Capítulo 60

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El día de hoy ha sido realmente largo, quizá es porque espero ansioso que sean las seis de la tarde, ayer en el taller de baile/canto el profesor cerro la semana felicitándonos a todos, le habían gustado mucho nuestras presentaciones, sin embargo no había quedado totalmente satisfecho. Nos pidió hacer algo como esto al final del semestre, donde ambos talleres se juntaran y en esta ocasión los de baile tendrían que preparar una canción, mientras que los de música debían preparar un baile, esto sería un desastre, pero él era el profesor así que eso es lo que haríamos al final del semestre y si no quería quedar en ridículo tendría que pedirle ayuda a Juli, solo ayuda, porque si presentaba un número con él de seguro quedaría en ridículo a su lado, él ahora baila genial y yo... digamos que canto mejor que él

Nina estuvo ignorándome en todo el día, tal y como lo venía haciendo desde que prácticamente la obligue a ir conmigo a la cena en casa de mis padres, por suerte no se negó así que hoy iremos a esa cena y espero que las cosas entre nosotros mejoren porque ya no aguanto esta situación. Justo cuando el reloj marcaba quince minutos antes de las seis me despedí de Matteo y salí a buscar a Nina, obviamente no le dije que iba con ella ya que de seguro me daría otro de sus sermones y no estaba de humor para escucharlo

Llame a su puerta y ella atendió al instante, se veía hermosa y estaba a punto de decírselo, pero ella salió rápidamente de su habitación, cerró la puerta, tomo mi mano y salimos del lugar, al llegar al auto le abrí la puerta del copiloto y después de que ella entro, yo también lo hice, no dijimos ni una sola palabra en el trayecto, al parecer nuestros viajes en mi auto siempre eran igual, en silencio. Cuando llegamos estacione el auto y estaba a punto de bajar, pero recordé que aún no teníamos una historia de reconciliación, no quería que nos pasara como la otra vez

– Tenemos que inventar algo – Ella me miro sin comprender – Por si nos preguntan por la reconciliación y así

– Claro... – Dijo con sarcasmo – Yo tengo una, les podemos decir que su hijo, o sea tú, me obligo a venir y fingir que nos habíamos reconciliado, ¿qué te parece? ¿Te gusta?

– Nina... – Sabia que no quería venir, pero al menos podía ayudarme a pensar en algo, ella solo puso los ojos en blanco – Bien, ya se me ocurrirá algo, tu solo me sigues la corriente

Ella ya no dijo nada más, sólo se limitó a asentir en silencio. Ambos bajamos del auto y entramos a la casa, espero que la cena salga bien y no se compliquen tanto las cosas, mamá y papá salieron a recibirnos, ambos con una gran sonrisa, era obvio que estaban felices de que Nina y yo volvamos a estar juntos, o al menos pretenderlo

– Nos alegra mucho que hayan podido venir – Dijo mamá llevándonos hacia la sala

– Si, ya te extrañábamos – Dijo papá abrazando a Nina

– Gracias a ustedes por invitarnos – Dijo ella con una cálida sonrisa

– ¿Adivina quién vino a cenar con nosotros? – Dijo mamá con una sonrisa

– Mmm... ¿Maxi? – Pregunte

– No – Su sonrisa se hizo más amplia – ¡Belén!

¿Belén? Hace mucho que no la veía, creí que estaba de vacaciones en Italia, pero al parecer no es así, mamá fue a buscarla y cuando llegaron ella corrió a mis brazos, no podía creerlo, después de un largo tiempo volvíamos a estar juntos, recuerdo que cuando íbamos juntos a la primaria ella siempre me jugaba bromas pesadas, hasta que un día cansado de eso le metí una lagartija viva a su lonchera, ella quedo tan asustada que juro que nunca más me volvería a hacer una broma y hasta hoy así ha sido

– Tenía mucho tiempo sin verte – Dijo ella aun sin soltarme – ¿Cómo está mi futuro doctor?

– Bien, bien – Dije sonriendo – ¿Y tú?

Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora