- No sé que te han dicho tus padres, no sé que mierdas traumáticas has vivido en tu infancia pero nada de lo que te haya sucedido te da el derecho a arruinar la boda de dos personas que sin conocerte te han hecho parte de su rutina, de sus vidas y del día mas especial ¿Quién te crees que eres? - Le pregunto intentando comprender aún que es lo que acaba de suceder - ¿Por qué simplemente no pudiste hablar conmigo y con Luke? Me viste sufrir cada día por no entender a mis padres, me aconsejaste y fingiste que te importaba ¿Por qué?
- ¡Claro que me importa! - Grita asustándome a mi y al resto de los chicos. - Pero tu no te imaginas lo que fue para mí, oírte decir que tu único hermano siempre será Luke.
- ¡Jamás lo hubiera dicho de saber la verdad! - Exclamo - ¡Tuviste la oportunidad cientos de veces pero has elegido hacerlo de esta forma! Has incluso metido a Emir en todo esto, sabiendo lo frágil que es.
- ¿Sabes que papá volvió a mentirte? ¿Sabes que cuándo te dijo que recién se enteraba de que yo estaba en la ciudad no era cierto? Hace rato sabe que estaba aquí y que iba a buscarlos a ustedes. Me pidió tiempo para contarles la verdad pero cuando la otra noche viniste con esa mierda de que yo había tenido una infancia felíz jugando con mi primo, no pude soportarlo más. - Su voz se quiebra y Luke se ríe con ironía.
- Mira, Sebastian. - Dice mi hermano. - Lo que has hecho no tiene ni tendrá ninguna justificación y para mí jamás serás parte de mi familia. Solo vete de aquí que ya has hecho suficiente daño.
- Y tu también. - Dice Lucy sorprendiéndonos a todos, señalando a Harry. - Tu también has hecho suficiente daño así que también voy a pedirte que te vayas.
- Lucy, sólo escuchame, por favor... - Ruega él pero Luke se para en medio de ellos dos. - Lo siento mucho.
- No te creo una palabra, vete. - Reafirma ella, siendo tan fuerte que me hace admirarla aún mas de lo que ya lo hago.
Ally, que no ha dicho una palabra aún, da un paso adelante, se quita el collar y el anillo que Sebastian le había regalado y literalmente se los lanza al rostro.
- Eres un maldito. - Dice entre lágrimas. - Ni siquiera voy a decirte lo utilizada que me siento, no vale la pena.
- Ally, yo estoy absolutamente enamorado de ti. - Sebastian se desespera. - Tienes que creerme.
- ¿Tengo que creerte? - Repite ella con ironía. - Ya no te creo nada. Has jugado con mis sentimientos, con los de Gabe, has destrozado no solo mi relación con él sino que la amistad que teníamos con ellos porque simplemente hemos sido tan estúpidas como para creerte a ti.
- No puedo perderte, por favor. - No pudiendo contenerse más, Sebastian rompe en llanto. - ¡Solo intenta entender!
- ¡Suficiente! - Grita Luke.
- ¿Lo llevo a la estación policial? - Pregunta el señor de seguridad.
- No. - Me apuro a responder antes que Luke que se que debe estar asesinándome en su mente. - Sólo sáquelo de aquí.
El hombre asiente y mete a Sebastian adentro del auto. Harry corre a sentarse a su lado y una vez que el auto se aleja, Ally se desarma y se echa a llorar con una amargura y un dolor tan injustos como comprensibles.
- Me siento culpable por esto. - Dice Luke siendo el muchacho mas adorable del mundo, sentándose a su lado. - Lo siento Ally, no merecías que algo así te suceda.
- ¿Saben que es lo que más me duele? Que aún sabiendo todo lo que hizo, no puedo dejar de quererlo. Que aún cuando sé que estaba mintiendo, pude ver amor en sus ojos. - Dice entre sollozos.
- Es que yo creo que con eso no estaba mintiendo. - Digo abrazándola. - Estoy segura de que ni Harry ni Sebastian imaginaron que podían conocer a dos muchachas tan increíbles como ustedes.
Ambas sonríen y se encogen de hombros.
- Lo siento, Eli pero necesito preguntarte esto: ¿Qué vas a hacer con Emir? - Pregunta mi hermano.
- ¡Emir! - Exclamo poniéndome de pie de golpe. - Con él no estoy enfadada. Estoy dolida, estoy triste. Pero me pongo en su lugar dos segundos y Sebastian lo ha puesto en una situación horrible.
- Cierto. - Admite Luke. - Y además no era él quien tenía que hablar con nosotros sobre esto. Era papá, Sebastian pero él no. Sabes que he tenido mis dudas con respecto a Emir y creeme que después de esto, si pensara que él fue parte del plan de este maldito no te estaría diciendo esto pero creo que ambos deberían hablar tranquilos e intentar arreglarlo.
- Creo lo mismo. - Dice Lucy sonriendo a pesar del dolor. - Incluso Harry podría habernos advertido pero fue cómplice de Sebastian en todo esto. Emir, seguramente pensaba que si decía algo, perdería todo.
Esa última frase de Lucy hace ruido en mi mente y de repente siento que necesito salir de ahí y correr hacia mi departamento.
- Chicos. - Digo literalmente caminando más rápido que nunca. - Tengo que irme. Por favor, quédense, acompañen a Miles y Brandon que bastante han tenido por culpa nuestra ya. Yo luego me comunico con ustedes.
- ¿Vas a estar bien? - Pregunta Lucy y Ally asiente como preguntándome lo mismo sin hablar y en ese momento las amo mas que nunca. Ambas acaban de sufrir probablemente una de las decepciones mas grandes de sus vidas y están preocupadas por mi. - Por favor no dejes de escribirnos aunque sea.
- Son las mejores ¿Saben? - Pregunto abrazando a las dos. - Siento tanto que hayan sufrido por culpa mía.
- No digas eso, nada de esto fue tu culpa. - Sonríe Ally.
Vuelvo a abrazarlas, luego busco las llaves del coche y salgo en busca de Emir.
Entro al departamento, agitada por lo rápido que intento hacer las cosas.
- ¡Emir! ¡¿Estás aquí?! - Pregunto a los gritos, rogando por dentro por recibir una respuesta. No lo encuentro ni en la habitación, ni en la sala de estar, ni en la cocina. Hasta que me ilumino y se me ocurre un lugar donde encontrarlo. Subo las escaleritas de la terraza, lo más rápido que mis piernas me permiten.
Lo veo sentado, con la mirada pérdida y una botella de cerveza en la mano. Está haciendo algo en la notebook, que guarda en un USB. Cuando me nota, se lo guarda en el bolsillo de la camisa, se pone de pie y me doy cuenta de que no sabe bien que hacer. Asumo que espera que sea yo quien inicie la conversación.
ESTÁS LEYENDO
Opuestos.
Teen FictionVidas que a primera vista parecen totalmente diferentes. Egos que chocan desde el primer día. Corazones que laten igual.