Cuando quedamos frente a frente, nos miramos en silencio. Sospecho que ninguno de los dos sabe bien que decirle al otro.
- Yo... Realmente lo siento. - Dice mirando al suelo y poniendo ambas manos en los bolsillos de sus jeans.
- Si quieres siquiera que empecemos a hablar dime en donde pasaste la noche. - Digo cortante.
- Estuve... en la casa de la isla. - Admite.
- ¿Qué tiene esa maldita casa que cada vez que huyes de mi corres allí? - Me exaspero y algunos estudiantes que pasan por allí nos observan.
- Era la casa de mis padres... Vivíamos allí. - Dice en un tono apenas audible. - Allí voy cuando necesito pensar y aclarar mis ideas.
- ¿Y te sirvió? - Pregunto tratando de mantener la guardia alta. El asiente como un niño pequeño en penitencia. - ¿Para qué?
- Siento haber desconfiado de ti. - Dice sentándose en un escalón. Yo hago lo mismo. - Siento haber arruinado la noche de ayer.
- No puedes seguir haciéndonos estas cosas, no puedes seguir huyendo cada vez que hay un problema o una situación difícil. - Digo poniendo mi cabeza en su hombro. - Si queremos hacer que esto funcione, tener una relación adulta tenemos que hablar las cosas, arreglarlas. Dejar de huir.
- No es que huyo de ti, Liz. - Dice poniendo su mano en mi regazo. - Huyo de mi.
- Bueno, eso tampoco está bien. - Le tomo ambas mejillas y lo miro a los ojos. - Yo te necesito.
- Y yo a ti, Liz. No sabes cuanto. - Dice abrazándome. - Lamento haberte empujado ayer ¿te lastimaste?
- Eso no importa. Sólo prométeme que no irás más allí solo. La próxima vez que vayas allí, tiene que ser conmigo. - Sentencio.
- Lo prometo. - Asegura. - ¿Podemos irnos a casa o tienes que seguir estudiando?
- Déjame enviar un mensaje a Ally y Lucy, íbamos a almorzar. - Saco mi teléfono pero él pone su mano sobre la mía.
- ¿Por qué no almorzamos con ellas? - Propone y yo asiento repetidamente. - ¿Te dije que eres mi chica favorita?
- Creí que era la única. - Finjo ofenderme.
- Lo eres. No bromeaba acerca de casarme contigo. - Dice muy serio.
- ¡Calla! - Exclamo. - Sólo estás muy, muy arrepentido.
Quiere volver a hablar pero lo interrumpo con un beso. Quizás si alguien supiera bien lo que sucedió anoche, me trataría de inconsciente por perdonarlo tan fácilmente pero no me importa.
Cuando las chicas, Sebastian y Harry nos ven entrar a ambos al buffet se sorprenden notablemente.
- ¡Hey! - Exclama Sebastian poniéndose de pie y terminando con el silencio incómodo. - ¡Chicos, que gusto verlos!
- ¡Que caras! - Dice Harry arqueando las cejas. - ¿Siguieron la fiesta en casa acaso?
- Harry, me encantas, en serio pero tienes que aprender a darte cuenta cuando es apropiado cerrar la boca. - Dice Lucy rodando los ojos, haciéndonos reír incluso a nosotros.
- Voy a quedarme con el "me encantas" - Dice él acercando su rostro al de ella y dándole un tierno beso en la punta de la nariz.
Nos sentamos y puedo ver como Ally me mira preguntándome si todo esta bien. Asiento sonriente y ella hace lo mismo. Emir y Harry van a pedir lo que decidimos comer mientras nosotros nos quedamos conversando.
- Sé que Harry lo preguntó de forma brusca pero ¿está todo bien? - Pregunta Sebastian dirigiéndose a mí.
- Si, juro que todo está excelente. - Suspiro. - Gracias.
- No hace falta que agradezcas. - Dice con esa sonrisa de propaganda que lo caracteriza. - Estamos aquí para conversar de lo que haga falta.
Miro a Ally y asumo que le ha hablado a Sebastian acerca de mi herida en el codo. Ella me mira cómo pidiéndome disculpas y yo ruedo los ojos. Parece que hace semanas Emir y yo somos el único tema de conversación. Minutos después, Emir y Harry regresan a la mesa y el resto del almuerzo pasa entre fotos grupales y risas.
- ¡Casi lo olvido! - Exclama Sebastian haciéndonos sobresaltar. - Tengo una sorpresa para todos.
Harry golpea los dedos contra el borde de la mesa, haciéndolos sonar como si fuera un tambor y todos nos reímos. Observo a Ally y me divierte darme cuenta de que no tiene la menor idea de lo que va a decir su novio.
- ¡Conseguí boletos para ir a ver a Waterparks mañana! - Grita poniéndose de pie y dándole un golpe de triunfo a la mesa.
- ¡BROMEAS! - Gritamos Ally, Lucy y yo al mismo tiempo y nos echamos a reír a carcajadas.
- No bromeo en absoluto. - Dice orgulloso. - Conseguí boletos para todos.
- ¡Eres increíble! - Exclama Ally poniéndose en puntas de pie para darle un besazo de película.
- ¡Hey, agradécele en casa no adelante de todos! - Bromea Harry y todos le damos la razón haciendo que mi amiga se sonroje y Sebastian se encoja de hombros.
Antes de que las chicas vuelvan a clases, le agradezco una y otra vez. Waterparks es una de las bandas favoritas de Ally, Lucy y mías. Realmente estoy felíz y me alegra que la primera vez que voy a verlos en vivo sea con Emir, a quien molesto constantemente con sus canciones. Tanto que a veces las tararea sin darse cuenta.
- Estás felíz ¿Verdad? - Pregunta mientras caminamos tomados de la mano por el campus.
- Estoy demasiado felíz. - Agrego - ¿Y tu?
- Lo que te hace felíz a ti, me hace feliz a mi. Además, es la primera vez que veré a una banda en vivo. - Admite.
- ¿De verdad? - Pregunto y el asiente. - Va a ser genial, ya verás.
- No lo dudo. - Sonríe y me da un beso.
En cuanto llegamos a casa, decidimos comer pizza y hacer maratón de Friends. Cuando terminamos de comer y de juntar las cosas, me acurruco en su pecho y me tapo con una mantita. La paz que me había abandonado, regresa haciéndome sentir felíz y tranquila.
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Opuestos.
Teen FictionVidas que a primera vista parecen totalmente diferentes. Egos que chocan desde el primer día. Corazones que laten igual.