SOMEDAY [TERMINADA]

FIL Capítulo 63

POV KISEOP

Ya era poco más de una semana desde que Hoon se había ido de casa. Los primeros días SooHyun no salía de su cuarto, pero estos últimos días salía todas las noches a quién sabe donde y regresaba casi al amancecer... eso cuando regresaba. Intentamos hablar con él, pero insistía en que estaba bien, así que durante el día se encerraba en su cuarto a estudiar su guión y a ensayar las canciones de su solista. El manager estaba en el extranjero, por lo que afortunadamente no se había dado cuenta de nada.

Era sábado, por lo que Kevin había aprovechado para salir de compras y había arrastrado al pobre de Eli para que le cargara las bolsas. Últimamente su relación había mejorado y sabía que Kevin buscaba estrategias para poder estar más tiempo con Eli y avanzar mejor en su relación. Kevin era un chico de buen corazón y esperaba que pudiera remendar un poquito las heridas de Eli, guiarlo por el buen camino y que volviera a ser el chico alegre y bromista que era antes. SooHyun no estaba, había ido a la compañía a arreglar unos detalles de su debut solista, por lo que solo estabámos Jun y yo en la casa.

Habíamos decidido ver una película en nuestra habitación, por lo que preparamos palomitas, refresco, helado napolitano, papas fritas y todos los dulces que se le ocurrieron a Jun. Literalmente ambos burós y mi cama estaban llenas de comida, además del regazo de Jun y el mío. Tendríamos que hacer bastante ejercicio para bajar tantas calorías.

La película la había elegido Jun se llamaba "The big gay musical" y se escuchaba extraña pero prometedora. Yo había aceptado y la siguiente película me tocaba elegirla a mí. Conecté la computadora a la televisión de la habitación, le puse Play a la película y nos acomodamos en la cama para verlo.

La película versaba sobre un par de chicos que son actores de musicales y que deciden participar en un musical llamado "Y Dios los nombró Adán y... Evan" que habla sobre como se creo el mundo con dos chicos gays. Todo va de maravilla hasta que uno de los chicos descubre que sus padres, dos religiosos de corazón, irán al estreno de la obra y cómo este ve venir lo peor. Mientras tanto el otro chico anda en busca el amor y parece que no está hecho para él. La película era buena, a veces un poco subida de tono, pero el mensaje era realmente bueno. Tal vez la madre de SooHyun debería verla.

Cuando terminó la película las palomitas se habían terminado, así como el helado y muchos dulces cuyas envolturas estaban regadas en la cama. Jun se estiró y bostezó, tirando varias envolturas al suelo. Yo coloqué los trastes del helado y de las palomitas en el suelo, a un lado de la cama.

-¿Quieres que vaya por más palomitas para la otra película?- le pregunté a Jun, volteando a verlo.

-Mmm... no quiero ver otra película- dijo haciendo un puchero.

-Entonces ¿Qué quieres hacer?- le pregunté con curiosidad. Jun solamente sonrío como respuesta.

Sin decir una sola palabra, Jun se acercó a mí, colocando medio cuerpo encima de mí y buscando mis labios. Yo acepte el beso más que gustoso, sobre todo porque era poco usual que Jun tomara la iniciativa. Por un momento nos estuvimos besando, suaves roces de labios que poco a poco subieron de tono hasta explorar la boca del otro. Jun sabía dulce, a chocolate y caramelo, por lo que no pude evitar perderme en aquel beso, explorando sus labios y cada parte de su boca. Jun no se quedaba atrás y, sopresivamente para mí, comenzó a acariciar mi torso, metiendo la mano por debajo de mi playera. No le di importancia y seguí besándolo, mientras abrazaba su cintura para acercarlo más a mí.

Jun bajó su boca por mi barbilla, hasta llegar a mi cuello, donde continuó besándo mi piel. Era algo usual, pues Jun tenía una extraña fijación por mi cuello y a veces por mis pómulos. Yo solo atiné a acariciar su cabello con una mano y su espalda con la otra. Mi novio se acomodó mejor hasta que quedó entre mis piernas y siguió besándome y acariciando los músculos de mi abdomen. Yo lo dejé, pues estaba seguro que, cuando se cansará o la comida le hiciera efecto y le diera sueño, pararía y me pediría que lo abrazara hasta que se quedara dormido. Pero esta vez estaba equivocado.