La presentación había finalizado, el telón había bajado y la oscuridad se había apoderado del teatro.
White...
Solo había alguien que me llamaba por mi apellido por la simple razón de fastidiarme; Keitan.
La linterna que sostenía su mano izquierda me alumbró y suspiré, viendo su rostro lucir tan indiferente como siempre. Me pasó otra linterna y la tomé, ignorando el temblor de mis manos.
Tras bambalinas, la situación no era muy diferente. Las luces de repuesto misteriosamente aún no habían sido activadas y todo estaba en penumbras. Se veían a una que otra persona alumbrar con sus celulares en un intento de ver el camino, y hubiese sido más fácil para mí si ya hubiese visitado ese lugar antes, de ese modo, no estaría tan perdida.
El plan que aquel agente había creado parecía estar dando resultados, puesto que estábamos haciendo exactamente lo que me había dicho que haríamos.
Abrió una puerta y me empujó dentro, siguió corriendo sin soltar mi mano.
—Puedo caminar sola, no necesito que me guíes —gruñí.
—Prefiero evitar que hagas alguna de esas estúpideces que te caracterizan —habló mientras abría otra puerta.
Recorrimos unos cuantos pasillos más hasta llegar a lo que parecía ser la parte trasera de aquel lujoso teatro. La luz de la tarde se filtraba por las ventanas de cristal en lo alto del lugar, por lo que apagamos las linternas.
Empujó unas anchas puertas al fondo y vi claramente un hermoso jardín.
—Sigue corriendo hasta que salgas del jardín, encontrarás un edificio de color pálido, rodéalo. Allí te estarán esperando —ordenó soltando mi brazo.
—¿Qué hay de ti? —pregunté inconscientemente.
—Me reuniré contigo más tarde.
Asentí torpemente y eché a correr, siguiendo cada una de sus instrucciones. Corrí entre los jardines decorados con estatuas de mármol y una vez salí de un grupo de arbustos, encontré el edificio del que Keitan me había hablado.
No tardé en rodearlo, encontrándome con un joven cuya apariencia seria y molesta lo diferenciaba de su hermano.
—Leander —nombré, deteniéndome a su lado.
Ni siquiera sé cómo la había conseguido, pero me lanzó mi mochila.
—Sígueme —ordenó simplemente.
Mientras lo seguía, observé las cámaras en lo alto del teatro, posiblemente estuviesen desactivadas gracias a Ander.
¿Qué estaría haciendo Antonio? Su cara tendría que estar deformada por el coraje y estaría controlándose para no golpear algo. ¿Y Odiseo? ¿Qué estaría pensando él? Había desaparecido de su lado en cuestión de segundos.
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Tazmania
Action"Aléjate de los hombres de negro." -una advertencia sin sentido. Erika White está segura de una cosa: su vida es demasiado supervisada y aburrida. O al menos eso creía hasta que encontró a un chico herido en el jardín trasero de su instituto. Un e...