- ¡No! - Grito haciendo sobresaltar a todos. - No puedo quedarme aquí, Luke. No me pidas eso.
- Pon a Lucy o a Ally al teléfono. Ahora. - Me exige en un tono que desconocía hasta el momento y no tengo fuerzas para discutir.
Lucy toma el móvil y se nota que sigue instrucciones de mi hermano. Deja el teléfono y se sienta a mi lado en el sillón azul.
- A Emir ya lo están buscando y Luke está ayudando en todo lo que puede. La policía ya se ha comunicado con Nora y supusimos que no iba a molestarte que venga a esperar novedades aquí con nosotros. - Dice en un tono maternal que me resulta adorable. Niego con la cabeza en silencio. - Tienes que estar tranquila, ahora Nora también te necesitará fuerte ¿Está bien?
Asiento y suspiro. Me recuesto, apoyando la cabeza en un almohadon y miro al techo repasando en mi mente cada detalle de estos últimos días, intentando encontrar una señal, una prueba, algo que me demuestre que algo andaba mal dentro de Emir pero sólo tengo recuerdos felices a excepción de lo sucedido en la boda.
Nora llega a casa y me abraza fuerte. No hace falta que diga nada, el temor en sus ojos es doloroso.
- Tranquila, pequeña. - Dice acariciándome ambas mejillas. - Pronto aparecerá diciendo que nos estaba jugando una broma de muy mal gusto, por cierto.
- Probablemente. - Hago un esfuerzo por sonreír.
Cuatro horas pasan sin saber absolutamente nada. Cada vez que algún teléfono suena me sobresalto y me angustio aún más. Me siento ahogada y el departamento me resulta exageradamente pequeño.
- Voy a salir a tomar aire, no lo soporto más. - Digo tomando mi chaqueta roja, mi teléfono y mis llaves.
Antes de darme cuenta, estoy en el Wayfair viendo una escena que parece de película. La policía examinando el coche de Emir, detectives hablando entre sí e interrogando a los empleados del bar, Luke hablando por teléfono caminando de un lado a otro. Siento que esto no está pasando, no puede ser real.
- ¡¿Que demonios haces aquí?! - Exclama Luke al verme observando todo a mi alrededor.
- No podía quedarme en casa, no podía respirar. - Digo entre sollozos. Luke chasquea la lengua pero al instante me abraza. - ¿Hay alguna novedad?
- Hay un detective aquí que quiere hablar contigo, yo le dije que solo hablarías cuando estés lista y fuerte. Tu decides. - Dice abrazándome aún.
- Está bien, quiero ayudar. - Me seco las lágrimas con la chaqueta.
Luke se va y vuelve acompañado por el detective. Me hace lo que supongo que son las preguntas clásicas tales como " ¿Como estaba la última vez que lo vio?" " ¿Estaba en problemas con alguien?" " ¿Cree que se puede haber hecho daño?"
Cuando me hace esa última pregunta, empiezo a insultarlo y a decirle que él no tiene idea de quien es Emir. El pobre detective, víctima de mis nervios y mi angustia me responde muy tranquilo, diciéndome que tiene que cubrir todas las posibilidades. Le dice a mi hermano que podemos irnos y que cualquier novedad que haya, nos avisará al instante.
Volvemos al departamento y después de mucho insistir, Ally logra convencerme de que me recueste.
- ¿Sabes una cosa? - Pregunto mientras me ayuda a cubrirme con las sábanas y me mira expectante. - Estoy segura de que Emir aparecerá por esa puerta pronto, con un ramo de flores o algo así, pidiéndome perdón por haberme preocupado.
Ally sólo se limita a sonreír.
- Estoy segura. - Insisto. - Aparecerá diciendo que quiso hacernos una broma y que se le ha ido de las manos. Yo voy a hacerme la ofendida unos minutos y luego me comprará con su sonrisa y sus canciones.
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Opuestos.
Genç KurguVidas que a primera vista parecen totalmente diferentes. Egos que chocan desde el primer día. Corazones que laten igual.