Entro en la habitación dando un portazo, agitada y mas pálida de lo habitual. Emir lo nota y me abraza pidiéndome disculpas, ignorando que pobrecillo, él no tiene absolutamente nada que ver.
- ¡Lo siento! ¡Lo siento! - Repite una y otra vez. - ¡Me porté como un imbécil!
- Emir, no. - Lo interrumpo y él da un paso atrás dándome libertad. - Está bien, ya pasó.
- ¡Pero mira como estás! - Grita fuera de sí. - ¡¿Por qué siempre hago esto?! ¡Un día vas a cansarte y a huír de mí!
- Emir, tranquilo. - Intento calmarlo, acariciándolo con ambas manos en el pelo. Sentándome en el suelo a su lado. - No voy a irme a ninguna parte, tranquilo, por favor.
Me mira con un dejo de dolor y de vergüenza y me abraza tomándome del brazo mientras yo apoyo el mentón en su pelo.
- Perdoname, Liz. Lo siento de verdad. - Insiste. - Si quieres puedo ducharme y bajamos con el resto de los chicos.
- Tu ahora ve a ducharte ¿has comido algo? - El niega con la cabeza. - Perfecto, yo tampoco. Ve a ducharte mientras yo pido algo para que nos suban a la habitación mientras miramos alguna película y mañana será un nuevo día.
- ¿Estás segura? Te conozco, sé que era una noche especial para los chicos y que no quieres perdértelo. - Dice tomando una toalla y acercándose a mí. Le explico rápidamente que nada especial pasará esta noche y conforme con mi respuesta, se va a duchar.
Pido algo al servicio de habitación y me dejo caer en la cama, dando un suspiro. Me rozo los labios con las yemas de los dedos y la imagen de Dylan besándome sorpresivamente me asalta otra vez. No entiendo de donde vino eso ni porque lo hizo. Solo sé que necesito hablar con él lo antes posible. Le aviso a Emir que voy a bajar un segundo a recepción y salgo rápidamente esperando que no sea tarde.
Literalmente me choco con Lucy y Ally que están buscándome y las tres nos gritamos cosas al mismo tiempo, hasta que Ally levanta ambos brazos haciéndonos callar.
- Primero ¿En dónde estabas? - Pregunta. - Segundo ¿Sabes por qué Dylan se fue de esa manera?
- Estaba hablando con Dylan afuera y luego con Emir en nuestra habitación. Voy a quedarme arriba con el ésta noche. - Digo sin espacio a duda o cuestionamientos. - ¿Dylan se ha ido?
- Dijo que recordó que tenía algo que hacer y salió casi corriendo. Pero a decir verdad no fue nada creíble. - Dice Lucy. - Algo pasó porque lo escuché clarito hablando por teléfono con Thomas.
- Para nada atenta ¿eh? - Ironiza Ally y tengo que contener la risa al ver la reacción de Lucy. - Bueno, bueno, lo importante es que Elizabeth está bien.
- ¿Dylan se fue hace mucho? - Insisto y ellas no saben que responderme.
- Voy a ver si lo alcanzo en el estacionamiento, no tengo mucho tiempo, Emir me está esperando. - Digo y me echo a correr mientras las chicas corren detrás mío.
Llego al estacionamiento y miro para todos lados, en busca de alguna señal de Dylan o de su coche pero fracaso. Se ha ido. Superada por la situación y exasperada por la falta de respuestas, grito de una forma que se debe haber escuchado en todo el lugar.
- Definitivamente hay algo que nosotras estamos ignorando. - Dice Ally y Lucy asiente.
- No vamos a obligarte a contarnos pero nos gustaría saber que sucede. - Lucy me da unas palmaditas en la espalda.
- Tienen que prometerme que no van a contarle a nadie. - Digo señalándolas con el dedo índice y ellas asienten rápidamente. - Bueno, Dylan... yo... En realidad Dylan, yo no...
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Opuestos.
Teen FictionVidas que a primera vista parecen totalmente diferentes. Egos que chocan desde el primer día. Corazones que laten igual.