Capítulo 92

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Después de saludarnos todos comenzamos a acomodar el lugar, Luna me entrego un cambio de ropa para quitarme el vestido, así que fui a los baños y me cambié, al regresar nos sentamos a tomar algo y platicar sobre lo que habíamos hecho durante estos últimos años. Jim nos contó que estudiaba Danza en la Universidad Europea de Madrid, era la misma universidad donde Yam estudiaba música, Ámbar estudiaba Economía en Paris School of Economics en Francia y Delfi se había decidido por Comunicación audiovisual en University Paris 1 Panthéon-Sorbonne también en Francia

Ambar y Delfi fueron contactadas por Jazmín, y Jim por Yam, ellas les habían contado lo que había pasado con mi abuelo y decidieron viajar a Argentina, claro que sus vuelos habían llegado un poco retrasados, al igual que el de la Roller Band que había pausado su gira para venir acá. Entre todos se habían puesto de acuerdo para hacerme esta sorpresa y brindarme su apoyo en estos momentos, no pude evitar emocionarme por su hermoso gesto, pese a que teníamos algún tiempo sin comunicarnos no dudaron en venir y eso solo lo hacían los verdaderos amigos

Mientras conversábamos note que Ámbar y Simón no dejaban de mirarse, aunque ambos trataban de disimular, pero lo hacían muy mal. Solté la mano de Gastón y disimuladamente me alejé del grupo para acercarme a Simón

– Hola

– Hola – Dijo con una sonrisa – ¿Cómo estás?

– Bien, gracias por preguntar ¿Y tú?

– Bien, bien

– ¿Seguro?

– Si – Dijo nervioso – ¿Por?

– No, por nada – Dije sonriendo – ¿Y qué onda con Ámbar? – Él me miro sorprendido y después desvió la mirada

– Es complicado

– Supongo que a estas alturas soy experta en relaciones complicadas

– Si, es verdad – Dijo mirándome divertido – Lo tuyo con Gastón estuvo en chino – Era verdad, no salíamos de una cuando ya estábamos en otra – Supongo que, en comparación a ustedes, lo mío con Ámbar es facilísimo

– ¿Aún la quieres?

– Si

– ¿Y ya se lo dijiste?

– ¿De qué sirve que lo haga? Si siempre termina buscando cualquier defecto para arruinar todo

– Quizá solo tenga miedo de enamorarse

Simón proceso mis palabras y miro a Ámbar, puede que por fuera ella pareciera fuerte e indestructible, pero ella también había sufrido mucho con todo lo que le había pasado, imagino que descubrir que la mayor parte de tu vida viviste engañada no debe ser fácil, la señora Sharon siempre había sido muy exigente con ella, siempre le dijo que debía ser la mejor en todo sin importarle como se sintiera, ella creo un caparazón en su corazón para evitar que alguien la dañara y al final olvido como quitarlo, quizá Simón pudiera ayudarla

– Hey, Simón – Dijo Pedro llegando a nosotros – ¿Cantamos algo?

– Claro

Nico se les unió y la Roller Band comenzó a tocar, hacía mucho que no los escuchaba. Ámbar se puso de pie y se dirigió hacia los lockers, sin dudarlo la seguí sin que lo notara

Al estar sola tomo asiento en una de las bancas y se cubrió el rostro con las manos, lucia triste, eran raras las veces que ella se dejaba ver así, usualmente usaba ese disfraz de chica perfecta para evitar que los demás vieran a la verdadera Ámbar

– Hola – Dije tomando asiento a su lado, ella rápidamente volvió a usar su mascara

– Hola – Dijo con una sonrisa – Lamento lo de tu abuelo – Yo solo le sonreí de vuelta – Debes extrañarlo mucho

– Si – Dije un poco afectada, aun no me podía acostumbrar a su ausencia – Pero por suerte los tengo a ustedes y a mi familia para ayudarme a sobrellevarlo – Ella bajo la mirada algo triste – ¿Estás bien? – Pregunte algo preocupada

– Si – Mintió, la mire haciéndole saber que no le creía – Es solo que... te tengo envidia – La mire confundida, ¿la gran Ámbar Smith me tenía envidia? – Tú tienes una familia que te cuida y te apoya y yo... Yo no tengo a nadie

– Nos tienes a nosotros – Dije tomando su mano – Tienes a tu abuelo, a Luna, a los papás de Luna – Ella me miro con los ojos cristalizados – Todos aquí te queremos, en especial Simón – Dije con una sonrisa pícara en mis labios

– No, él me odia – Dijo muy segura

– Por supuesto que no

– Por supuesto que si – Insistió – Lo arruine todo. Siempre arruino todo, por más que lo intento siempre hago todo mal, cuando estaba con él sentía que podía ser yo misma, ¿me entiendes? – Asentí en silencio, por supuesto que lo hacía – Con él era una mejor persona, pero terminé arruinándolo por mis estúpidos celos

– Yo creo que si hablaras con él podrían solucionar las cosas y volver a estar juntos

– Yo creo que ya es tarde

– Yo creo que nunca es tarde para amar – Dijo Simón entrando a los lockers

Ámbar y yo intercambiamos miradas sorprendidas, ¿qué tanto había escuchado? Ámbar intento huir, pero Simón la retuvo, supongo que ahora tendrán un montón de cosas de que habar así que me despedí de ambos y salí de ahí dejándolos solos. Con una sonrisa me dirigí a la cafetería, vi a Gastón platicando con Jazmín y Delfi así que me dirigí a donde estaban Matteo y Juli

– Hola – Dije mientras me sentaba junto a ellos

– Hola, ¿dónde dejaste tu vestido? – Pregunto Juli

– En los lockers

– ¿Puedes creer que Gastón me hizo traerlo desde Inglaterra para esta ocasión?

– Que cursi – Dijo Juli con cara de asco – Armar todo esto solo para pedirte que fueras su novia

– Pues... – Dijo Matteo con una sonrisa burlona – Al menos él no fue a la semana de la moda por su chica

Juli puso los ojos en blanco, Matteo y yo nos burlamos de su reacción, no podía quejarse, él también había hecho cosas cursis por Jazmín. De repente vimos a Gastón, Ramiro y Pedro subir al escenario, todos dejamos lo nuestro y les prestamos atención, Pedro comenzó a cantar una hermosa canción mientras Ramiro y Gastón lo acompañaban, Delfi estaba parada frente al escenario con una enorme sonrisa mientras Jazmín a su lado daba pequeños saltos emocionada, parecía que las cosas volvían a la normalidad

Al finalizar la canción Pedro se acercó a Delfi y le pidió que fuera su novia, ella acepto emocionada, todos aplaudimos y felicitamos a la nueva pareja, ¿cómo habrían quedado las cosas entre Ámbar y Simón? ¿Habrán podido arreglar sus diferencias? O quizá se pelearon y ahora se odian aún más

Sin perder tiempo me escabullí y me dirigí hacia los lockers para ver cómo iban las cosas, al llegar me sorprendí al no encontrar a nadie, no había rastro de ellos, esto era una buena señal ¿no? Quizá decidieron conversar en otro lugar, solo espero que puedan arreglar las cosas y vuelvan a estar juntos, yo sé muy bien lo feo que es estar lejos de la persona a la que amas, por suerte lo pudimos solucionar, espero que ellos también puedan


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