Capítulo 25

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Las clases habían pasado súper rápido, en cuanto salí Juli y yo fuimos por Matteo para inscribirnos en los talleres, lo podemos hacer en cualquier momento del día, claro que es mejor hacerlo ahora antes de que se llenen los mejores. En cuanto llegamos vimos a Matteo en la puerta mirando a algo o alguien, parecía preocupado

– ¿Qué pasa? – Preguntó Juli – ¿Todo bien?

– Si, si – Dijo no muy convencido – Mejor vayamos a inscribirnos de una vez

– ¿Qué talleres tomaremos este año? – Pregunte

– Fútbol – Juli respondió al instante

– Música – Respondió Matteo – Quede con Luna de tomar Teatro

– ¿Quedaste o te obligaron? – Dijo Juli burlándose de Matteo, él solo puso los ojos en blanco

– ¿Qué onda chicos? – Dijo saludándonos Ramiro – ¿Ya se inscribieron?

– En eso estamos – Respondió Juli – ¿Y tú?

– Ya, Yam y yo nos inscribimos hace rato – Dijo con una sonrisa – Ahora si me disculpan hay alguien esperándome – Los tres nos giramos y vimos a Yam esperándolo

Al parecer esos dos tenían algo, por más que lo negaran se les notaba de aquí a Marte, Ramiro se despidió y se fue con Yam. Juli, Matteo y yo nos inscribimos a el taller de música y futbol, después de eso Matteo se inscribió a teatro, Juli se inscribió a baile, de seguro su plan era ser el único chico en el taller y que todas bailaran con él, y yo me inscribí en fotografía y literatura, siempre me gusto la fotografía y con este taller podía mejorar mi técnica, y literatura suena interesante... la verdad es que me inscribí en esos dos últimos porque una parte de mi estaba casi seguro de que Nina también lo haría.

Estábamos a punto de irnos cuando a lo lejos la vi, no estaba sola, estaba con Alex, uno de los compañeros de Matteo, cerré mis puños instantáneamente, se veía muy feliz parecía como si le estuviera contando el mejor chiste que había escuchado en su vida. Matteo y Juli siguieron la dirección de mi mirada y podría jurar que su reacción fue casi tan mala como la mía

– No puede ser – Dijo Juli

– ¿Qué hace con él? – Dije sin ocultar mi molestia

– Son "amigos" – Dijo Matteo sin apartar la vista

– Pues yo diría que él quiere algo más

Matteo y Juli voltearon a verme, su expresión era seria. Todo el mundo sabía que Alex era un mujeriego de lo peor, conquistaba a cualquier chica y después de llevársela a la cama la botaba como si fuera una servilleta usada, tenía que alejarla de él a toda costa, no voy a permitir que ese idiota le toque ni un solo pelo

– Tenemos que hacer algo

– Yo trate de hablar con ella – Dijo Matteo – Le dije que no podía confiar en él y que tenía que alejarse

– ¿Y?

– Se molesto

Mis ojos no se podían apartar de ella, Alex tenía su brazo sobre sus hombros y a ella no parecía incomodarle, apreté mis puños con más fuerzas, sé que no tengo derecho a sentir esto que siento al verla así con alguien, pero me dan celos, estoy molesto y siento que si sigo aquí en cualquier momento voy a estallar

– Ya se me ocurrirá algo para alejarlo de ella – Dije mientras me alejaba de ahí, no podía seguir viéndolos

Salí del lugar, en este momento odiaba a todo el mundo, ¿por qué justo tenía que poner sus ojos en Nina? Tenía que encontrar un modo de alejarla de él, no iba a permitir que jugara con ella. Camine hasta mi habitación, necesitaba estar solo, al entrar me sorprendí al ver a Marcia sentada sobre mi cama, esperándome

– Hola

– Hola – Dije acercándome a ella – ¿Qué pasa?

Ella me miro a los ojos, parecía que había estado llorando

– ¿Estas bien? – Dije preocupado – ¿Qué sucede?

– ¿Cuándo ibas a decírmelo?

– ¿Decirte qué? – Pregunte confundido

Ella se puso de pie y se alejó de mí

– Que Nina y tú se besaron – Eso me tomo por sorpresa

– ¿Quién te lo dijo? – Había un montón de personas en la fiesta, podía haber sido cualquiera

– Ella – Dijo acercándose de nuevo – Nina me lo dijo

¿Ella se lo había dicho? No lo entiendo, ¿por qué lo haría? Hasta donde tenía entendido ella creía que había sido un error así que no tenía caso decírselo a Marcia

– Marcia, yo...

– ¿La besaste? – Pregunto interrumpiéndome, yo solo baje mi mirada, no podía mentirle, ella merecía la verdad – Yo te amo y no quiero que ella nos separe

– No lo entiendo...

– Es obvio, si no me lo constaste es porque para ti no significo nada – Se equivoca, no tiene ni idea de las miles de emociones que me provoco aquel beso – Ella está intentando separarnos, hará cualquier cosa para lograrlo

– Ella no... – Antes de poder terminar la oración Marcia se arrojó a mis brazos y me beso

Me quede congelado, sé que somos novios y todo eso y que besarnos es natural, pero desde que bese a Nina siento como si estar con Marcia fuera algo malo, después de probar de nuevo sus labios los besos de Marcia se sentían vacíos, como si faltara algo. Ella enterró sus manos en mi cabello mientras se acercaba más a mí, me deje llevar... necesitaba con urgencia olvidarme de Nina, de lo contrario terminaría mal. Deslice mis manos hasta su cintura mientras la besaba con intensidad, ella gimió en mi boca y yo comencé a besar su cuello, no puedo negarlo ella es realmente guapa, cuida mucho su aspecto, va al gimnasio tres veces por semana por lo cual se mantiene en forma. Nos dirigimos a mi cama mientras nos seguíamos besando, mis manos comenzaron a acariciar sus piernas, ella coló las suyas debajo de mi camisa, esto me ayudaría a olvidarla. Me saco la camisa, mis manos imitaron su acción y le quite la blusa, bese su cuello y descendí hasta su ombligo, ella tomo mi rostro y me guio hasta sus labios, necesitaba esto, nos besamos por un momento más y después ella comenzó a jugar con el cierre de mi pantalón

Mi celular comenzó a sonar, ambos lo ignoramos y continuamos en lo nuestro, si les urgía llamarían en otro momento. Le quite la falda y la deje en ropa interior, su cuerpo era escultural, nos volvimos a besar olvidándonos de todo lo que nos rodeaba, si el prefecto se enteraba que había una chica en mi habitación de seguro nos corre, ella acaricio mi pecho y fue dejando un rastro de besos hasta mi ombligo, me miro con deseo mientras se deshacía de mi pantalón, mi celular comenzó a sonar de nuevo, lo tome molesto y mire la pantalla antes de atender. A penas vi su nombre en la pantalla todo a mi alrededor desapareció, mi pulso se aceleró y mi mente se bloqueó, ¿cómo había conseguido Nina mi numero?


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Devuélveme el corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora