Capítulo 81

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Necesitaba respuestas y era evidente que ella no me las daría, así que me dirigí con la única persona que me podría ayudar a aclarar todo esto

– ¿Podemos hablar? – Dije en cuando llegué a la mesa del comedor donde estaban los chicos

– ¿Y Nina? – Pregunto Luna preocupada

– ¿Cómo está? – Pregunto Ramiro

– ¿Está bien? – Dijo Jazmín

– No, no está bien – Dije tomando asiento – Está muy mal... no para de llorar – Dije pasándome una mano por el cabello tratando de tranquilizarme – Necesito que me digas qué fue lo que paso – Dije mirando a Ramiro

– No sé mucho – Dijo algo apenado – Sólo sé que cuando llegue a la cafetería ella estaba hablando por teléfono – Lo mire esperando que continuara con su relato – No sé con quién hablaba, pero se veía muy afectada

– ¿Y no te dijo nada?

– No – Negó rotundamente – A penas me vio corto la llamada. No me dijo nada, solo comenzó a llorar y después salió corriendo

Esto no servía de mucho, pero al menos tena una pista, la respuesta podría estar en esa llamada que recibió mientras desayunamos, por suerte antes de salir de la habitación tome su celular. Comencé a buscar en las llamadas recientes y la única que vi fue una de su mamá, sin pensarlo dos veces me aleje un poco de los chicos y marque su número, no estaba muy seguro de lo que hacía, pero no se me ocurrió nada más

Llamada telefónica

– ¿Nina? – Pregunto Ana al otro lado de la línea – Mi amor, que bueno que me llamas, creí que...

– Lo siento – Dije interrumpiendo su discurso – Pero no soy Nina

– ¿Gastón? – Pregunto sorprendida – ¿Mi hija está contigo? – Dijo algo preocupada

– Si – Ella suspiro

– ¿Te puedo pedir un favor?

– Claro

– No la dejes sola – Dijo rogando – Por favor, cuídala

– ¿Está todo bien? – Pregunte nervioso – ¿Paso algo entre ustedes? – Se escuchó como tomo aire antes de continuar

– Es su abuelo – Eso me cayó como una cubeta de agua fría – Murió

Todo comenzó a cobrar sentido, por eso Nina estaba tan mal, ella amaba con todo su corazón a su abuelo, él era muy especial para ella y perderlo era un golpe muy fuerte, aunque de seguro Ana la estaba pasando igual de mal, después de todo era su padre

– No se preocupe señora Simonetti, no me voy a alejar de ella

– Gracias – Sonreí – Ella va a necesitarte mucho en estos momentos. En verdad me alegra que después de todo lo que paso entre ustedes vuelvan a ser amigos – Sonreí amargamente – Sé que a tu lado mi hija estará bien y no sabes cuánto te agradezco por cuidar de ella en estos momentos

– Ella es muy importante para mí – Dije con honestidad – Y siempre lo será

– Lo sé, y espero que la cuides

– Por supuesto – Dije con una leve sonrisa – Lamento mucho su perdida señora Simonetti y si hay algo más con lo que la pueda ayudar con gusto lo haré

– Me basta con que cuides de mi hija, Gastón. Y muchas gracias por todo, chau

– Chau

Fin de la llamada

Guarde el teléfono en mi bolsillo y volví con los chicos, tome asiento al lado de Jazmín y les conté lo que había descubierto, sin duda este era un momento muy difícil para Nina y tal y como se lo había prometido a su mamá, no planeaba dejarla sola. Salimos de la cafetería y nos dirigimos a la habitación de Luna y Nina, las chicas entraron a verla relevando a Juli, Ramiro y Matteo fueron por algo para que Nina comiera dejándonos solos

– Su abuelo murió – Le dije a Juli sin rodeos

– ¿Qué?

– Por eso esta así – Trate de explicar – Él era muy importante para ella

Juli guardo silencio un momento y después me miro

– Lo siento – Miro al suelo apenado – No debí suponer que tenías la culpa de que ella estuviera así – Dijo rascándose la nuca – Es que la vi llorando y tu corrías tras ella, por eso pensé que...

– Tranquilo – dije con una sonrisa ladeada – Lo entiendo. – Juli sonrió y me dio un abrazo

Me alegra haber descubierto el motivo de la tristeza de Nina, no soporto verla así, pero entiendo que necesita llorar y sacar todo el dolor que tiene dentro y yo estoy aquí para apoyarla. Juli y yo terminamos de abrazarnos mientras Luna salía de la habitación

– Jamás la había visto así – Dijo Luna con tristeza – Desde que llegamos no ha dicho ni una sola palabra y no para de llorar

– No ha parado de llorar desde que la encontré – Dijo Juli con tristeza

– Debe ser muy duro para ella

Yo los escuchaba en silencio recordando aquellas historias que me conto sobre su abuelo, espero que se recupere pronto

– Creo que ella te necesita – Susurro Luna sacándome de mis pensamientos – Yo iré a dormir con Matteo –Dijo al tiempo que Ramiro y Matteo volvían de la cafetería – Cuídala

Tomé la comida que traían, me despedí de ellos y entre a la habitación. Yam y Jazmín estaban tratando de animarla, pero ella solo les daba la espalda, me recargué en la puerta observándola, se veía tan pequeña y frágil que me dieron unas ganas enormes de abrazarla, las chicas me vieron y se pusieron de pie dispuestas a salir, me hice a un lado para que pudieran hacerlo

– Hola – Susurre mientras me acercaba a su lado

Ella solo siguió mirando hacia la nada mientras abrazaba a Dutty con todas sus fuerzas, me partía el corazón verla así, acaricie su rostro lentamente haciendo que sus ojos se cerraran, ojalá pudiera hacer algo para desaparecer todo ese dolor. Una lágrima escapo de sus ojos

– ¿Tienes hambre? – Dije acercando la comida – Mira que delicioso se ve todo esto – Ella solo se giró en la cama y me dio la espalda – Necesitas comer algo – Dejé la comida sobre la mesita de noche y me recosté a su lado – Sé que es difícil, pero yo estoy aquí para lo que necesites – Ella voltio a mirarme y yo deposite un pequeño beso en su frente – Siempre estaré aquí para ti

Me miro con los ojos llenos de lágrimas y me abrazo con todas sus fuerzas, yo rodee su cintura con mis manos atrayéndola más a mí, esta sería una larga noche, solo espero que mañana este mejor. Me quede despierto dándole pequeñas caricias hasta que finalmente se quedó dormida, al menos así se desconectaría un poco del mundo y recargaría energías, yo imite su acción y después de un momento me quede dormido a su lado


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Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora