Treinta y seis.

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- ¡Despierta dormilona! - Exclama Lucy despertándome de golpe y tentándose ante mi reacción.

- ¿Cómo carajos entraron a mi casa y más aún en mi habitación? - Pregunto cubriéndome con la sábana hasta arriba de la nariz.

- Les dije que no hay que despertarla así, ahora vamos a tener que soportarla de mal humor el resto del día. - Susurra Ally y yo con los ojos aún entrecerrados la señalo, dándole la razón.

- Si hay un responsable, soy yo. - Dice Emir entre risas. - Me escribieron para saber si podían venir a desayunar con nosotros antes de ir a clases y me pareció una buena idea.

- Además va a estar de mal humor hasta que recuerde que esta noche hay show de Waterparks. - Asegura Lucy. Me siento de un respingo y siento literalmente como me despabilo de golpe. - ¿Qué puedo decirles? La conozco como la palma de mi mano.

Le lanzo un almohadón y cuando por fin deciden darme un poco de privacidad, me alisto y subo a la terraza a desayunar con todos. Un rato después, me despido de Emir y parto con las chicas hacia la universidad.

- Me contó un pequeño pajarito que ésta noche irán al concierto de Waterparks ¿Es cierto? - Pregunta Miles apareciendo por el medio del pasillo y entrelazando su brazo con el mío. Las chicas y yo asentimos emocionadas. - Me alegra comunicarles que también iré. Brandon está pasando unos días con su familia en Los Ángeles así que me ha abandonado.

- ¡Oh, seguro que ya lo extrañas demasiado! ¿Verdad? - Pregunto y el asiente poniendo cara de perrito abandonado en medio de una tormenta. - Bueno, ésta noche lo pasarás en grande con tus amigas ¿Qué mas quieres?

- ¿Un beso de Awsten quizás? - Bromea y le doy un golpecito en la nuca.

- ¡Calla! - Exclamo. - Awsten es de mi priopiedad.

- Estoy segura de que a Emir le encantará saber eso. - Bromea Ally.

Después de un día lento y pesado en clases, almorzamos con Miles y las chicas y quedamos en encontrarnos en la puerta del Micro Theater Miami, lugar donde vamos a ver a Waterparks.

Llego a casa y veo a Emir trabajando en un plano, lo cual me alegra el corazón.

- Mi novio, el arquitecto. - Bromeo subiendo y bajando las cejas. El chasquea la lengua como quitándole importancia y yo lo abrazo por la espalda. - ¿Cómo va eso?

- Va, que es importante. - Dice encogiéndose de hombros. - En realidad sólo lo hago para distraerme y no pensar en cuanto tiempo falta para que regreses a casa.

- Exagerado. - Digo entre risas. - ¿Estás ansioso por el concierto de esta noche?

- Debo admitir que sí. - Sonríe. - Sebastian si que se ha portado bien ¿eh? ¿Boletos para todos? Eso sí que no debe ser económico.

- Se ha portado excelente. - Admito. - En este último tiempo he cambiado mucho mi opinión sobre él. Al principio era un poco pesadito con el tema de Gabe pero creo que ahora Ally le ha demostrado que puede quedarse tranquilo.

- Sobre eso... - Dice arrugando la nariz como cuando sabe que va a decirme algo que no va a gustarme. - Hoy estuve conversando con Dylan y me ha comentado que él y Gabe estarán esta noche.

- ¿Casualidad? - Ironizo.

- ¿A qué te refieres? - Pregunta desentendido.

- Nada, sólo espero que por una vez podamos tener una noche sin drama. - Suspiro y el asiente.

Cuando falta poco mas de una hora para encontrarnos con los chicos, comenzamos a alistarnos. Yo decido usar mi vestido a rayas negro y rojo, medias negras y zapatillas. Me hago una media cola en el cabello, me pinto apenas y estoy lista.

- ¡Emir! - Grito desde la sala mientras me pongo unos aretes observándome en el espejo el pasillo. - ¡En diez minutos tenemos que salir!

- Estoy listo. - Dice un poco agitado, saliendo de la habitación y haciendo que mi corazón se derrita.

Lleva una camisa azul arremangada que le queda espectacular, jeans ajustados negros y converse azules. Ha decidido dejarse crecer la barba lo cual me encanta. Lo miro embelesada mientras él se echa a reír.

- ¿Qué te sucede? - Pregunta. - ¿Me veo bien?

- ¡Podría decirte tantas cosas! Pero ya tendremos tiempo despues del concierto. - Exclamo guiñándole un ojo, haciéndolo reír aún más.

Me besa y cuando decide liberarme, tomo mi cartera y salimos. Cuando llegamos, nos encontramos con las chicas, Sebastian, Harry y Miles.

Ally se ve preciosa con una camisa azul con bordados en el pecho, minifalda de tiro alto negra, medias negras y zapatitos marrones. Lucy, lleva una remera lisa color negra, minifalda azul con florcitas blancas, medias bucaneras y zapatitos blancos.

- ¡Miren a Harry! - Exclamo dándole unas palmadas en la espalda. - ¡Que pinta!

- ¡Oh, que dices! - Se sonroja. - Me puse lo primero que encontré.

Lleva una remera azul, campera de gamuza color camel, jeans ajustados negros y zapatillas negras. Sebastian, por su parte, nos ha sorprendido abandonando su característico color negro luciendo un sweter a cuadros rojo y negro, una chaqueta azul, jeans azules y converse rojas.

- ¿Por qué dices eso? - Pregunta Lucy - ¡No me quites crédito! ¡Yo lo ayude a elegir la ropa!

- No me sorprende. - Dice Ally entre risas.

- No te averguences, primito. - Se ríe Sebastian. - Yo también necesite ayuda de mi chica para saber que ponerme sin tener que recurrir al aburrido negro.

- Así se habla. - Dice ella que lo mira enamorada y él le regala un besazo de película que nos hace gritar a todos.

- Este tipo de demostraciones no por favor. - Dice Miles fingiendo estar deprimido. Lleva una camisa hawaiana, jeans ajustadísimos rotos en una rodilla y zapatillas negras. - Que esta noche duermo solo.

- ¡Oh, pobrecillo él! - Exclama Emir revolviéndole el pelo y haciéndonos reír.

Cuando es hora de entrar, la fila comienza a avanzar y ni bien ponemos un pie dentro nos chocamos, literalmente, con Dylan y Gabe, acompañados por Acacia y la muchacha que Sebastian nos mostró en fotos aquella vez. Ally y su novio saludan a los chicos fríamente y siguen caminando. Lo mismo intento hacer yo con Dylan pero toma mi brazo disimuladamente.

Opuestos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora