas – Dijo acercándose a ella, esto era incomodo

Luna se alejó de ellos dándoles privacidad y se acercó a nosotras.

– Lo siento Nina – Se disculpó – Olvide en qué parte del aeropuerto nos íbamos a encontrar

– Descuida, no hay problema, por suerte Ramiro me hizo compañía mientras llegaban

– ¿Ramiro? – Dijo extrañada – Ahora entiendo lo de la foto

– ¿Qué foto? –Pregunto Jazmín, la verdad es que yo tampoco sabía de qué foto hablaba así que agradecí que hiciera esa pregunta

– Lo siento Jazmín, no te salude –Se disculpó Luna – ¿Cómo estás? ¿Qué haces acá?

– Hola, Luna. Vine de intercambio a Oxford

– ¿Intercambio? – Dijo sorprendida como yo unos minutos antes – Es increíble, parece que el Blake poco a poco vuelve.

– Casi – Corrigió Jazmín – Falta Ambar y Delfi. ¿Y de qué foto hablabas? Porque la verdad no entendí

– Y Jim – Agrego Yam mientras Ramiro y ella volvían con nosotras

– Si, si – Respondió Luna – Casi todo el Blake. Y respecto a la foto – Dijo mientras nos mostraba la fotografía de Ramiro conmigo en su celular

– ¿Qué pasa con mi foto? – Pregunto Ramiro

– Lo que pasa es que Matteo me acaba de hablar preguntándome por esta foto – Sonrió – Estaba súper preocupado porque creyó que me había olvidado de pasar por ti – Dijo dirigiéndome una mirada de pena – Sé que soy muy despistada y todo, pero jamás me olvidaría de algo así

– Bueno, pues no parecía, tardaron años en llegar – Intervino Ramiro

– Lo sé, lo sentimos – Volvió a disculparse Luna

– Descuida, está todo bien – Dije tratando de animarla – Lo importante es que ya estamos todos y podemos irnos de una vez

– ¡Ay sí! – Grito emocionada Jazmín – Muero por ver mi habitación

– Y yo por dormir un poco – Dijo Yam – Estoy súper cansada

No podía estar más de acuerdo, el viaje había sido largo y lo único que quería era llegar a dormir, aunque también me moría de nervios por llegar, había estado bloqueando este miedo que sentía de llegar a Oxford con la esperanza de poder olvidarlo, pero la verdad es que cada vez se me hacía más imposible, ¿y si me lo encontraba?, ¿qué iba a hacer?, podría fingir demencia total e ignorarlo, pero eso no estaba bien, tarde o temprano tenía que hablar con él, aunque la verdad prefería que fuera tarde. ¿Y si era él el que fingía no conocerme?, ¿y si me odia?, no tendría por qué, fue él quien me pidió un tiempo, el que se alejó de mí. ¿Y si tenía novia?

Nina, no seas tonta, es obvio que tiene novia, y eso no debería importarte, si el decidió seguir con su vida deberías estar feliz por él, se merece ser feliz y tú no eres nadie para molestarte por eso, sólo tranquilízate es muy probable que ni siquiera coincidan, la universidad es grande y los dormitorios están separados, además es su último semestre así que debería estar dando practicas o algo por el estilo, por lo cual su tiempo dentro del campus se reduce como las posibilidades de coincidir en algún lugar.

– ¿Nina?, ¿sigues ahí? – Dijo Ramiro moviendo su mano frente a mi rostro atrayendo mi atención – ¿Estas bien?

– Si, si – Respondí un tanto avergonzada – Lo lamento, es que estaba recordando algo

– Claro... – Dijo no muy convencido – Esta bien, ¿vamos?

Con lo sumida que estaba en mis pensamientos no note que nos estábamos yendo, Luna, Jazmín y Yam se habían repartido sus maletas y nos estaban esperando, les sonreí avergonzada, debía dejar de hacer este tipo de reflexiones internas

– Vamos – Dije sonriendo mientras Ramiro me ayudaba con mis maletas

Y así salimos los cinco del aeropuerto con dirección a Oxford, una nueva etapa de mi vida estaba a punto de comenzar y en lo único que podía pensar era en él.