Capítulo 40

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La fiesta en casa de los papás de Gastón estuvo muy bien, conocí a sus amigos, parecen divertidos y se nota que se quieren como hermanos. Me divertí mucho en esa fiesta, aunque el Domingo las chicas salieron al cine mientras yo me quedaba a recuperar los apuntes de Franquicias internacionales que Alex gustosamente me había pasado, se los pude haber pedido a Jazmín, pero sus apuntes no son muy buenos, el Miércoles pasado me había quedado dormida con Gastón, así que no había podido ir a clase, por suerte los apuntes de Alex estaban completos y me explico lo que vieron en clase, me alegra tenerlo, de lo contrario me habría atrasado. Tomé mis cosas y me dirigí hacia la siguiente clase, la temida clase del doctor Wellington

El viernes no había venido, así que hoy daría los resultados del examen, estaba muy nerviosa, ¿Y si no lo pasaba? Entre y como siempre la mayoría de alumnos ya estaban ahí esperando, saludé a Matteo y tomé asiento a su lado, él parecía mucho más tranquilo que yo, ojalá pudiera tener esa seguridad en mi misma como la tiene él

– ¿Lista para conocer los resultados?

– No – Dije aún nerviosa

– Vamos Nina – Dijo pasando su brazo por mis hombros y dándome un abrazo – No tienes nada de qué preocuparte, estoy seguro de que lograste pasarlo

Sonreí aun insegura, estaba a punto de responderle cuando el doctor Wellington llego, no parecía muy feliz, no traía sus cosas, solo traía los exámenes, me puse aún más nerviosa, había llegado el momento, al fin sabría si lo había logrado

– Buenos días – Saludo – Lamento comunicarles que el día de hoy no podré impartir mi clase, me surgió una junta importante con los directivos – Todos parecían felices por la noticia, yo solo podía pensar en el examen – Les entregaré sus exámenes y los veo en la próxima clase

Dicho esto, comenzó a repartir los exámenes, iba fila por fila entregando a cada alumno su examen, las expresiones eran variadas, desde la preocupación, decepción, indiferencia y rara vez se observaba una sonrisa, Matteo y yo estábamos sentados en el centro del salón en la segunda fila, el profesor llego hasta nosotros y siguió de largo, mire a Matteo sin comprender ¿por qué nos había pasado? ¿Tan mal nos había ido? Matteo volvió a abrazarme y me sonrió tratando de tranquilizarme

– Tranquila – Susurro – Quizá se le revolvieron y nos los entrega después

– Claro – Sonreí sin ganas

El doctor Wellington siguió repartiendo los exámenes hasta que al final solo le quedaban dos, el de Matteo y el mío. Camino hacia nosotros observando nuestros exámenes, mis nervios aumentaron, se detuvo frente a nosotros y le entrego su examen a Matteo, observe su reacción, pero me fue imposible descifrarla, parecía sorprendido, eso podía ser bueno, pero también podía ser malo. Él miro al profesor Wellington aún con su examen en la mano

– Saqué setenta – Dijo sin dejar de mirarlo

– Si, así es – Dijo no muy feliz

– Pero... – Matteo seguía impresionado y no lo culpaba, me había dicho que la máxima calificación en los exámenes de este profesor era setenta y ahora él lo tenía, se giró a mirarme, estaba feliz. Volvió a mirar el profesor – Eso quiere decir que...

– Felicidades señorita Simonetti – Dijo alzando la voz mientras me miraba, mejor dicho, mientras todos en el salón me miraban – Es un honor haber perdido ante usted – Lo mire sin comprender, extendió su mano ofreciéndome mi examen

Lo tome y mire a Matteo, él sonrió, mire el resultado, en la parte superior izquierda en color rojo se encontraba un 87 encerrado en un círculo, había pasado el examen. Sentí los brazos de Matteo abrazarme eufóricamente, alcé la vista y le sonreí, lo habíamos logrado. Busqué al profesor con la mirada y vi que se dirigía hacia la puerta

Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora