Devuélveme el corazón

Capítulo 63

¿En qué estaba pensando? ¿Cómo permití que esto se saliera de control? No podía creer hasta donde habíamos llegado, esto no estaba bien, a penas entre a la habitación me fui directamente a la ducha, necesitaba relajarme. Tome una ducha rápida y me vestí, no podré volver a mirar a la cara a la señora Perida, que pena, ¿qué voy a hacer?

Cepille mi cabello más tiempo del necesario, realmente no quería bajar a desayunar, me moría de pena, deseaba que me cayera un rayo o se abriera la tierra y me tragara, lamentablemente eso no iba a pasar, así que baje a desayunar con la esperanza de que nadie tocara el tema

– Buenos días, Nina – Dijo el papá de Gastón – ¿Cómo dormiste?

– Yo diría que no durmió – Dijo la señora Perida guiñándome un ojo, me ruborice completamente – O al menos no mucho

Su esposo la miro sin comprender de qué hablaba, ella solo le sonrió pícaramente, yo me ruborice totalmente, ¿por qué a mí?, alce la vista y mire al señor Perida quien me miraba un poco incómodo, no puede ser, lo comprendió, que pena

– Yo... – Dije nerviosa – Mejor me voy – Camine hacia la puerta, no podía estar ni un minuto más en esta casa

– No – Dijo la mamá de Gastón reteniéndome – Tenemos algunas cosas de que hablar

– Si, si – Su esposo se puso de pie – Creo que será mejor que las deje solas

Salió del lugar llevándose consigo su taza de café, la mamá de Gastón me obligo a sentarme frente a ella mientras me servía un poco de café, esto iba a ser incomodo, mire hacia todos lados esperando que Gastón llegara a rescatarme

– No esta – Dijo ella adivinando mis pensamientos – Salió, dijo que tenía que hacer algo, que no tardaba mucho

Genial, había huido dejándome a merced de su madre, no puede ser ¿había algo peor?

– Sé que esto puede resultar incómodo – Muy incómodo – Pero me gustaría hablar sobre lo que pasa entre mi hijo y tu

– Gastón y yo somos novios – Mentí

– Basta, Nina –La mire confundida – Sé que no es verdad – ¿Cómo? – Lo supe desde siempre. No pudiste haber perdonado el engaño de Gastón así de fácil, entiendo que fue duro enterarte que te engaño con Marcia

Solté el aire que no sabía que estaba conteniendo, sabía que le habíamos mentido, pero no sabía desde cuando lo habíamos hecho

– Entonces... ¿Por qué nos invitó a esta cena? – Ella sonrió dulcemente

– Siempre has sido como una hija para mí – Dijo tomando mi mano – Desde que Gastón nos comenzó a hablar de ti, supe que eras la indicada. Siempre que hablaba de ti o de Felicity sus ojos adquirían un brillo especial que solo las personas enamoradas poseen, cuando se pusieron de novios estaba tan feliz y cuando te conocí vi en ti a la persona que haría feliz a mi hijo – Mis mejillas se sonrojaron – Cuando estaban juntos se notaba la química que había entre ustedes. El día en que Gastón nos contó que habías sido tú la que envió su solicitud a Oxford, ese día supe que lo amabas, igual o más que yo. Quisiste que cumpliera sus sueños, lo dejaste volar aun sabiendo que eso significaba perderlo y no te importo porque te bastaba verlo triunfar y eso, Nina, es amor – Mis ojos se humedecieron, había sido difícil dejarlo ir, pero sabía que al final valdría la pena si él era feliz – Él sufrió mucho, al igual que tu – Acaricio mi rostro y yo deje escapar una pequeña lagrima – Él estaba muy confundido, te amaba, pero le dolió que le mintieras

– Lo sé – Dije mirando al suelo, quizá no había sido la mejor forma, pero quería que cumpliera sus sueños

– Cuando se distanciaron él jamás hablaba de ti, no porque no te pensara sino porque le dolía. Nunca pudo olvidarte – Yo tampoco – Lo intento, con Marcia – Dijo apenada – Pero jamás la amo, no podía amarla porque aun te amaba a ti. No voy a hablar mal de Marcia, sólo diré que no es una buena persona – Eso lo tenía bastante claro – Por eso le pedí que la dejara, pero cuando Juli me dijo que aún estaban juntos me moleste

– ¿Juli? – Pregunte confundida

– Sí, él me dijo que Gastón seguía con Marcia – Así que había sido Juli... – Pero después llego Diego y me conto que habías vuelto y no solo eso, sino que Gastón y tú se habían reconciliado, no sabes lo feliz que me puse, después de todos los obstáculos que se habían presentado al fin volvían a estar juntos, su amor logro sobrevivir al tiempo y la distancia – La mire un poco apenada, si supiera que todo había sido una mentira – Por eso los invite a cenar, después de todo lo que tuvieron que pasar para volver a estar juntos no era justo que se volvieran a distancia por culpa de esa... – Dijo refiriéndose a Marcia – Sabía que no podían rechazar mi invitación y romperme la ilusión, así que me aproveche y al parecer funciono – Sonrió – Y muy bien

– Señora Perida... – No sabía cómo iniciar, pero no podía seguir mintiéndole – Yo... no sé cómo decirle esto...

– ¿Qué pasa?

– Todo fue una mentira – Dije apenada, ella me miro confundida – Gastón y yo nunca volvimos

– ¿Qué?

– Gastón sigue con Marcia, nunca la ha dejado

– Pero...

– Lo sé – Dije interrumpiéndola – Lo lamento, sé que estuve mal, pero solo quería ayudar. Al final las cosas se complicaron y termine demasiado involucrada, cuando me di cuenta yo...

– Lo sé – Dijo ahora interrumpiéndome ella – Lo amas – Sonreí sin ganas, ¿tanto se notaba? – Nunca dejaste de hacerlo, y creo que ya es hora de que lo admitas en voz alta – La mire confundida – Lucha por él, Nina. No permitas que se aleje, él te ama y lo único que le impide demostrártelo eres tú misma

Tenía razón, entre Gastón y yo pasaron un montón de cosas y siempre logramos superarlas, y si yo lo amaba y él me amaba no había razón alguna para estar lejos y seguir sufriendo. Tenía que superar mis miedos y atreverme a luchar por lo que quiero, esta vez las cosas iban a ser diferentes, esta vez iba a luchar por él

– Gracias por esta charla – Dije abrazándola, necesitaba que alguien me diera un consejo, y ese había sido el mejor – Prometo no dejarlo ir

Ambas sonreímos, esta vez nuestra historia tendría un final feliz, creo que después de tanto nos lo merecíamos

– Hola, hola. Buenos días – Dijo Juli entrando a la cocina – ¿Ya está el desayuno?

– Vaya – Dijo la mamá de Gastón poniéndose de pie – Pero miren quien apareció por acá – Lo saludo con un abrazo – Solo apareces cuando hay comida de por medio

– Cocinas estupendo, ¿qué querías? – Dijo con una sonrisa – Tus platillos son irresistibles

– Me alegra que te gusten – Dijo complacida – ¿Desayunamos?

– Claro, pero antes... – Dijo mirándome – ¿Podemos hablar? Necesito un consejo

Lo mire confundida, ¿necesitaba un consejo? Eso era raro. Asentí en silencio y me puse de pie, nos dirigimos al jardín trasero para tener más privacidad. No sé qué es lo que le sucede, pero jamás lo había visto tan serio, sin duda debía ser algo importante como para venir hasta acá por un consejo